Roser Bru (1923-2021). La artista chilena de origen español que revolucionó la Nueva Figuración

Roser Bru, una de las figuras más
destacadas en el mundo del arte contemporáneo chileno, dejó una huella
imborrable en la historia del arte de la región. Nacida en Barcelona el
15 de febrero de 1923 y fallecida en Santiago de Chile el 26 de mayo de
2021, su trayectoria estuvo marcada por su constante exploración de
nuevas formas de expresión artística, en especial en las disciplinas de
pintura, dibujo y grabado. Su obra, profundamente influenciada por su
pasado personal y los contextos históricos que vivió, la convirtió en
una de las grandes exponentes de la Nueva Figuración en Chile, un
movimiento que transformó la representación visual en un vehículo de
memoria y reflexión.

Orígenes y contexto histórico

El contexto histórico en el que
Roser Bru nació fue crucial para comprender su evolución artística.
Barcelona, en 1923, vivía bajo la opresión del régimen franquista,
después de la devastadora Guerra Civil Española. Esta situación
política y social fue un factor determinante en la vida de Bru, quien,
al igual que muchos otros niños de su época, tuvo que huir de España a
raíz de la victoria de las tropas franquistas en 1939. Su familia,
inicialmente refugiada en Francia, decidió emigrar hacia Chile, lo que
marcaría un giro radical en su existencia y en su formación artística.

A su llegada a Chile, Bru se
encontró con un entorno social y cultural completamente diferente al de
su tierra natal, lo que representó tanto un desafío como una
oportunidad para su desarrollo. En este nuevo contexto, comenzó su
formación académica, asistiendo a la prestigiosa Escuela Montessori y
al Instituto Escuela de la Generalitat de Barcelona. Su educación en
estos centros fomentó su amor por las artes, un interés que se
convertiría en el eje central de su vida.

El exilio y la guerra fueron
elementos omnipresentes en la vida de Roser Bru, y estos temas se
reflejarían en su obra artística a lo largo de su carrera. La memoria
histórica y la identidad se convirtieron en temas recurrentes, y su
visión de la realidad fue influenciada por las vivencias de
desplazamiento y dolor de su juventud.

Logros y contribuciones

Roser Bru se formó en las artes
plásticas en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Santiago,
donde tuvo el privilegio de conocer y trabajar junto a destacados
artistas y figuras del arte chileno, como Pablo Burchard, quien tuvo
una notable influencia en su desarrollo artístico. Esta etapa formativa
fue fundamental para Bru, ya que le permitió familiarizarse con las
técnicas tradicionales y con la renovación que la Nueva Figuración
traía consigo.

A lo largo de su carrera, Bru se
especializó en el grabado, una técnica que comenzó a explorar en 1957
en el Taller 99 de Nemesio Antúnez. Este taller fue un espacio
fundamental donde la artista consolidó su estilo, desarrollando un
sello personal que combinaba diversas disciplinas como la pintura, el
dibujo y el grabado. Esta fusión de técnicas le permitió crear obras
que, además de ser visualmente innovadoras, transmitían una profunda
carga emocional y simbólica.

En 1957, Roser Bru presentó su
primera exposición individual en la Galería Beaux-Arts de Santiago, lo
que marcó el inicio de una exitosa carrera internacional. Al año
siguiente, regresó a exponer en el mismo lugar, consolidando su
presencia en la escena artística de Chile. Sus primeras obras
reflejaban un enfoque renovador en la representación figurativa, donde
los elementos más sencillos de la composición eran los encargados de
evocar sensaciones de intemporalidad.

Bru también realizó un viaje a
España, donde tuvo contacto con artistas catalanes como Tàpies, cuya
obra le proporcionó nuevas perspectivas que enriquecieron su lenguaje
visual. Este contacto con el arte europeo consolidó aún más su enfoque
innovador y, al mismo tiempo, profundizó en su interés por temas como
la memoria histórica y la reflexión sobre la identidad.

La influencia de Roser Bru
trascendió las fronteras de Chile. A lo largo de su carrera, su obra
fue expuesta en prestigiosos museos y galerías de todo el mundo,
incluyendo el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, el Museo
Metropolitano de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el
Museo Staatliche de Berlín y el Ayuntamiento de Barcelona, entre otros.

Momentos clave de su carrera

A lo largo de su vida, Roser Bru
vivió momentos decisivos que marcaron no solo su carrera, sino también
el rumbo del arte contemporáneo en Chile. Algunos de estos eventos
clave son los siguientes:

  • 1957:
    Realiza su primera exposición individual en la Galería Beaux-Arts de
    Santiago, lo que marca el inicio de su carrera artística profesional.

  • 1964:
    Es nombrada profesora de dibujo y pintura en la Escuela de Arte de la
    Universidad Católica, cargo que desempeñó hasta 1968 y luego retomó en
    1989 como profesora invitada.

  • 1974-1989: Durante este periodo, Bru presenta diversas exposiciones y retrospectivas, como El deterioro y la memoria (1974), Kafka y nosotros (1977), Memoria in memoriam (1979), Olvidos y memorias (1982) y Presencias-Ausencias (1989).

  • 1965: Obtiene el Premio Osvaldo Goeldi en la II Bienal Iberoamericana de Grabado.

  • 1985: Su obra es presentada en la muestra Roser Bru, una mirada desde afuera, una retrospectiva que le permitió obtener un mayor reconocimiento internacional.