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HistoriaPolíticaBiografía

O'Higgins, Bernardo (1778-1842).

Bernardo O'Higgins.

Libertador de Chile, nacido en Chillán el 20 de agosto de 1778 y muerto en Lima el 24 de octubre de 1842.

Fue hijo natural de Ambrosio Higgins, que llegó a ser virrey del Perú, y de Isabel Riquelme, criolla hacendada de la provincia de Concepción. Su padre procedía del condado de Meath (Irlanda), de donde había emigrado hacia Cádiz, donde se dedicó al comercio por cuenta de la casa Dowel, que lo envió mas tarde a Lima. Después se desplazó a Chile y volvió a Cádiz. Partió por segunda vez hacia América al servicio del rey, formando parte del vasto contingente de irlandeses que sirvieron en esa época a la monarquía española. Ambrosio Higgins ingresó en el ejercito virreinal participando en la represión de los alzamientos de los indios araucanos. En 1786 fue nombrado intendente de Concepción. En 1796 fue nombrado virrey del Perú, recibiendo también títulos y tierras. Su madre, por otra parte, procedía de una rancia familia criolla cuya hacienda estaba situada cerca de Los Ángeles. Allí se conocieron los padres del futuro libertador de Chile.

De la primera infancia de Bernardo O'Higgins se conoce relativamente poco. En 1782 pasó a residir con Juan Jacobo Alvano, un hacendado amigo de su padre, que se encargó de su educación y manutención tanto como de mantener su existencia en secreto. En 1788 Bernardo fue llevado a Chillán por orden de su padre, donde realizó sus primeros estudios inscribiéndose con el apellido materno por razón de su ilegitimidad. Allí mantuvo contacto con su familia materna entre la que se encontraba su hermanastra Rosita (hija del matrimonio de su madre con Felix Rodríguez, del que enviudó poco mas tarde) hasta que fue enviado en 1790 al colegio de San Carlos, en la capital del virreinato del Perú. En Lima amplió sus estudios y en 1795 se embarcó para Europa, paso obligado para la oligarquía criolla del momento, siguiendo el itinerario concebido para él por su padre. En Cádiz Bernardo O'Higgins se hospedó en casa de Nicolás de la Cruz, a quien su poderoso padre había provisto con una pensión para mantenerlo. A continuación, el joven Bernardo pasó a Inglaterra, comenzando una estancia en Richmond, caracterizada por una cada vez más penosa situación económica personal, una ampliación de sus conocimientos y vivencias, un contacto con las ideas revolucionarias y el descubrimiento de la causa independentista de la mano de su amigo y maestro Francisco de Miranda.
(Véase Francisco de Mirandae Independencia de América -en voz Independencia-).

Allí se impregnó de todas las ideas y directrices del ilustrado y revolucionario venezolano, dirigidas a lograr la independencia de la América Española. Su situación económica se deterioró hasta llegar a la miseria, tras haber intentado contactar por carta con sus padres y con Nicolás de la Cruz, que nunca le terminaba de enviar un dinero que sí llegaba en cantidad a su tiempo correcto a Cádiz. En 1799, cuando su situación en Londres era penosa su administrador gaditano por fin respondió a sus continuas peticiones y le mandó dinero para volver a Cádiz. Allí se embarcó en la fragata "Confianza" con destino a Buenos Aires, pero en 1800 España se encontraba en guerra con Inglaterra y el buque apresado por los ingleses fue llevado a Gibraltar desde donde Bernardo retornó a Cádiz. Entonces, los acontecimientos se precipitaron: su madre y su hermanastra Rosita pasaban estrecheces tras la muerte de su abuelo y su padre fue destituído del cargo de virrey debido a la cercanía de su hijo bastardo a los círculos independentistas. En ese momento O'Higgins contrajo la fiebre amarilla, que estuvo a punto de llevarlo a la muerte. Entonces recibió la noticia de la muerte de su padre, que había testado en su favor reconociéndole como su hijo.

