A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Ingeniería y tecnologíaBiografía

Fulton, Robert (1765-1815).

Mecánico e ingeniero estadounidense nacido en Little Britain (Pensilvania) en 1765, y fallecido en Nueva York el 24 de febrero de 1815.

Nacido en el seno de una familia irlandesa de emigrantes con escasos recursos económicos, el fallecimiento de su padre impidió que la instrucción del joven Fulton fuera más allá de los estudios primarios. En plena adolescencia se trasladó a Filadelfia, donde se colocó de aprendiz de un taller de joyería. Durante sus ratos de ocio se aficionó a la pintura, y aunque su calidad artística era discreta, la venta de sus cuadros le procuró cierto desahogo económico a la familia. Se trasladó a Londres, donde abandonó sus pretensiones artísticas definitivamente al entrar como mecánico en un taller. Sus patrones pronto notaron la gran capacidad de trabajo e inventiva de aquel joven que se pasaba largo tiempo estudiando y trazando diseños, y lo apadrinaron hasta conseguir que se asociara con una de las figuras más prominentes de la ingeniería de la época, Remsey, con quien logró registrar diversas patentes como un sistema de esclusas de canales basado en planos inclinados y una máquina de pulir y aserrar mármol. Por entonces ya conocía las experiencias de Papin con la máquina de vapor, y planeaba, a largo plazo, aplicarlas a la navegación.

Ante la falta de interés que despertó en Inglaterra su sistema de esclusas, marchó a París bajo la influencia del cónsul de su patria, pero tampoco allí logró llamar la atención sobre su invento, y desdeñado vertió sus energías en otro tipo de proyectos de menor trascendencia como la construcción y exhibición de dioramas, con los que tampoco logró mayor éxito. Decidió entonces volcarse en el estudio de la navegación y de los medios que se usaban en la guerra naval, fruto del cual fue la invención del torpedo y de un ingenio submarino que bautizó con el nombre de Nautilus (no fue el primero: ya a mediados del siglo XVIII Busnhell había construido un artilugio similar). Con su torpedo logró incendiar una barcaza en el Sena, y con el segundo pudo navegar bajo el agua varias horas seguidas, a una profundidad de unos siete metros. Ofreció su invento al Directorio parisino, y tras el silencio administrativo se lo ofreció a la República bátava, aliada de Napoleón, que tampoco tuvo mayor interés. Volvió a ofrecérselo a Bonaparte, quien nombró una comisión que estudiara las ventajas del artilugio. Tras unas pruebas en el puerto de Brest frente al almirante Villaret, coronadas con éxito, el expediente vuelve a perderse en la burocracia parisina. No por ello desanimado, retomó aquel viejo proyecto de motorizar naves, y construyó un pequeño buque a vapor con el que recorrió el Sena. Intentaba Fulton llamar la atención de Napoleón por todos los medios posibles, pero fue Inglaterra la que se interesó por el vapor, temerosa de cualquier ingenio que pusiera en peligro la supremacía de su flota. Marchó pues Fulton a la capital del imperio británico, y todo aquel interés mientras se encontró en Francia se convirtió en desdén y desidia.

Decidió entonces volver a su patria. Contrajo matrimonio por entonces con una sobrina de su gran amigo el cónsul americano en París, quien ejerció de necesario pañuelo de lágrimas en aquellas épocas en que el inventor se desanimaba por el desdén mostrado hacia sus inventos. El gobierno norteamericano examinó y decidió incorporar el torpedo de Fulton, y con los ingresos que obtuvo pudo por fin construir su gran proyecto, un gran buque a vapor, lo que consiguió el 18 de agosto de 1807, no sin sufrir varios reveses y sinsabores. La botadura en el puerto de Nueva York del Clermont, frente a una multitud de escépticos que esperaban ver fracasar al inventor, fue un rotundo éxito, y logró que el gobierno le concediese la patente, un permiso para construir nuevos buques y la concesión de explotación de determinadas líneas marítimas. No hubo de esperar mucho tiempo a que surgieran los imitadores de su obra, que hicieron que el resto de su existencia se viera envuelto en tediosos pleitos por defender sus derechos de patente. Recibió el encargo del gobierno de unir mediante un canal el río Mississippi con el lago Pontchartrain, lo que realizó a completa satisfacción.

Sus últimos años transcurrieron entre pleitos constantes por defender sus derechos. A tal punto que su abogado, Mr. Emmet, lo acompañaba constantemente. En una travesía por el lago Hudson, su abogado tropezó y cayó al agua, y Fulton no dudó en lanzarse al agua a auxiliar a su amigo. La baja temperatura de las aguas y el largo tiempo transcurrido hasta que fue rescatado hicieron que contrajera una fiebre persistente que poco tiempo después consumió su fructífera y amarga vida cuando aún no había cumplido los cincuenta años. Escribió varias obras relativas a sus invenciones, entre las que destacan Letters on Submarine Navigation (1806), Torpedo war (1810), Report on the Practicability of Navigating with Steamboats on the Southern Waters of the United States (1813).

Autor

  • JJ.