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PolíticaHistoriaBiografía

Abul Hassan Yahya ibn Ismail, Rey de la taifa de Toledo (ca. 1010-1075).

Rey de la taifa de Toledo, nacido hacia 1010 y asesinado en Córdoba en junio de 1075. Fue el gobernante más importante de su dinastía y con él, Toledo alcanzó su máxima expansión territorial e importancia política, que se desmoronaron con sus sucesores.

Hijo de Abú Muhammad Ismail, Yahya perteneció al clan de los Du-l-Nun, beréberes Hawwara establecidos en la Península Ibérica en 711 y radicados en Santabariyya, correspondiente más o menos con la actual provincia de Cuenca. Yahya ibn Ismail heredó de su padre el reino de Toledo a su muerte en 1043 y tomó el título de al-Ma'mun.

A comienzos de su reinado hubo de enfrentarse a Sulayman ibn Hud al-Mustasin de Zaragoza, que tras la muerte de Ismail había tratado de expandir su reino a costa del de Toledo: en 1043 al-Mustasin puso a su hijo Ahmedal frente de un ejército que conquistó Guadalajara sin grandes complicaciones, gracias al apoyo interno de algunos de sus habitantes. Al-Ma'mun fue derrotado por Ahmed en su intento de reconquistar la ciudad y se vio obligado a huir a Talavera, hasta donde fue perseguido por al príncipe zaragozano. Este fue el comienzo de la enemistad entre los reinos de Toledo y Zaragoza, que no dudaron en recurrir a la ayuda cristiana para enfrentarse. Mientras que al-Mustasin ganaba el apoyo de Fernando I de Castilla, en 1044 al-Ma'mun compró la alianza de García de Pamplona, hijo de Sancho III de Navarra y durante el verano ambos realizaron devastadoras campañas en los territorios del reino hudí, apropiándose de las cosechas y sembrando la muerte entre sus pobladores. Por aquellas fechas al-Ma'mun, pretendiendo una alianza con Sevilla contra Zaragoza, se adhirió al partido del falso Hisham II patrocinado por Abbad ibn Muhammad de Sevilla, aunque los problemas internos del régulo sevillano le impidieron participar en expediciones contra Zaragoza; la inacción del sevillano llevó a al-Ma'mun a apartarse de la causa del falso Hisham II y ya en 1044 las monedas toledanas dejan de mencionarlo. Las hostilidades entre Toledo y Zaragoza cesaron con la muerte de al-Mustasin en 1047.

Desde 1051 al-Ma'mun trató de expandir su reino, primero hacia el oeste, lo que causó problemas fronterizos con al-Muzaffar de Badajoz y después hacia el este, interviniendo en el reino de Valencia, con una hija de cuyo régulo, Abul Hassan Abdel Aziz, estaba casado. Tras la muerte de Abdel Aziz en 1061 el reino de Valencia fue atacado por Fernando I de Castilla, que venció a los valencianos en la batalla de Paterna (1065) y murió poco después. Al-Ma'mun, envió un ejército para socorrer a su yerno Abd al-Malik al-Muzaffar (sucesor de Abdel Aziz, que había casado con una hija de al-Ma'mun), que había mostrado una gran debilidad. El resultado fue la ocupación de Valencia por parte de al-Ma'mun y el destronamiento al-Muzaffar, que fue confinado en el castillo de Uclés en noviembre de 1065 y murió poco después. Al-Ma'mun dejó en Valencia al visir Ibn Raubas, que la gobernó en su nombre hasta la muerte de su señor en 1075.

Mientras al-Ma'mun extendía sus dominios, el reino de Toledo era a su vez codiciado por Fernando I de Castilla, que en 1057 atacó las tierras septentrionales de la taifa dunnuní. El régulo toledano se vio obligado a comprar la paz mediante elevados tributos en oro y plata. Esta paz le permitió, tras la conquista de Valencia, tratar de extender su reino hacia el sur, concretamente hacia la antigua ciudad califal de Córdoba. Con tal propósito ocupó la plaza de Almodóvar entre 1068 y 1069 y solicitó la ayuda de Abbad ibn Muhammad de Sevilla; pero Abbad murió en 1069 y su sucesor, Abul Qasim Muhammad, no quiso colaborar con el toledano. Al-Ma'mun se lanzó en solitario a la conquista de Córdoba, pero su rey, Abd al-Malik al-Mansur, consiguió la alianza con Sevilla y las tropas abbadíes evitaron que Córdoba fuese tomada por al-Ma'mun; sin embargo, en junio de 1070, Muhammad de Sevilla asumió el poder en la ciudad califal, desterrando a al-Mansur a la isla de Saltés. Pero al-Ma'mun no se conformó con la nueva situación y, con la ayuda de Alfonso VI de León a quien había acogido en su corte en 1072 después de que éste fuese desposeído por su hermano Sancho II de Castilla (a la muerte de Sancho II en 1072 Alfonso VI heredó Castilla, unificando ambos reinos), continuó sus ataques contra Córdoba y su nuevo soberano; los aliados arrasaron los alrededores de Córdoba, pero no lograron hacer capitular a su gobernador, Abbad Siray al-Dawla, hijo de Muhammad de Sevilla. El asesinato de este gobernador (1075) por Hakam ibn Ukasa, caíd que se había comprometido a tomar Córdoba para el señor de Toledo, facilitó la labor de al-Ma'mun, que fue proclamado rey de Córdoba en febrero de aquel año, poco antes de morir. Conservó junto a él a Ibn Ukasa, que siguió como gobernador de la ciudad bajo el reinado del sucesor de al-Ma'mun, Yahya al-Qadir. Murió envenenado a los pocos meses.

Aunque en el mismo año de su muerte Abul Hassan Yahya ibn Ismail fue sucedido por su nieto Yahya al-Qadir, no queda claro si entre ambos gobernantes hubo un periodo en el que reinó Hisham, hijo del primero y padre del segundo; de haber sido así, su reinado hubiera sido efímero y habría muerto poco después que al-Ma'mun.

Bibliografía

  • DOZY, R. Histoire des Musulmanes d'Espagne juste la conquete de l'Andalusie pas les Almoravides. París, 1932

  • JOVER ZAMORA, J.M. (dir). "Los reinos de Taifas. Al-Andalus en el siglo XI", en Historia de España Menéndez Pidal, vol. VIII-I. Madrid, Espasa Calpe, 1994.

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero