Andrés Do Barro (1947-1989). El pionero de la música pop en gallego que marcó una época

Andrés Do Barro fue mucho más que un cantante: fue un símbolo de identidad cultural, un pionero del pop en gallego y una figura fundamental de la música española de los años 60 y 70. Nacido en El Ferrol el 1 de octubre de 1947 y fallecido prematuramente el 22 de diciembre de 1989, Do Barro dejó una huella imborrable gracias a su valentía para cantar en una lengua entonces marginada y a su capacidad para conectar con el público a través de melodías pegadizas y letras cercanas. Su legado sigue vivo en la música gallega y española, siendo una referencia para generaciones posteriores.

Contexto de su Nacimiento y Formación

Andrés Do Barro nació en el seno de una familia numerosa, siendo el sexto de siete hermanos, hijos de un coronel de la Armada. Su infancia transcurrió inicialmente en El Ferrol, una ciudad en la costa gallega que fue crucial en su formación. El contexto histórico y cultural de la Galicia de la época no favorecía el uso del gallego en la música popular. A pesar de ello, Do Barro se mantuvo firme en su identidad lingüística y cultural.

A lo largo de su juventud, la familia de Do Barro vivió en diversas ciudades debido a la profesión de su padre, lo que permitió que el joven Andrés se impregnara de diversas influencias musicales y culturales. Tras un breve paso por Bilbao, se trasladó a Madrid, donde comenzó a formarse como músico. En la capital española, el panorama musical estaba en plena transformación, con el auge de géneros como el pop y el rock, y el inicio de movimientos regionalistas que buscaban recuperar y reivindicar las lenguas cooficiales en España.

Es en este contexto que la figura de Juan Pardo, quien también apostaba por la música en gallego, influyó en Do Barro. Pardo fue un referente del uso de lenguas regionales en la música popular, y su éxito con canciones en gallego, como “La charanga”, demostró que era posible cantar en estas lenguas y alcanzar el éxito en las listas de éxitos. Puedes conocer más sobre su figura en el siguiente enlace: Juan Pardo.

Logros y Momentos Importantes de su Vida

El primer trabajo discográfico de Andrés Do Barro fue un EP que contenía cuatro temas: «Per non poder», «A uns ollos verdes», «Homes» y «Deixa que chova». Aunque este primer disco no tuvo el impacto esperado, marcó el comienzo de una carrera que pronto tomaría un giro decisivo. En su búsqueda por conectar con el público gallego y darle visibilidad a su lengua, Do Barro se unió al movimiento cultural Voces Ceibes, que promovía el uso del gallego en todas las formas de expresión artística, incluyendo la música.

Su asociación con Juan Pardo fue crucial. Este encuentro resultó en el lanzamiento de su segundo sencillo, que incluía dos temas: «Mi Maruxa» y «O tren». Aunque ambos temas fueron bien recibidos, fue «O tren» el que se convirtió en un éxito inesperado. Con un estribillo pegadizo y una melodía contagiosa, la canción empezó a sonar en las emisoras de radio, logrando un alcance masivo que consolidó a Do Barro en el panorama musical español. Debido al éxito de «O tren», Do Barro decidió grabar una versión en castellano de la canción, lo que amplió aún más su popularidad.

Tras este éxito, Andrés Do Barro publicó su primer LP, que incluyó grandes éxitos como «San Antón» y «Corpiño xeitoso». El éxito de su carrera fue seguido por un segundo álbum en 1972, también producido por Juan Pardo. Aunque durante los años 1973-1976 su carrera experimentó un descenso en la popularidad comercial, Do Barro continuó creando canciones de calidad, con composiciones como «Manuela», «Me estoy volviendo loco» y «Si vienes a San Simón», que, aunque no fueron grandes éxitos comerciales, se destacaron por su calidad.

En 1976, Do Barro publicó su último sencillo, «Señora mía», y se retiró de la vida pública, aunque su legado musical no desaparecería. En la década de 1980, la canción «O tren» fue rescatada por el grupo Siniestro Total, quien la interpretó en clave punk, lo que permitió a Do Barro regresar brevemente al foco cultural. Lamentablemente, Andrés Do Barro fallecería en 1989 debido a un tumor hepático, lo que puso fin a una carrera brillante pero breve.

Impacto en la Sociedad y su Tiempo

La importancia de Andrés Do Barro en la música española no se puede medir únicamente por sus éxitos comerciales. Su mayor contribución fue la reivindicación del gallego como lengua de expresión popular. En una época en la que el franquismo restringía el uso de lenguas regionales en los medios de comunicación y la cultura popular, Do Barro desafió esas normas y cantó abiertamente en gallego. Esto no solo fue un acto de valentía artística, sino también un acto político y social que ayudó a consolidar el gallego como una lengua válida para la música moderna.

Además, su música representaba un cruce entre lo local y lo universal. Aunque cantaba en gallego, sus melodías y composiciones eran accesibles para un público amplio, trascendiendo las fronteras lingüísticas. Esta fusión de tradición y modernidad lo convirtió en un artista de vanguardia, no solo en Galicia, sino en toda España. Su éxito en las listas de éxitos a nivel nacional demostró que la música en lenguas cooficiales podía ser popular y comercialmente viable, un hecho que tuvo un impacto duradero en la música española.

Legado y Controversias Posteriores

El legado de Andrés Do Barro ha crecido con el paso de los años. Su valentía para cantar en gallego y su éxito en un contexto de represión cultural le otorgan un valor histórico y simbólico importante dentro de la música gallega y española. En la actualidad, su música sigue siendo escuchada y versionada, y su historia es objeto de estudio en contextos académicos sobre la música popular, la identidad lingüística y los movimientos culturales de los años 70.

«O tren» ha trascendido como un himno generacional y símbolo de una época. Incluso el grupo Siniestro Total, al reinterpretar la canción en un estilo punk, reafirmó su estatus como un himno de resistencia cultural. La figura de Do Barro, lejos de ser un simple artista, se ha convertido en un ícono de la lucha por la visibilidad de las lenguas cooficiales y de la reivindicación cultural gallega.

Sin embargo, su figura también ha sido objeto de reinterpretaciones y debates. Algunas generaciones más jóvenes, al no vivir en el contexto político y social de los años 60 y 70, pueden ver su música simplemente como parte del legado musical español, sin comprender completamente el trasfondo social y político que motivó sus decisiones artísticas. De todas formas, su legado sigue siendo relevante, y su figura continúa siendo reivindicada por aquellos que valoran su contribución a la música, la lengua y la cultura gallega.

La Reflexión Final

El legado de Andrés Do Barro sigue vivo, no solo en sus canciones, sino también en las preguntas que deja abiertas sobre el papel de la música en la resistencia cultural y la preservación de lenguas minoritarias. Su vida y obra siguen siendo un recordatorio de que la música puede ser mucho más que entretenimiento; puede ser una herramienta de cambio social y cultural. La figura de Do Barro, que cruzó fronteras lingüísticas y generacionales, sigue siendo relevante hoy en día, y su música sigue invitando a la reflexión sobre la identidad y la cultura en un contexto globalizado.