Alejandro San Martín Satrústegui (1847-1908). Un pionero de la cirugía moderna y la ciencia médica española

La figura de Alejandro San Martín Satrústegui (1847-1908) constituye uno de los pilares de la historia de la medicina española. Médico y cirujano destacado, su labor no solo dejó huella en los quirófanos, sino también en la política y la ciencia de su tiempo. Su vida, marcada por la investigación y la formación rigurosa, consolidó avances médicos de notable relevancia. San Martín Satrústegui encarna la figura del médico comprometido con el progreso y el bienestar social, un referente de la cirugía moderna cuyo legado persiste hasta nuestros días.

Contexto de su nacimiento y formación

Nacido en Larrainzar (Navarra) en 1847, Alejandro San Martín Satrústegui se desarrolló en un ambiente familiar ligado a la medicina. Su padre, médico rural, inculcó en él desde pequeño la vocación sanitaria. Los primeros años de su formación se gestaron en Pamplona, donde cursó los tres primeros cursos del bachillerato. La posterior mudanza a Madrid en 1860 marcó un punto crucial en su desarrollo. Allí, bajo la tutela de su tío, Basilio San Martín, prestigioso cirujano e introductor en España de la anestesia por inhalación, adquirió una formación médica excepcional.

La influencia de su tío no solo le abrió las puertas del conocimiento quirúrgico más avanzado, sino que lo familiarizó con un ambiente científico de vanguardia. Madrid, capital en plena efervescencia cultural y científica, ofrecía a San Martín Satrústegui un contexto privilegiado para ampliar sus horizontes intelectuales. En la Facultad de Medicina de Madrid, demostró una brillantez académica que lo llevó a licenciarse en 1869 y a doctorarse un año después. Así se consolidaba un joven médico con una sólida base científica y un espíritu abierto a la innovación.

Logros y momentos importantes de su vida

La trayectoria de Alejandro San Martín Satrústegui estuvo marcada por la constante búsqueda de respuestas a problemas médicos complejos. Tras cuatro años de ejercicio profesional en un pueblo navarro, en 1874 obtuvo por oposición la cátedra de terapéutica en la Facultad de Medicina de Cádiz. Sin embargo, su verdadera pasión lo conduciría a la cirugía, área en la que brillaría con luz propia.

En 1882 alcanzó uno de los hitos más importantes de su carrera: la cátedra de patología quirúrgica de la Facultad de Medicina de Madrid, cargo que desempeñaría hasta su muerte. Su labor como docente y como cirujano lo convirtió en una referencia de la medicina española de su tiempo. Más allá de la práctica clínica, San Martín Satrústegui participó activamente en la vida académica y política: miembro de comisiones oficiales, entre ellas la que en 1885 dictaminó sobre la vacunación anticolérica impulsada por Jaime Ferrán, y asiduo asistente a congresos nacionales e internacionales.

Su compromiso con la ciencia también se reflejó en su papel como senador desde 1898 y como ministro de Instrucción Pública en 1906. Estos cargos le permitieron influir directamente en la mejora de la educación y de la salud pública, dos ámbitos que consideraba inseparables.

Impacto en la sociedad y su tiempo

La figura de Alejandro San Martín Satrústegui no puede entenderse sin considerar el eco que tuvieron sus decisiones en la sociedad de su época. Su defensa de la mentalidad fisiopatológica representó un cambio de paradigma en la cirugía, al entenderla como una disciplina no solo mecánica, sino profundamente integrada en el conocimiento fisiológico del cuerpo humano. Creía que la cirugía debía ser restauradora y funcional, alejándose de la visión meramente exerética o mutilante.

Su enfoque lo llevó a realizar trabajos experimentales de gran trascendencia, como los estudios sobre la anastomosis arteriovenosa. A partir de 1898, exploró la posibilidad de evitar la gangrena en miembros afectados por obstrucciones arteriales mediante el traslado de la sangre arterial a través de la vena principal. Sus investigaciones se basaron en minuciosas series de experimentos en animales y en pacientes, y aunque las primeras aplicaciones humanas no lograron evitar amputaciones, sentaron las bases de técnicas que luego desarrollaría su discípulo más destacado, José Goyanes Capdevila.

San Martín Satrústegui también impulsó mejoras en otros ámbitos de la cirugía: desde la resección de maxilares superiores y amputaciones osteoplásticas hasta técnicas de colostomía subespinosa. Su preocupación por la asepsia y la introducción de los rayos X en la práctica médica lo sitúan como un pionero de la cirugía moderna en España. Además, diseñó modelos de pinzas para facilitar las ligaduras y promovió mejoras en la anestesia, siempre buscando la seguridad y el bienestar del paciente.

Legado y controversias posteriores

El legado de Alejandro San Martín Satrústegui ha sido objeto de estudio y revisión a lo largo de las décadas. Su obra escrita, aunque no sistematizada en un corpus completo, refleja su incesante actividad científica. Entre sus publicaciones más relevantes destacan:

  • La terapéutica individual y social. Su pasado, su presente y su porvenir (1875).

