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HistoriaPeriodismoLiteraturaBiografía

Mora, José Joaquín (1783-1864).

Escritor, periodista y revolucionario español, nacido en Cádiz el 10 de enero de 1783 y muerto en Madrid el 4 de octubre de 1864, que tuvo una profunda influencia en Hispanoamérica.

Vida

Hijo de un magistrado, se educó en Cádiz y Granada y fue catedrático de Lógica en el colegio granadino de San Miguel, en donde explicaba a Bentham y Condillac. En 1805 era uno de los miembros que asistía a la Academia-tertulia que se reunía en casa del conde de Casas Rojas. Combatió en la Guerra de la Independencia, en la que llegó al grado de alférez del escuadrón franco del ejército del Centro. En 1809 fue hecho prisionero y trasladado al depósito de Autun y, en 1814, a Tournus; además, parece ser que prestó el juramento de sumisión a José I. En 1813 se le había encerrado por deudas en el fuerte de Lichtemberg, se casó con la hija de su huésped, Françoise Delauneux. A su vuelta a España se le acusó de afrancesamiento, que él negó, obteniendo su purificación en 1816.

Su formación, en gran parte autodidacta, tuvo una fuerte influencia liberal, plena de las ideas revolucionarias. Fue un convencido de que las ideas de progreso y civilización están en razón de los conocimientos, la cultura y la educación. Se adscribió al Neoclasicismo, pero acogió con simpatía el Romanticismo emergente. Fue un hombre de espíritu inquieto y apasionado, un intelectual activo. En España escribió mucho en la revista Crónica Científica y Literaria, lo que continuaría haciendo más adelante en Londres, en el Museo Universal de Ciencias y Artes y El Mensajero. Escribió algunos de los Catecismos de la serie de Rodolfo Ackermann que tuvieron tanta repercusión en América, como Gramática Castellana, Geografía y Gramática Latina y Geografía, éste último redactado en Chile en 1829. Realizó también algunas traducciones al castellano de obras como De Bonaparte y los Borbones (Cádiz, ¿1814?) de Chateaubriand; la tragedia Nino II de Charles Brifaut que Máiquez estrenó el 18 junio 1818; la comedia La Aparición y el Marido de Héricault Destouches y otras.

Su amistad con el príncipe Galitzin le valió para ser enviado en misión diplomática oficiosa a Italia en 1819, para entrevistarse con Capodistria, y, en enero de 1820, a Francia para ver qué se opinaba de la insurrección de Riego. Aunque no logró ver a Capodistria, sí hizo amistades entre los liberales y radicales de Francia e Inglaterra; además, llegó al convencimiento de que el gobierno fernandino estaba totalmente desprestigiado, por lo que aconsejó una serie de reformas políticas. Él mismo pretenderá después haber asistido a reuniones de Patriotas en Madrid (1817, 1818 y 1819).

Obra escrita

En cuanto triunfó la Constitución se lanzó de lleno al periodismo. Fue editor de Crónica científica y literaria (Madrid 1817-1820), del Constitucional (Madrid, 1820), de La Minerva Nacional (Madrid, 1820) y se le atribuye la Arlequina diplomática (Madrid, 1820).

Publicó también Versos que en celebridad de haber sido elegido Diputado en Cortes D.P.A. Cosío dijo...el 4 de junio de 1820 (Madrid 1820). Se le condenó por supuestas palabras ofensivas contra el Ayuntamiento de Madrid, en junio de 1820, y, en diciembre de ese año, su concurrencia al Café de Malta hizo que se viera complicado en la causa de Malta y fuera prisionero. Pidió a las Cortes que se encausara al juez por los procedimientos anticonstitucionales que había ejecutado en la causa seguida contra él, pero la Comisión lo desestimó (Redactor del Correo General de Madrid, desde el nº 115, 23 febrero 1821, y luego del Constitucional, Correo General de Madrid, 1821).

Fue también redactor de La Antorcha española (Madrid, 1821), director del Eco de Padilla (Madrid, 1821), redactor de El Independiente (Madrid, 1822), de El Patriota español (id.), de El Tribuno (id.) y de El Indicador (Madrid, 1822-1823)., además de colaborador del Redactor español, según Mesonero.

