Toro, Fermín (1806-1865).
Político, diplomático y educador venezolano, nacido en El Valle (Distrito Federal), el 14 de junio de 1806 y fallecido en Caracas el 23 de diciembre de 1865.
Vida
A los diez años se vio obligado a trasladarse a Caracas con su familia debido a la guerra de emancipación. Su formación fue totalmente autodidacta, hasta que en 1828 entró como funcionario en el Departamento de Hacienda y se marchó a La Guaira y a Isla Margarita para desempeñar cargos aduaneros; de allí volvió en 1831, otra vez a Caracas, para incorporarse en calidad de diputado al Congreso Nacional un año después. Después estuvo algún tiempo ejerciendo labores docentes, hasta que en 1839 fue nombrado secretario de Alejo Fortique para prestar sus servicios en la misión diplomática que el gobierno le había encargado que realizara en la corte inglesa. Hasta 1841, Toro permaneció en Londres; allí tuvo oportunidad de perfeccionar sus conocimientos políticos y sociológicos, sin dejar de lado su producción literaria.
De regreso a Caracas ocupó el cargo de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda, donde ejercitó sus conocimientos de Economía y elaboró, entre 1842 y 1844, su obra Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834, publicada en 1845. Retomó también de nuevo la docencia, así como sus colaboraciones literarias en los periódicos de la época, razón por la cual se incorporó al grupo que dirigía el Liceo Venezolano, importante institución científico-literaria.
En 1842, se encargó de presidir la comisión que preparó en Caracas las honras fúnebres a Simón Bolívar, con motivo del traslado de sus restos, acontecimiento del cual dejó constancia en la Descripción de los honores fúnebres consagrados a los restos del Libertador Simón Bolívar. A partir de 1844 cumplió varias misiones diplomáticas. Fue a Nueva Granada como ministro plenipotenciario para buscar un acuerdo sobre el problema limítrofe, que no se logró. En estas mismas funciones viajó a España para efectuar en Madrid el canje de ratificaciones del Tratado de Paz, Reconocimiento y Amistad entre España y Venezuela, que tuvo lugar el 30 de marzo de 1845. Cumplido su cometido, marchó a París y Londres para agradecer a estos dos países la colaboración prestada a Venezuela en los tratados con el gobierno español. En 1847, ya de vuelta en su país, fue nombrado ministro de Hacienda por el presidente José Tadeo Monagas. Al año siguiente se incorporó a las Cámaras Legislativas como diputado por Caracas pero, ante el asalto al Congreso del 24 de enero de 1848, renuncia a su condición de tal. Se retiró entonces de la vida política y marchó a los valles de Aragua donde se dedicó a labores agrícolas y ganaderas, y a profundizar sobre sus estudios de botánica.
Participó activamente en las maniobras de derrocamiento de José Gregorio Monagas y tomó parte en la revolución de marzo de 1858, encabezada por Julián de Castro, y se incorporó nuevamente a la vida pública tras triunfar este movimiento. Durante la presidencia de Castro fue ministro de Hacienda y Relaciones Exteriores y, como titular de esta última cartera, tuvo que resolver el conflicto diplomático surgido en torno al cumplimiento del Protocolo Urrutia. A mediados de !858, fue miembro de la Convención Nacional de Valencia, la cual presidió luego. En el transcurso de la Guerra Federal, en 1860, fue enviado en misión diplomática a España, Francia e Inglaterra para explicar la muerte y confiscación de bienes de súbditos de estos países por los revolucionarios. A su regresó, en 1862, se retiró definitivamente de la escena política. Dedicó sus últimos años de su vida a investigaciones botánicas y a estudiar las lenguas indígenas.