  • Estudios de materia médica física (1880).

  • Curso de patología quirúrgica (1884), inacabado pero fundamental.

  • Cirugía del aparato circulatorio (1902), donde expuso con claridad sus avances en la anastomosis arteriovenosa.

  • Diversos artículos en revistas como El Siglo Médico y Anales de la Real Academia de Medicina, en los que detalló innovaciones como la escisión esfenoidal y la neurectomía del trigémino.

Estas aportaciones generaron debates y controversias, especialmente en lo referente a la anastomosis arteriovenosa. Su concepto de la cirugía como investigación experimental chocó con la visión más conservadora de algunos colegas. Sin embargo, sus ideas abrieron puertas a nuevas técnicas quirúrgicas que tendrían gran impacto en la medicina del siglo XX.

Las biografías publicadas tras su muerte por figuras como José Goyanes Capdevila y Ribera Sans dan cuenta de la relevancia que alcanzó San Martín Satrústegui. Su discípulo Goyanes Capdevila, en particular, consolidó muchas de sus enseñanzas y técnicas, demostrando la vigencia de sus planteamientos y la fecundidad de su escuela quirúrgica.

Una reflexión final sobre su figura y legado

Alejandro San Martín Satrústegui se erige como una de las grandes figuras de la medicina española, no solo por sus aportes técnicos y teóricos, sino por su visión integral del papel del médico en la sociedad. Su compromiso con la investigación fisiopatológica, su defensa de la cirugía como disciplina restauradora y su constante búsqueda de la mejora de las técnicas quirúrgicas lo convierten en un referente insoslayable.

En el presente, su legado suscita reflexiones sobre la importancia de la medicina como ciencia y como arte, y sobre la necesidad de conjugar el progreso técnico con la ética y la atención humana. Las controversias que rodearon algunas de sus ideas son prueba de la vitalidad de su pensamiento y de su capacidad para desafiar los límites de su tiempo.

La figura de San Martín Satrústegui sigue siendo relevante no solo para la historia de la medicina, sino también para el análisis de la relación entre ciencia, política y sociedad. Su vida y obra nos recuerdan que la innovación médica exige valentía intelectual y un compromiso constante con la búsqueda de la verdad y el bienestar colectivo.

Bibliografía

  • La terapéutica individual y social. Su pasado, su presente y su porvenir, Madrid, Aribau, 1875.

  • Estudios de materia médica física, Madrid, Aribau y Suc. de Rivadeneyra, 1880.

  • Curso de patología Quirúrgica, Madrid, Suc. de Rivadeneyra, 1884 (vol. I, incompleto).

  • Discursos sobre el valor curativo de la naturaleza en las enfermedades, Madrid, E. Teodoro, 1888.

  • Conferencia Sanitaria Internacional de Dresde, Madrid, R. Rojas, 1893.

  • Notas sobre educación física, Madrid, G. Gutiérrez, 1893.

  • “Un nuevo método de amputación de las extremidades inferiores” en El Siglo Médico, 46 (1899), 18-23, 34-36, 50-53.

  • “Comunicación acerca de un caso de resección del nervio trigémino” en Anales de la Real Academia de Medicina, 20 (1900), 207-208.

  • Cirugía del aparato circulatorio, Madrid, E. Teodoro, 1902.

  • “Escisión esfenoidal de dentro afuera de la extirpación del ganglio de Gaserío” en El Siglo Médico, 52 (1905), 71-75.

  • “Neurectomía del trigémino” en El Siglo Médico, 54 (1907), 444-445.

  • “Trabajos póstumos del Dr. San Martín” en Revista de Medicina y Cirugía Prácticas, 85 (1909), 169-181.

Estudios sobre su vida y obra

  • GOYANES CAPDEVILA, José: “El doctor Alejandro San Martín” en Revista Iberoamericana de Ciencias Médicas, 20 (1908), 321-326.

  • GOYANES CAPDEVILA, José: “San Martín y su obra” en Médicos ilustres del siglo XIX, Madrid, 1926, pp. 66-95.

  • RIBERA SANS, José: Biografía del Excmo. Sr. D. Alejandro San Martín y Satrústegui, Madrid, Vda. e Hijos de M. Tello, 1909.

  • MARTÍN DE PRADOS, Antonio: Alejandro San Martín Satrústegui. Su aportación a la Cirugía, Madrid, 1956.

  • LÓPEZ PIÑERO, J. M. et al.: La trepanación en España. Clásicos Neuroquirúrgicos Españoles, Madrid, Ed. Técnica Española, 1967, pp. 321-323, 373-379.

  • LÓPEZ PIÑERO, J. M.: Alejandro San Martín, Investigación y Ciencia, 97 (1984), 4-5.