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PinturaBiografía

Muñiz, Teresa (1942-VVVV).

Pintora española, nacida en Madrid en 1942. Teresa Muñiz se forma en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Allí asiste a las clases de Antonio López, cuya orientación le influirá de forma decisiva en los primeros años de su desarrollo artístico. Sin embargo, esta tendencia realista de gran fidelidad a los objetos empezará a adquirir un cariz más surrealista a partir de 1976, fecha en que empiezan a aparecer también elementos de importante relieve realizados con empastes de la propia pintura.

Su gran conocimiento de la pintura le permite fundar en Madrid, en los años 70, el Estudio de Artes Plásticas que lleva su nombre y desde el que imparte un magisterio ininterrumpido a diferentes generaciones de artistas.

A través de sus dibujos, Teresa Muñiz desarrolla un trabajo autónomo que le ocupará varios años al final de la década de los 70, etapa que le conducirá a un cambio radical hacia la abstracción. En sus interpretaciones sobre la materia viva de los árboles, sus raíces, sus texturas, el lenguaje realista irá descubriendo una manera de hacer más autónoma del modelo, hasta el punto en que irá cediendo a los ritmos propios del dibujo y las tensiones de composición.

Sobre esta época, el crítico Javier Babón ha dicho que "la expresividad del trazo resulta suficientemente elocuente de por sí, sin la necesidad de invocar adscripción alguna a un estilo determinado. Vienen a ser geografías indeterminadas de sugerente ambigüedad".

Durante estos años, y motivada por el impulso de lo gráfico, se proyecta igualmente hacia las técnicas de grabado. Así, viaja a Italia entre los años 80 y 83 para realizar estudios de Xilografía y Calcografía en Urbino y para estudiar Técnicas Experimentales de grabado en la Scuola Internazionale di Grafica di Venezia. Los frutos de esta etapa diversifican enormemente las posibilidades técnicas del trabajo de Teresa Muñiz y serán recogidos en diversas exposiciones, tanto en España como en el extranjero.

Su reencuentro con la pintura está impregnado de los últimos descubrimientos realizados, que tienden, cada vez más, hacia un impresionismo abstracto donde el color y el gesto cobrarán una elocuente presencia. Una frase de María Zambrano, dedicada a la pintora por la artista Paz Muro, refleja muy ajustadamente el mundo que Muñiz está explorando en esos momentos:"...y los colores mismos nacen para hacernos la luz asequible. Y el Iris resplandece, antes que arriba en los cielos, abajo entre lo oscuro y la espesura, creando así un imprevisible claro propicio..." Efectivamente, los colores sombríos y profundos la acompañarán durante bastantes años hasta su exposición de Valladolid en 1991. Aquí, las alusiones a los fondos marinos culminarán una etapa definitiva de su trabajo con cuadros de gran formato y de un extraordinario lirismo.

Recientemente, su obra se ha radicalizado hacia una abstracción cada vez más depurada y, si antes trabajaba en lo que ella misma denominó "espacios inundados", su voluntad es ahora la transparencia nítida, el color encendido y un alejamiento sistemático de toda alusión naturalista. Enrique Andrés Ruiz en 1996 destacó "un puñado de acuarelas cristalinas, sucintas, silenciosas y delgadas por las que la leve pintura dibuja surcos y huellas entre algunos módulos helicoidales bien definidos, transparentando construcciones ciertamente abiertas, aéreas, diáfanas, tan diáfanas y claras como la mano de la pintora que se ha mostrado en ellas particularmente pasiva, obediente, atenta a la acción serena que la propia pintura le dictaba al oído".

Obra de Teresa Muñiz.

Z. Fernández de Moya

Autor

  • Z. Fernández de Moya