Sifax, Rey de Numidia (¿-200 a.C.).
Rey de los númidas masesilios, población de la Numidia occidental (actual Argelia). Nacido en fecha desconocida y muerto en el 202 a.C. Partidario de Roma, intentó helenizar su país, para lo cual se alió con los romanos en la lucha que éstos venían sosteniendo contra Cartago por la hegemonía del Mediterráneo. Los cartagineses, con la colaboración del príncipe númida Masinisa, hijo del rey Gaya, lograron expulsarle del trono y arrinconarle en las estribaciones más meridionales de Mauritania. Para poder recuperar su reino, Sifax concertó con el general cartaginés Asdrúbal un pacto militar contra Roma que fue sancionado con la boda de una hija de éste, Sofonisba, con Sifax, quien a su vez ya había sido prometida en matrimonio a Masinisa. A la muerte del padre de Masinisa, la corona pasó a un hermano de Gaya, llamado Orsalces, tal como establecían las leyes sucesorias del reino. Al morir éste al poco tiempo, la corona pasó a su hijo Capusa, destronado a su vez por su hermanastro Lasumaces. Masinisa hizo valer sus derechos al trono, pero, aunque no obtuvo apoyo alguno, consiguió vencer y expulsar a Lasumaces del trono. Apenas instalado en él, Sifax atacó por sorpresa su territorio más occidental, hasta el punto de tener que huir precipitadamente para salvar su vida hacia las zonas del interior, donde organizó un pequeño ejército que no dejó de amenazar la posición de Sifax en la región.
Cuando en el año 204 desembarcó en la zona un poderoso ejército romano al mando del general Publio Cornelio Escipión el Africano, Masinisa vio llegado el momento de desquitarse de Sifax y del propio Asdrúbal (del que había jurado vengarse una vez que éste rompiera el contrato matrimonial con Sofonisba). Las fuerzas combinadas de Asdrúbal y Sifax fueron severamente derrotadas por las de Escipión y Masinisa. Sifax, en un último intento por deshacerse de Masinisa, atacó infructuosamente su reino sin ayuda alguna, pero fue hecho prisionero en el año 203. Su capital Cirta (actual Constantina; Argelia), cayó en poder de Masinisa, y con ella los tesoros reales y Sofonisba, que acabó envenenándose, bien porque no quiso contraer matrimonio con Masinisa, bien porque el propio Masinisa le obligase a beber una copa llena de veneno antes de ser entregada a Escipión como botín de guerra, quien parece que la reclamaba con insistencia para poder pasearla en su carro triunfal de guerra una vez regresara a Roma, tal como solían hacer los generales romanos victoriosos.
Sifax fue conducido a Roma, pero murió en el camino en extrañas circunstancias en los alrededores de la capital, parece ser que asesinado por un sicario pagado por Masinisa, que le quería muerto a toda costa. No obstante, los romanos rindieron al desgraciado rey númida todos los honores fúnebres reservados a un personaje de su jerarquía. Los estados pertenecientes a Sifax fueron agregados en su mayor parte a Masinisa, que de este modo se convirtió en el soberano absoluto de toda Numidia. Sifax tuvo un hijo con Sofonisba, Vermina, hecho prisionero como su padre, cuya suerte se desconoce hasta el momento. No se sabe si murió o vivió el resto de sus días en Roma, al cobijo de cualquier senador romano.
CHG
