Morales, Ambrosio de (1513-1591).
Escritor y religioso jerónimo español nacido en Córdoba en 1513 y muerto en esa misma ciudad el 21 de septiembre de 1591. Venía de una familia de intelectuales, como hijo que era del doctor Antón García de Morales, médico y uno de los primeros catedráticos de Filosofía de la Universidad Complutense; por vía materna, era sobrino carnal de Fernán Pérez de Oliva. Cursó estudios en Salamanca junto a su tío (que llegó a ser rector de la institución), cuya obra editó posteriormente. Se dedicó en un principio al estudio de las lenguas, sobresaliendo en la española, e igualmente en la latina y griega, de la que tradujo al castellano la Tabla de Cebes. El 28 de junio de 1532, vistió el hábito jerónimo en el monasterio de Valparaíso de Córdoba; por esas fechas, y según noticia de Nicolás Antonio, llegó a castrarse para alejar de sí cualquier deseo.
En El viaje hecho por orden de Felipe II a León, Galicia y Asturias hizo un inventario de los manuscritos, inscripciones y reliquias sagradas de todas estas zonas. Escribió también Las antigüedades de Castilla y de las ciudades de España, su Memoria Sanctorum qui nati sunt in Hispania o, particularmente, Las vidas de los santos Justo y Pastor (de hecho, fue profesor de Retórica en la Universidad Complutense, entre 1543 y 1546); además, hay otras tantas obras editadas por F. Valerio, cuyos originales se conservan inéditos en la Biblioteca del Escorial (1793, 3 volúmenes). Como cronista real que fue desde 1565, continuó la Crónica general de España, 1543, de Florián de Ocampo, con su obra La crónica general de España (1574-1577), muy superior a la anterior, en la que se ven los primeros signos de una metodología científica en España.
Este erudito no sólo poseyó una de las mejores bibliotecas de su época sino que fue el verdadero padre de la Biblioteca de El Escorial, pues buscó en toda la Península los libros que habían de hacer real el sueño de Felipe II; de sus pesquisas queda buena muestra en el informe que el padre Flórez publicó en 1765: Viage de A. Morales por orden del rey D. Felipe II a los reynos de León, Galicia y Principado de Asturias para reconocer las reliquias de santos, sepulcros reales y libros manuscritos de las cathedrales y monasterios. Éste fue el resultado del viaje realizado en 1572 por mandato de Felipe II. Cuando Toledo quedó a cargo del cardenal Quiroga, Morales recibió el nombramiento de administrador de los hospitales de Puente del Arzobispo, lo que lo alejó notablemente de sus actividades científicas. En 1581, lo encontramos ya en Córdoba y, en 1584, en el Hospital de San Sebastián de esa misma ciudad, donde vivió hasta su último día. Sus restos, trasladados en distintas ocasiones, están hoy en San Hipólito de Córdoba.