Recuperado de la enfermedad decidió retornar a Chile, donde llegó el 2 de septiembre de 1802. La herencia que recibe consiste en la hacienda de las Canteras, que convierte a Bernardo O'Higgins en un potentado terrateniente. En espera de una coyuntura favorable para la deseada independencia, se dedica a su hacienda y a la política regional. Con la invasión de la península en 1808 por las tropas de Napoleón ésta va a aparecer de modo irremediable. En 1810 el cabildo bonaerense sustituye al virrey y disuelve la junta suprema regional. De la misma forma actúa el cabildo de Santiago. En ambos casos se sustituye a los virreyes mediante golpes de estado disfrazados de acciones políticas dotadas de completa legitimidad. Bernardo O'Higgins se sitúa en esta época muy cerca del amigo de su padre y vocal de la junta de Santiago Martínez de Rozas. El 15 de diciembre de 1810 O'Higgins era elegido congresista por Concepción, realizando importantes acciones políticas, pero un golpe militar pro realista y un cambio de gobierno lo alejaron del poder. José Miguel Carreras irrumpió entonces en la política de la todavía colonia española con un golpe de claro corte independentista que disuelve la junta formando otra que durara un año, hasta su segundo golpe militar. Entonces es cuando el propio Carreras propone a O'Higgins entrar en la nueva junta, cargo que él aceptó. Sin embargo, el talante despótico de Carreras lo llevó pronto a la renuncia. Pocos meses más tarde se produjo un levantamiento de Concepción contra el despotismo con O'Higgins al frente; sólo unas conversaciones de última hora con promesas incumplidas por parte de Carreras evitarán el enfrentamiento. Por otra parte, la amenaza de los realistas distaba de ser imaginaria. En 1813 habían llegado a San Vicente, dirigiéndose luego hacia Santiago sin encontrar a su paso mas que milicias desorganizadas. Los independentistas habían reaccionado tarde. O'Higgins se encuentra en Talca con Carreras y deciden atacar Linares. Esta fue ya una de las grandes acciones de la guerra, ya que llevó al pueblo a levantarse en armas. El acierto de O'Higgins en la campaña le proporcionó el mando del ejército patriota, pero los realistas en otra ofensiva rindieron varias plazas hasta que el virrey entabla conversaciones que desembocan el 3 de mayo de 1814 en los Acuerdos de Lircay. Tras su firma Carreras se volvió contra O'Higgins, siendo la consecuencia inmediata la batalla de Maipo, en la que Luis Carrera desbarató las fuerzas de O'Higgins. La terrible resolución de esta diferencia en el campo patriota no podía traer mas que malas consecuencias, aunque el enemigo común realista reunió una vez mas a los hermanos Carrera (José Miguel, Luis y Juan José) para defender el camino de Santiago. Por fin, en la terrible batalla de Rancahua Bernardo O'Higgins protagoniza otro episodio épico al ser asediado por los realistas y conseguir salir con vida sin socorro alguno. Son los días finales de la patria vieja, con el triunfo sin discusión de las armas del rey de España.

Después de esta serie de amargos episodios Bernardo O'Higgins decidió tomar el camino de los Andes, iniciando la huida a Mendoza. Allí le espera José de San Martín, persona de gran importancia en la vida de O'Higgins y firme aliado de la causa independentista chilena, a la que ayudó y alentó en todo momento.

