Torres Bello, José Vicente (1934-VVVV).
Matador de toros venezolano, nacido en Caracas el 27 de octubre de 1934. Después de haberse curtido en la brega de tientas, capeas y otros festejos menores, el 18 de septiembre de 1949 se vistió su primer terno de luces para hacer el paseíllo en la plaza de toros de Lima.
Poco después, consciente de que la verdadera condición de torero sólo puede adquirirse tras haber toreado en las principales plazas de la cuna del Arte de Cúchares, cruzó el Atlántico y toreó en España varias novilladas durante la campaña de 1951. Por fin, a comienzos de la temporada siguiente (concretamente, el día 6 de abril de 1952) pudo hacer el paseíllo en la plaza Monumental de Las Ventas, donde se anunció junto a los jóvenes novilleros "Navarrete" y Manuel O. Márquez, para despachar entre los tres un encierro perteneciente a la ganadería de don Manuel Arranz.
Tan bien le fue aquel aprendizaje en suelo hispano, que durante aquella campaña de 1952 firmó y cumplió treinta contratos, bagaje más que suficiente para hallarse en disposición de dar el paso más importante en la carrera de un torero: tomar la alternativa. Así que, el día 14 de octubre del mencionado año, en el transcurso de la Feria del Pilar de Zaragoza, recibió el doctorado en tauromaquia de manos de su padrino, el excelente estoqueador gaditano Rafael Ortega Domínguez. Fue aquella una corrida en la que lidiaron y mataron ocho toros, por lo que José Vicente Torres Bello contó con dos testigos de su alternativa: el espada rondeño Antonio Ordóñez Araujo, y el matador sevillano Juan Barranco Posada. El toricantano se doctoró dando lidia y muerte a estoque a un toro marcado con la señal de Concha y Sierra, que respondía al nombre de Bigote.
Al año siguiente, José Vicente Torres Bello decidió confirmar en Madrid su pertenencia al gremio de los matadores de toros. Corría, a la sazón, el día 31 de mayo de 1953, fecha en la que el exquisito coletudo gitano Joaquín Rodríguez Ortega ("Cagancho") le facultó para muletear y estoquear a Varelito, un morlaco perteneciente a la vacada de Sánchez Fabrés. Aquella tarde, ofició de testigo el lidiador sevillano Manuel Carmona Bazán. A partir de esta confirmación, la andadura torera del diestro venezolano pasó prácticamente inadvertida, al menos en tierras españolas.