Tixe de Isern, María Bárbara (1846-d. 1902).
Poetisa española nacida en Sevilla el 24 de julio de 1846 y fallecida en la siguiente centuria, en fecha y lugar desconocidos (pero siempre después de 1914, año en el que concluyó y publicó el último de sus libros conocidos en la actualidad). Firmó gran parte de sus escritos literarios con el seudónimo de Un Miembro de la Venerable Orden Tercera.
Hija de Diego Tixe y Juana Barba, nació en la casa que el matrimonio habitaba en la sevillana calle de Argote de Molina. Pronto mostró una especial disposición para el cultivo de la creación literaria, que sumó a su acentuada espiritualidad para dedicarse, sobre todo, a la composición de poemas de contenido religioso. Contrajo matrimonio con Francisco de Isern, quien, a diferencia de lo que solía ser habitual en los esposos de la época, no se opuso a que su mujer continuara escribiendo.
Durante muchos años publicó sus poemas en algunos periódicos y revistas de gran difusión, como El Correo de Andalucía, aunque también estampó sus colaboraciones en otras publicaciones de alcance mucho más restringido, como Adalid Seráfico y La Voz de San Antonio. Debió de gozar, en vida, de una cierta notoriedad como escritora, pues algunas de sus obras fueron traducidas al portugués (en versión de Xavier de Cunha) y al italiano (por obra de Próspero Peregallo). Al final de su vida dejó de escribir debido a la progresiva ceguera que le sobrevino con la vejez.
En el citado diario El Correo de Andalucía dejó dispersas más de veinte composiciones poéticas, todas ellas publicadas ya en los albores del siglo XX. A través de un somero repaso por los títulos y los primeros versos de esto poemas se puede detectar las dos características más acusadas de la producción lírica de María Bárbara de Isern: su innegable adscripción -a pesar de lo avanzado de la fecha- a ese romanticismo tardío que aún perdura en numerosos poetas de comienzos del siglo XX, y su patente dependencia del fervor religioso que alentaba la vida de la autora. He aquí algunas muestras fehacientes: "La pasionaria" ("Cuando Cristo en Cruz redime al mundo...", 7 de octubre de 1901), "Una puesta de sol" ("Las verdes copas de la esbelta encina...", 21 de octubre de 1901), "En la firma" ("De esta carta en la firma, dulce beso...", 4 de noviembre de 1901), "En el cementerio" ("¿Qué notas, ¡ay!, allende tumbas frías...", 25 de noviembre de 1901), "A Nuestra Señora de Belén" ("Tú, del cristianismo aurora...", 23 de diciembre de 1901), "La sombra" ("¡No te apartes de mí.. sombra adorada...!", 30 de diciembre de 1901), "La Adoración de los Magos" ("Guiados por estrella refulgente...", 6 de enero de 1902), "Delirio" ("Mi tesoro, mi bien, mi luz, mi cielo...", 13 de enero de 1902), etc.
En su prolífica andadura poética, María Bárbara Tixe de Isern dio a la imprenta numerosos volúmenes. Su primera entrega lírica fue un libro de sonetos titulado Lágrimas de una madre (Sevilla; Imprenta de E. Rasso, 1898), al que siguió el poemario Romancero del Beato Fr. Diego José de Cádiz, obra escrita en común con Fr. Ambrosio de Valencia. En este libro, prologado por don Juan F. Muñoz y Pavón, la escritora sevillana utilizó por vez primera el seudónimo de Un Miembro de la Venerable Orden Tercera.
Posteriormente, dio a la imprenta Pensamientos marchitos (Sevilla; F. de Díaz, 1903), para enfrascarse a continuación en una traducción que publicó bajo el título de Arco Iris de consuelos o Exposición de los Sacramentos de Nuestra Señora Madre la Iglesia. Trozos escogidos de las conferencias del Reverendo P. J. M. L. Monsabré y de los principales catecismos católicos, recopilados éstos y traducidos del francés al castellano por [...] (Sevilla; TIpografía de El Correo de Andalucía, 1904). Ante la buena acogida que los círculos de lectores cristianos tuvo esta obra, María Bárbara Tixe se animó a presentar otra recopilación de textos de varios autores españoles y extranjeros, esta vez presentada bajo el título de La transfiguración del hombre por la Gracia o El ser humano divinizado (Sevilla; Imprenta de Francisco P. Díaz, 1907).
Tres años después, la escritora hispalense volvió a los anaqueles de las librerías con Reflejos del amor divino (Sevilla; Francisco de P. Díaz, 1910), obra a la que siguió otro poemario titulado La Pasionaria (Sevilla; Francisco de P. Díaz, 1913). Finalmente, dio a la imprenta la leyenda en verso La Santa Misa (Sevilla; TIpografía de M. Carmona, 1914), que salió prologada por el Ilmo. Sr. D. Bartolomé Romero Gago. Este es el libro más emotivo de María Bárbara Tixe de Isern, ya que lo dedicó a su hijo Francisco, que había perdido la vida en un accidente ocurrido el 20 de octubre de 1912. El mencionado autor del prólogo se encargó de subrayar las dificultades que había encontrado la autora en su empeño de dar remate a esta obra, pues la ceguera ya casi no le permitía leer ni escribir.
Bibliografía
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SIMÓN PALMER, Carmen. Escritoras españolas del siglo XIX. Manual biobibliográfico (Madrid; Castalia, 1991).
J. R. Fernández de Cano.