Francesco Uetam (1847-1913). El «Gayarre de los bajos» que conquistó los escenarios de Europa
Francesco Uetam,
nacido en Palma de Mallorca el 4 de mayo de 1847 y fallecido en la
misma ciudad el 19 de mayo de 1913, fue un cantante de ópera español
cuya extraordinaria voz de bajo le valió un lugar destacado en los
grandes teatros de Europa durante el siglo XIX. Conocido por su
impresionante sonoridad y la extensión de su voz, fue apodado «Gayarre
de los bajos», una referencia al célebre tenor español Julián Gayarre,
con quien compartió los escenarios de la época. Su nombre artístico,
que corresponde a la inversión de las letras de su apellido, Mateu, se
convirtió en sinónimo de maestría en la cuerda de bajo. A lo largo de
su carrera, Uetam ejerció un dominio absoluto de su registro vocal,
destacándose por su impecable presencia escénica y su habilidad para
interpretar roles complejos en las óperas más reconocidas de su tiempo.
Contexto de su Nacimiento y Formación
Francesco Uetam nació en una
familia numerosa y humilde en Palma de Mallorca, una ciudad que en
aquella época experimentaba una vida cultural vibrante, pero aún
distante de los grandes centros operísticos internacionales como Milán
o Viena. Su infancia fue modesta, y antes de ingresar al mundo de la
lírica, trabajó como aprendiz de zapatero. Este origen humilde marcó su
vida, pero también contribuyó a la formación de su carácter tenaz y
decidido.
Su primera incursión en la música
fue a través del aprendizaje de la flauta con un profesor local. Sin
embargo, fue el compositor y director de orquesta Juan Goula,
quien se convirtió en su verdadero mentor. Fue Goula quien descubrió el
talento innato de Uetam y lo orientó hacia la ópera, ayudándole a
perfeccionar su técnica vocal y a desarrollar su carrera artística.
Gracias a su guía, Uetam pasó de ser un joven desconocido a convertirse
en uno de los cantantes más aclamados de su tiempo.
Logros y Momentos Importantes de su Vida
El debut de Uetam en los escenarios ocurrió en noviembre de 1869, en el Teatro Principal de Palma de Mallorca, donde interpretó la ópera Linda de Chamounix
de Donizetti. Este primer éxito fue solo el comienzo de una carrera
llena de triunfos. A lo largo de los años, Uetam interpretó una
impresionante cantidad de obras de los compositores más renombrados de
la época. Entre sus papeles más destacados se encuentran el diablo en Fausto, Mefistófeles, y Don Basilio en El barbero de Sevilla.
En 1877, Uetam alcanzó una de las cumbres de su carrera al ser requerido por Juan Goula para cantar en la Ópera de San Petersburgo.
Durante esa temporada, Uetam interpretó algunos de sus papeles más
celebrados, consolidándose como una figura destacada en la ópera rusa.
Posteriormente, sus éxitos lo llevaron a otros importantes teatros
europeos, como el Teatro San Carlos de Lisboa y el Teatro Real de Madrid, donde fue aclamado por su dominio vocal y su destacada presencia escénica.
En el Teatro Real de Madrid, Uetam brilló especialmente en óperas como Los Hugonotes, Fausto, y El barbero de Sevilla. También fue aclamado por su interpretación de obras menos frecuentes, como Guillermo Tell de Rossini, donde compartió escenario con ilustres como Julián Gayarre, y Roberto el diablo
de Meyerbeer. Su talento era tal que, incluso en la competencia con
otras figuras de la ópera internacional, Uetam lograba captar la
atención del público y los críticos por igual.
Impacto en la Sociedad y su Tiempo
La influencia de Uetam en la ópera
de su época fue significativa. En un periodo marcado por la evolución
de la ópera italiana y la expansión de las producciones en los
principales teatros de Europa, su presencia en el escenario no solo
marcó una etapa dorada para la ópera española, sino que también ayudó a
consolidar a la voz de bajo como una de las más aclamadas en la escena
operística europea. Junto con otros grandes como Mattia Battistini,
Uetam fue parte fundamental del renacer de la ópera en los teatros del
sur de Europa, especialmente en España y Portugal, donde su dominio
vocal y su formación técnica se consideraban excepcionales.
Además, su carrera en la Ópera de
San Petersburgo marcó el inicio de una etapa internacional para la
ópera española, cuyo eco fue percibido en otros escenarios europeos. De
este modo, Uetam contribuyó al renacimiento de la ópera en Europa, una
época en la que la música clásica comenzaba a modernizarse con la
inclusión de más artistas internacionales. Su paso por los grandes
teatros de Europa no solo le valió el reconocimiento, sino que también
fue un reflejo del estrechamiento de lazos culturales entre España y
otras naciones operísticas, como Italia y Rusia.
Legado y Controversias Posteriores
El legado de Uetam perdura en la
historia de la ópera no solo por su gran habilidad vocal, sino por la
forma en que su figura contribuyó a fortalecer la presencia de los
bajos en un escenario dominado por tenores y sopranos. Su voz, rica y
resonante, se convirtió en un modelo para futuras generaciones de
cantantes que buscaban alcanzar su nivel de técnica y expresividad.
Sin embargo, su legado ha sido
objeto de análisis y debate en los últimos tiempos. Si bien fue
considerado uno de los mejores bajos de su época, la falta de
grabaciones sonoras de su voz ha dificultado la apreciación completa de
su talento. A pesar de ello, su figura sigue siendo un referente en la
historia de la ópera española y europea, especialmente en los
repertorios que incluyen las grandes obras de Verdi, de quien interpretó el Réquiem con gran éxito.
Algunos críticos han destacado
que, al igual que otros cantantes de su tiempo, Uetam estaba vinculado
a un contexto cultural y político que influía en su carrera, lo que ha
generado interpretaciones diversas sobre cómo su arte reflejaba las
tensiones sociales de su época.
La Permanencia de un Ícono de la Ópera
La vida y obra de Francesco Uetam
siguen siendo motivo de reflexión y estudio. Si bien la historia de la
ópera ha evolucionado de manera significativa desde sus tiempos, el
impacto de su carrera continúa siendo notable. La falta de grabaciones
no debe opacar su lugar como una de las figuras más importantes en la
historia de la ópera, y su figura sigue siendo una referencia tanto en
la ópera española como internacional.
Uetam,
a través de sus interpretaciones, no solo consolidó su lugar en la
historia de la música, sino que también abrió un camino para futuras
generaciones de bajos. A pesar de las controversias que puedan haber
surgido en torno a su carrera, su influencia perdura y sigue siendo un
tema relevante para los estudiosos y amantes de la música clásica.