Junto a él, O'Higgins se entregará a la tarea de organizar el ejército de los Andes, concebido como el instrumento que permitiría alcanzar no sólo la independencia chilena sino asaltar el más importante bastión realista del sur continental, el virreinato peruano. Cabe recordar que en ese momento era impensable un ataque contra el Perú realista sin liberar antes a Chile de tropas realistas. En aquellos momentos San Martín era intendente de Cuyo. Durante 1815 O'Higgins se trasladó con su familia a Buenos Aires, dedicándose a elaborar los planes para retornar a Chile y a tomar decisiones de gran alcance. Mientras Carreras trataba de conseguir dinero y naves, O'Higgins se puso en contacto con la logia Lautaro a fin de lograr un mayor apoyo político a la causa de la independencia. El ejército de los Andes llegó por fin al valle del Aconcagua el 27 de enero de 1817. Poco después tuvo lugar la batalla de Chacabuco, que presentó a Bernardo O'Higgins ante el pueblo chileno tras la victoria como el libertador de Chile, después de las grandes muestras de heroicidad expuestas en el combate. La llegada a la capital fue triunfal y allí recibió la investidura de director supremo. Desde este puesto se dedicó a perseguir a los enemigos de la causa independentista, pero con su gobierno también llegaron las influencias de San Martín y su logia en la política chilenas, lo que no agradó a sus compatriotas. Además, subsistían conflictos generados por los Carreras, el guerrillero Rodríguez y los realistas del sur, que contaban con el apoyo araucano. Mientras O'Higgins se adentraba en una campaña destinada a someterlos, el gobierno quedó en manos de Quintana, que no supo hacer frente a la inestabilidad política. Carreras fue detenido con sus hermanos tras traer buques de Estados Unidos por resultar un elemento de desestabilización a los ojos de un poder ejercido de forma autoritaria. Mas tarde, José Miguel Carrera salió en libertad, pero sus hermanos fueron ejecutados. Una nueva expedición realista se acercó desde Perú, por lo que O'Higgins levantó el cerco de Talcahuano y marchó a Santiago.

El 12 de febrero de 1818 se logra de hecho en Chacabuco la independencia de Chile; la nueva nación se enfrentara aún largo tiempo con las tropas realistas que ganan la Batalla de Cancha Rayada, pero pierden la de Maipo ante un ejército comandado por San Martín. En este primer período la gobernación del nuevo estado es desempeñada por Bernardo O'Higgins desde posiciones de fuerza con represalias tan extremas como el fusilamiento del único superviviente de los hermanos Carreras y el embargo de los bienes familiares. Es el momento en que el nuevo gobierno, apoyado en personajes como Freire y el corsario inglés Cochrane, levanta un ejército que O'Higgins pone al mando de San Martín, logrando conquistar Lima a mediados de 1821. Entonces, Bernardo O'Higgins parece ceder a los atractivos del poder, se debate la necesidad de recortar los poderes del director supremo, pero él permanece insensible al clamor que pedía la entrada del país en la normalidad política. Mientras el sur seguía tan ingobernable como siempre, los problemas políticos y económicos acuciaban a Chile. Por fin, tras un levantamiento en Concepción, O'Higgins dimite del cargo de director supremo. Poco después toma el definitivo camino del exilio, estableciéndose en Lima en la hacienda que le había regalado su fiel amigo José de San Martín. En años posteriores, casi proscrito su nombre en Chile, se dedicó a su hacienda, a mantener el contacto con sus amigos y a su familia. Entre los deseos de regresar y los planes de vuelta van pasando sus últimos años; con una hacienda en mal estado y una dolencia que le impide embarcar, Bernardo O'Higgins muere en Lima en 1842. Sus restos fueron llevados a Chile en 1869, siendo sepultado con los honores que merecía como fundador del Chile independiente.

Bibliografía

  • COLLIER, S. "Chile", en Leslie Bethell Ed., Historia de América Latina, Vol. 6, Barcelona, 1991.

  • FERNÁNDEZ LARRAIN, S. O'Higgins, Santiago, Orbe, 1974.

  • LUCENA SALMORAL, Manuel, et al.: Historia de Iberoamérica. Historia Contemporánea, Madrid, 1988.

  • VILLALOBOS, S. et al. Historia de Chile. Santiago, Editorial Universitaria, 1980.

M. Lucena Giraldo.

Autor

  • MLG