Valls-Taberner Arnó, Lluís (1926-2006).
Banquero español, nacido en Barcelona en junio de 1926 y fallecido en Madrid el 25 de febrero de 2006. Presidente del Grupo Banco Popular entre 1972 y 2004.
Hijo de Ferran Valls i Taberner (jurista, historiador, político) y de Marcelina Arnó Maristany; nieto de Isidre Valls i Pallerola, (ingeniero, empresario, diputado y senador) y sobrino de los empresarios y banqueros catalanes Josep y Domingo Valls Taberner. Lluís Valls siguió los pasos de sus antecesores y dedicó su vida a los negocios en banca. Ingresó en el Banco Popular en 1957, contribuyendo notablemente a la transformación de la entidad, en la que ocupó los cargos de vicepresidente y presidente desde 1972; copresidente del Consejo de Administración del banco, junto a su hermano Xavier Valls-Taberner, desde 1989. Tras su retirada el 19 de octubre de 2004, pasó a ocupar la presidencia de la Junta de Accionistas. Ha sido considerado el artífice de los cambios introducidos en el Banco Popular, referente mundial en eficiencia y rentabilidad, tres veces calificado el mejor Banco del mundo y en cuatro ocasiones el mejor Banco de Europa.
Debido al exilio de su padre, realizó sus estudios en Génova y Roma y cuando volvieron a España los completó en Córdoba y Logroño. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona donde comenzó a trabajar como profesor ayudante de la asignatura Economía Política desde 1948. En 1952 consiguió el doctorado por la Universidad de Madrid y aquí también trabajó como profesor adjunto.
Un año más tarde, Luis fue recomendado, al igual que otros miembros de la familia, por su primo Felix Millet i Maristany, en ese momento presidente de la entidad, para entrar a formar parte del Banco Popular. El proceso de incorporación de los Valls duró tres años, hasta 1956, durante los cuales ocuparon puestos y adquirieron acciones. Luis fue vicepresidente a partir de 1957.
Durante la década de los años sesenta, Luis Valls promovió la sociedad Fomento de Actividades Culturales, Económicas y Sociales (FACES), lugar de reunión de monárquicos, falangistas y tecnócratas. En 1962 compró el diario Madrid, si bien, discrepancias en su foro interno y una mala gestión provocaron su cierre. A mediados de esta década, Valls abandonó la docencia para dedicar todo su tiempo a la banca, se creó lo que sería una de las líneas básicas a seguir por parte del Banco Popular.
Cuando ingresó en el Banco Popular se dedicó a lograr una separación de funciones y responsabilidades del Consejo de Administración y de la Dirección Ejecutiva, influyó también en la flexibilización de la organización, al reducir escalones jerárquicos y delegando responsabilidades. También fue durante esta década cuando el gobierno franquista comenzó un proceso de nacionalización de la banca. Contra esto, Valls creó en 1967 cinco sociedades bajo el nombre de Popularinsa cuyo patrimonio eran las participaciones en los bancos filiales que se ofreció a los accionistas del Popular. De este modo lo que se consiguió fue que si nacionalizaban el Popular (hecho que no llegó a ocurrir), los accionistas seguirían contando con el Popularinsa.
Su personalidad se proyectó asimismo fuera de sus funciones en el banco, en el entorno social. Escribió varias publicaciones económicas y jurídicas, muchas de la cuales no fueron publicadas con su nombre, sino atribuidas a la entidad de la que fuera presidente. Fue autor de un artículo de Derecho sobre la limitación de la responsabilidad de la empresa individual, aparecido en la Revista Jurídica de Cataluña. También redactó diversos artículos jurídicos y políticos, que se publicaron en varios periódicos: El Diario “Madrid”, en ABC, El horizonte del nuevo gobierno, en Ya, Las familias políticas, en ABC, El Rey no gobierna, en ABC, y ¿Quiénes nos gobernarán?, en ABC; además de sobre asuntos económicos y bancarios: La banca también prospera en regímenes democráticos, en El País, Sobre la reforma de la banca, en ABC, Los banqueros caminan hacia la “reserva”, en El País, y ¿También la banca?, en El País.
Tuvo dos enfrentamientos notorios que trascendieron a la opinión pública: uno contra Rafael Calvo Serer, de carácter empresarial y económico, por defender Lluís Valls los intereses del banco que representaba, y otro de carácter político, contra Manuel Fraga y Valero Bermejo por verse involucrado en disputas entre éstos y Calvo Serer, donde se vio obligado a tomar partido en esta ocasión por Calvo y Serer. Otro asunto que en su momento destacaron los medios de información fue el proceso de expropiación de la empresa Rumasa, donde Lluís Valls manifestó que se había sentido calumniado por José María Ruiz-Mateos en declaraciones contra su persona, proceso en el que declaró que no había dirigido “ninguna operación expropiatoria” contra dicha empresa.
Varias personalidades le dedicaron notas necrológicas en ocasión de su óbito: Antonio Fontán, José Luis Gutiérrez, Iñigo de Barrón, Juan Pablo de Villanueva, Miguel Ángel Valero, Encarna Pérez, Jesús Martín, José Luis Leal.
