Toscano Barragán, Salvador (1872-1947).
Ingeniero y cineasta mejicano, nacido en Ciudad Guzmán (en el estado de Jalisco) en 1872 y fallecido en Ciudad de México en 1947. Era hijo de don Esteban Toscano y de la poetisa doña Refugio Barragán; hermano del ingeniero Ricardo Toscano Barragán; y padre del ensayista y arqueólogo Salvador Toscano Escobedo, y de la ensayista, guionista y directora cinematográfica Carmen Toscano Escobedo.
Desde niño mostró una temprana afición al estudio de la tecnología y, simultáneamente, un vivo interés por las materias humanísticas, heredado de la vocación poética de su madre. Así, tras cursar sus estudios primarios y secundarios en la ciudad de Guadalajara -donde ya dio muestras de su preocupación por las Letras, con la fundación de un periódico escolar-, pasó a la capital del país para cursar estudios superiores de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional, de donde egresó en 1897 con el título de ingeniero.
Interesado vivamente por todos los adelantos técnicos relacionados con el arte y la cultura, Salvador Toscano tuvo noticia de la introducción en 1896, por primera vez en la historia de México, de un aparato de "vistas en movimiento" que, siguiendo las pautas del construido en Francia por Louis y Auguste Lumière, había traído el ciudadano galo Gabriel Vayre. Buen conocedor de estos proyectores -de los que ya tenía noticia por su frecuente lectura de las principales publicaciones culturales europeas-, Salvador Toscano solicitó de Francia un aparato similar y varias cintas cinematográficas que empezó a proyectar en un local de la capitalina calle de Jesús María, en lo que él llamó "Cinematógrafo Lumière", que puede considerarse como la primera sala de proyecciones que hubo en territorio mejicano.
Ante la excepcional acogida que halló esta iniciativa, el ingeniero de Ciudad Guzmán trasladó su sala a un local más amplio de la calle Plateros (luego Madero), donde el invento de los industriales franceses alcanzó una extraordinaria aceptación popular que tuvo, a su vez, gran repercusión en los medios intelectuales mejicanos. A partir de entonces, Salvador Toscano Barragán exhibió su equipo de proyección por varios estados de su país (como Puebla, Durango y Zacatecas), y llegó incluso a introducirlo en algunos lugares del sur de los Estados Unidos de América. Ante este éxito, el emprendedor ingeniero no se conformó con su labor de exhibidor de cintas ajenas, por lo que hizo traer de Europa una cámara para filmar y construyó un laboratorio en el que consiguió revelar y montar su propio material cinematográfico. Se convirtió así en el primer realizador del país azteca, especializado en la filmación de diferentes actos públicos y acontecimientos históricos que, como los relacionados con la Revolución, proporcionarían después un valiosísimo material para la reconstrucción de la historia de México durante dicho período. Fue precisamente su hija, la escritora y cineasta Carmen Toscano Escobedo, quien se encargó de recopilar y clasificar el abundante material cinematográfico filmado por su padre para montar una interesantísima película, Memorias de un mexicano (1950), que fue calificada como obra de interés nacional.