Per Afán de Rivera (1338-1428): El noble castellano que marcó su era

Per Afán de Rivera (1338-1428): El noble castellano que marcó su era

Per Afán de Rivera, nacido en 1338 y fallecido en 1428, fue uno de los nobles más influyentes de la Castilla medieval. Su vida, marcada por una escalada política y militar que lo posicionó como una figura central de su época, refleja la transición hacia una nueva nobleza de servicio que surgió durante el reinado de los Trastámara. A lo largo de su carrera, Per Afán no solo consolidó el poder de su linaje, sino que también jugó un papel crucial en la política de su tiempo, especialmente en la ciudad de Sevilla y en la administración de Andalucía.

Contexto de su Nacimiento y Formación

Per Afán de Rivera nació en un contexto turbulento de la historia de Castilla. Era hijo de Ruy López de Ribera, un destacado caballero de Sevilla, y de Inés de Sotomayor. La familia de Per Afán pertenecía a la nobleza castellana, aunque su linaje no estaba entre los más antiguos. Sin embargo, el joven Per Afán se vio favorecido por su conexión con personajes clave de la política castellana, como Pedro Ponce de León, quien lo acogió y protegió tras la muerte de su padre.

A pesar de los pocos registros acerca de su familia, el contexto en el que creció Per Afán fue decisivo para su futura ascensión. La lucha por el trono de Castilla entre Pedro I y su hermanastro Enrique II fue uno de los eventos más relevantes de la época. En este escenario, Per Afán se alineó con Enrique II, quien tras arrebatar el trono a Pedro I, buscó asegurar su poder a través de la fidelidad de nuevos nobles. Esta alianza inicial marcaría el destino de Per Afán, quien se vería recompensado por su apoyo con tierras y privilegios.

Logros y Momentos Importantes de su Vida

Uno de los momentos cruciales en la vida de Per Afán de Rivera fue el año 1371, cuando Enrique II le otorgó tierras en Sevilla como recompensa por su lealtad en la guerra contra Pedro I. Este acto no solo consolidó la posición de Per Afán dentro de la nobleza castellana, sino que también le permitió establecer su linaje y formar una nueva casa nobiliaria bajo el amparo de los Trastámara. Este apoyo real fue fundamental para su ascenso social y político.

Bajo el reinado de Juan I, Per Afán continuó su carrera política, siendo nombrado regidor de Sevilla en 1384. En este cargo, desempeñó un papel importante durante el bloqueo a Lisboa, una acción que le permitió ganar reconocimiento y poder. Este éxito en el ámbito militar y político le valió una concesión importante: la Notaría Mayor de Andalucía, un título que le otorgaba una enorme influencia en la administración de la región. Bajo el reinado de Enrique III, este privilegio fue renovado, lo que consolidó aún más su posición dentro de la nobleza y la política sevillana.

La consolidación de su poder también estuvo vinculada a su habilidad para mediar en los conflictos entre las familias más poderosas de Sevilla, como los Ponce de León y los Mendoza. Durante la disputa por el puesto de Almirantazgo, Per Afán logró ganarse el favor de las partes enfrentadas, lo que resultó en su nombramiento como Adelantado Mayor de Andalucía. Este cargo le permitió ejercer una autoridad máxima en la región, situándolo como una figura clave en la administración de la monarquía castellana.

Impacto en la Sociedad y su Tiempo

La figura de Per Afán de Rivera no solo se destaca por sus logros personales, sino también por su influencia en la estructura política y social de su tiempo. A lo largo de su carrera, Per Afán se convirtió en un ejemplo de la nueva nobleza de servicio que surgió con la dinastía de los Trastámara. En un periodo en que la nobleza tradicional castellana gozaba de grandes privilegios, los monarcas Trastámara buscaron reducir su poder mediante la creación de nuevas familias nobiliarias leales a la corona, como la de Per Afán.

Además de su poder en el ámbito político, Per Afán jugó un papel crucial en la guerra contra el reino musulmán de Granada. En 1410, cuando el infante don Fernando, hermano del rey fallecido Enrique III, lideró una campaña militar para la conquista de la plaza de Antequera, Per Afán se unió al infante en esta ofensiva, lo que no solo aumentó su prestigio, sino que también reforzó su posición dentro de la aristocracia castellana. La victoria en esta campaña consolidó su legado como un líder militar y político de gran influencia en la región.

Legado y Controversias Posteriores

El legado de Per Afán de Rivera perduró más allá de su muerte en 1428. Su vida ejemplificó el proceso de transformación de la nobleza castellana durante el reinado de los Trastámara, en el que la lealtad a la corona se convirtió en un factor clave para acceder al poder. La protección y apoyo que recibió de los reyes Enrique II, Juan I y Enrique III permitió a su linaje prosperar, asegurando su permanencia dentro de las élites de la nobleza castellana. Su habilidad para navegar en los conflictos de su tiempo y consolidar su poder a través de matrimonios estratégicos también dejó una marca duradera en su familia y en la sociedad de su tiempo.

A pesar de sus éxitos, la figura de Per Afán ha sido objeto de críticas en tiempos posteriores. Algunos historiadores señalan que su ascenso estuvo marcado por su habilidad para alinear sus intereses con los de la corona, lo que lo convirtió en un ejemplo de la nobleza de servicio que emergió durante este periodo. En este sentido, su figura puede verse como la representación de una nobleza que, aunque poderosa, estaba subordinada a los intereses de la monarquía.

Reflexión Final: La Relevancia de su Figura en la Historia

El análisis de la vida y obra de Per Afán de Rivera revela una figura compleja que se movió con destreza entre los intereses de la corona y los de su linaje. A través de su participación en los conflictos políticos y militares de su tiempo, así como mediante una hábil estrategia de alianzas matrimoniales, logró consolidar su posición en la alta nobleza castellana. Sin embargo, su ascenso también plantea interrogantes sobre la relación entre el poder monárquico y la aristocracia, así como sobre el papel de la nobleza de servicio en la configuración de la política medieval.

La historia de Per Afán es un testimonio de cómo los cambios políticos pueden transformar no solo la estructura social de una región, sino también la propia naturaleza del poder. Su legado sigue siendo un punto de reflexión sobre las dinámicas de poder en la Edad Media y la evolución de la nobleza castellana. El estudio de su vida ofrece claves para entender cómo la nobleza se adaptó a los cambios sociales y políticos de la época, y cómo estas transformaciones siguen siendo relevantes para comprender las estructuras de poder en la historia de Castilla.


Bibliografía
BECEIRO PITA, I: Parentesco, poder y mentalidad. La nobleza castellana, Madrid, 1990.
CLAVERO, B: Mayorazgo, propiedad feudal en Castilla: 1369-1836, Madrid, 1974.
MITRE, E: Evolución de la nobleza bajo Enrique III, Valladolid, 1968.