Teodomiro, Rey suevo (559-570).
Monarca suevo que reinó entre los años 559 y 570. Tras el fin del reinado de Remismundo en el año 468, año en que los suevos fueron derrotados por los godos de Eurico, se inició un prolongado período de oscuridad en las fuentes respecto al devenir histórico del reino suevo. Con la figura de Teodomiro se vuelve a retomar la historia de su pueblo. El hecho más destacado de su reinado fue la definitiva conversión de los suevos al catolicismo con el consiguiente abandono de la doctrina arrianista (Véase Arrianismo), lo cual se produjo entre los años 559 y 563. Esta conversión parece que aconteció tras las predicaciones de San Martín de Dumio que, según Gregorio de Tours, hizo que Teodomiro abrazara el catolicismo después de la milagrosa sanación de uno de sus hijos. Sobre la circunstancia de la conversión de los suevos al catolicismo existe controversia entre los autores en cuanto a bajo qué monarca se produjo este hecho; Gregorio de Tours, en su crónica, se refiere concretamente a Karriarico o Charriarico, mientras que San Isidoro de Sevilla atribuye la conversión a Teodomiro. Esta circunstancia ha hecho que unos autores piensen que ambas fuentes se refirieran al mismo monarca, identificando a Karriarico con Teodomiro, mientras que otros identifican dos reinados diferentes, considerando que la conversión se habría producido en un reinado distinto, en este caso en tiempos de Karriarico, que según la cronología de Gregorio de Tours habría reinado veinte años antes que Teodomiro. Si bien tampoco hay unanimidad, parece que fue con este monarca cuando fue convocado el I Concilio de Braga el 1 de mayo del año 561, bajo los auspicios de San Martín de Dumio, y en él San Martín fue consagrado como Obispo. Lo que sí parece seguro es que bajo el reinado de Teodomiro tuvo lugar una profundísima reorganización de la Iglesia sueva, quedando el reino dividido en trece sedes episcopales, de las cuales algunas, como Viseo, Lamego e Idanha, lo fueron de nueva creación; a su vez, estas sedes se organizaron en dos grandes distritos o provincias: una meridional, con centro en Braga, y otra septentrional, en torno a Lugo, convertida en nueva sede metropolitana. Todo esto vino a afirmar, tras casi un siglo de oscuridad, un nuevo afianzamiento suevo en su propio territorio y sobre todo una consolidación ante los visigodos. A su muerte, Teodomiro fue sucedido por Miro.
Bibliografía
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GARCÍA NIETO, L.A. Historia de España Visigoda. (Madrid, Cátedra: 1987).
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ORLANDIS, J. Época visigoda (409-711) En Historia de España. Tomo 4. Coordinada por Ángel Montenegro Duque. (Madrid, Editorial Gredos: 1987).
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