Cortis, Antonio (1891-1952).
Tenor español nacido el 12 de agosto de 1891 y fallecido en Valencia el 2 de abril de 1952. Tenor de reconocida calidad, perteneció a una generación de grandes intérpretes españoles de ópera, junto a Miguel Fleta e Hipólito Lázaro, que siguieron la estela de Enrico Caruso; de hecho, él mismo tuvo el apodo de "il piccolo Caruso". Su voz, fácil, transmitía emoción e intensidad, a la vez que tenía una magnífica presencia en escena. Logró triunfar en teatros tan prestigiosos como la Scala, el Constanzi o el Covent Garden. La influencia italiana hizo que cambiase su apellido de Corts a Cortis.
Nació en un viaje en el que su familia regresaba a España; su padre había muerto en tierras norteafricanas, y la madre decidió volver a Valencia, de donde eran originarios. Los primeros estudios de música los recibió en el Conservatorio de Madrid gracias a una beca. Con su voz y el rápido aprendizaje, consiguió ingresar en el Coro infantil del Teatro Real y, cuando la familia se trasladó a Barcelona, también lo hizo en el del Liceo. Con veinticinco años le concedieron el papel de Cavaradosi de Tosca, en el Teatro Español de Barcelona; poco después estuvo de segundo tenor junto a Caruso en Payasos, y con María Barrientos en Dinorah, ambas representaciones en el Colón de Buenos Aires. En 1919 su nombre se hizo célebre por el estreno, junto a María Gay y la joven Ofelia Nieto, de El Avapiés en el Teatro Real de Madrid.
La década de 1920 fue de continuos éxitos por todo el mundo. En Milán se presentó con la obra de Puccini La fanciulla del West y con dirección de Arturo Toscanini emprendió largas temporadas americanas, incluidos los Estados Unidos, y completó su excelente trayectoria con la grabación de discos; de hecho, su voz puede oírse en gran parte del repertorio operístico moderno: Turandot, Aida, Cavalleria rusticana, Andréa Chenier, La Bohème, El Trovador, etc. En los años 30 volvió a prodigarse en actuaciones por España, con el esperado estreno en el Liceo donde interpretó una de sus obras favoritas, Carmen. También actuó de nuevo en Madrid y otras capitales españolas. La Guerra Civil supuso el final casi definitivo de su carrera. A su término, tuvo que dedicarse a la enseñanza y ya sólo subió a los escenarios esporádicamente. Su última aparición fue en un concierto benéfico en Zaragoza, en 1950.
