Pignatelli de Aragón y Moncayo, Ramón (1734-1793).
Ingeniero, político y canónigo español nacido en Zaragoza el 18 de abril de 1734 y fallecido el 30 de junio de 1793 también en la capital aragonesa, recordado por el proyecto de construcción de las obras del Canal Imperial de Aragón, que inició en 1772 y en las que trabajó hasta su muerte. También fue promotor de la construcción de la plaza de toros de Zaragoza (1764), que aún recibe el nombre de "Coso de Pignatelli" y que, además, está ubicada al final de la avenida bautizada con el nombre del insigne ingeniero aragonés.
Tras el fallecimiento de su madre en 1740, abandonó Aragón y se trasladó a Nápoles junto a su padre, conde de Fuentes, y sus hermanos. Años más tarde se instaló en Roma para continuar su formación en el Colegio Clementino y después regresó a Zaragoza para iniciar estudios universitarios en Cánones, donde alcanzó el grado de doctor.
Durante algunos años fue canónigo y prior de la Colegiata de Mora de Rubielos y, desde 1753 hasta su muerte, canónigo del Cabildo Catedralicio de Zaragoza, donde se ocupó fundamentalmente de la administración de las rentas y la restauración del palacio arzobispal. Desde muy joven demostró sus excelentes dotes como gestor y político y compaginó sus muchas responsabilidades religiosas con el ejercicio de relevantes cargos en la vida pública aragonesa. Durante más de veinte años (1764-1788) fue regidor de la junta encargada del gobierno y la administración de la Real Casa de Misericordia que reformó y modernizó y en la que instaló una industria textil. Mucho tiempo después, el edificio sería nuevamente remodelado para convertirse en sede del Gobierno autónomo de Aragón. Con el fin de recaudar fondos para la beneficencia zaragozana también promovió en 1764 la construcción de la plaza de toros "La Misericordia" de la capital, que dependía directamente de la Real Casa.
Pignatelli fue además el principal impulsor de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, entidad modélica en el panorama nacional de la que fue director durante algunos años, y ocupó el cargo de rector de la Universidad zaragozana durante cinco cursos académicos. En 1776 saltó a la primera fila de la arena política como candidato a ocupar el cargo de primer secretario de Estado y contó con el respaldo del conde de Aranda aunque, finalmente, fue el conde de Floridablanca quien accedió a la Secretaría.
A pesar de todas las ocupaciones referidas hasta ahora, el canónigo Pignatelli pasó a la historia por su trabajo tenaz y continuado en la construcción del Canal Imperial de Aragón. A instancias del conde de Aranda, en 1772 se convirtió en protector de un proyecto colosal en el que invirtió más de veinte años de su vida. Su labor de ingeniería civil visionaba además una reforma social y agraria dirigida a favorecer al pequeño campesino. Los importantes costes financieros, las dificultades técnicas y los enfrentamientos con la poderosa aristocracia aragonesa e incluso con el propio cabildo no consiguieron frenar el ilusionante proyecto de Pignatelli. Construyó el cauce del Canal, ideó un plan de navegación para permitir la comunicación entre los mares Cantábrico y Mediterráneo e incluyó en el obra el acondicionamiento del Canal de Tauste para que resultara más beneficiosa.
En reconocimiento a su labor como impulsor del mayor proyecto hidráulico aragonés de finales del siglo XVIII, hacia 1790 los responsables del Canal Imperial encargaron un retrato de Ramón de Pignatelli a Goya; lienzo original del que diferentes artistas realizaron varias copias entre 1800 y 1860. También inspirado en el retrato de Goya, el escultor Antonio Palao realizó en 1859 una estatua del canónigo que hasta 1904 permaneció en la glorieta Pignatelli (actual Plaza de Aragón) y después se trasladó al parque bautizado con su nombre.