En 1822 publicó un folleto sin título (Madrid, imprenta de D. Luis Muñoz y Vilches), lleno de datos autobiográficos, y tradujo el Ensayo sobre las preocupaciones de D'Holbach (Madrid, 1823). Ese mismo año emigró a Inglaterra, donde trabajó para el editor Ackermann, publicando los No me olvides, 1824-1827 (Museo Universal de Ciencias y Artes, 1824-1826), Correo literario y político de Londres (1826), y numerosas obras de divulgación y traducciones, entre ellas la de William Davis Robinson Memorias de la Revolución de Méjico, y de la expedición del general D. Francisco Javier Mina a que se han agregado algunas observaciones sobre la comunicación proyectada entre los dos Océanos, Pacífico y Atlántico (Londres, 1824). Al mismo tiempo aparecían sus Memorias históricas sobre Fernando VII en francés, inglés y holandés, si bien en castellano no salieron hasta 1840.

En Londres conoció a Bernardino Rivadavia quien, en 1826, le invitó a trasladarse a Buenos Aires. En 1827 viajó a Argentina, donde difundió activamente sus ideas liberales y redactó artículos para el periódico gobiernista Crónica Política y Literaria de Buenos Aires (3 de marzo-6 de octubre de 1827) y El conciliador (que sólo tuvo un número, el del 18 de mayo de 1827), contribuyendo, además, con su visión pedagógica lancasteriana en el Colegio Argentino. Hostilizado por los federalistas, a la caída de Rivadavia, aceptó el ofrecimiento del general Francisco Antonio Pinto, vicepresidente de Chile, para trasladarse a este país y asumió el cargo de Oficial Mayor de la Secretaría de Estado.

A Santiago llegó en 1828, y allí fue empleado en la redacción de la Constitución y en materias de gobierno y hacienda. Estableció con la ayuda del presidente Francisco Antonio Pinto un colegio para varones, el Liceo de Chile, mientras su esposa establecía un Colegio para Señoritas. Organizó la Sociedad de Lectura, participó en la redacción de la Constitución de 1828, y publicó con José Passamán El mercurio chileno (1 de abril de 1828-15 de julio de 1829). Escribió teatro, versos y un curso de Derecho natural y de gentes. El gobierno chileno le concedió la ciudadanía, pero su liberalismo, frente al conservadurismo triunfante, y su colaboración sospechosa en periódicos de la oposición, como el Defensor de los militares denominados constitucionales y El Trompeta, le llevaron a prisión en 1831 y a la posterior expulsión.

Su acción educativa y sus ideas culturales influyeron en jóvenes que iban pronto a tener un lugar destacado en las letras y en la sociedad chilena como José Joaquín Vallejo y José Victorino Lastarria. Sin embargo, debido a una polémica que sostuvo con el entonces Director del Instituto Nacional y con Andrés Bello y al apasionamiento con que defendió sus ideas liberales, perdió el apoyo oficial al inicio del gobierno de Joaquín Prieto. Finalmente, tuvo un enfrentamiento con Diego Portales y fue expulsado del país a comienzos de 1831.
En 1839 abandonó este país para regresar a Europa. Publicó en 1836 sus Poesías y en 1840 Leyendas españolas, donde recogió poemas narrativos románticos.

Decidió entonces Mora marcharse a Perú, donde ejerció una intensa labor literaria y educativa y, en menor grado, política. En Lima fundó el Ateneo del Perú, imprimió sus apuntes de Lógica y Ética y comenzó a escribir el Don Juan imitando el poema de Byron. Las banderías de la época le pusieron en peligro y, así, en 1834 salió del Callao camino de La Paz. Allí fue catedrático de Literatura de la Universidad de San Andrés y escribió mucho, versos, filología, etc. Desde su llegada a esta ciudad estuvo al servicio del presidente Andrés Santa Cruz, finalmente embarcó en Arica rumbo a Inglaterra en 1838 para hacerse cargo de la Confederación peruano-boliviana y, cuando ésta se disolvió, agente personal de Santa Cruz. Durante el tiempo que estuvo en Londres publicó Leyendas españolas (1840). Tres años después, ya de vuelta en España, dirige en Madrid la Revista Ecléctica Española, (1844). Todavía en 1846-1847 proyecta participar en la expedición del general Flores, presidente de Ecuador, al parecer en combinación con Santa Cruz, pero éste fue su final americano.

Publicó Ejercicios de lectura (Cádiz, 1845), El Gallo y la Perla (Madrid, 1847), la Revista Hispano-Americana (1848), ingresó en la Academia Española, lo que dio lugar a la publicación de Discursos pronunciados en la sesión de la R.A.E. celebrada el 10 de diciembre de 1848, con motivo de su admisión. Asimismo, colaboró en la Revista española de ambos mundos (1853), y en La América (1857). Siguió con Colección de sinónimos de la lengua castellana (Madrid, 1855) y Oración matutina y vespertina (Londres, 1855).

J. J. de Mora, "A una flor llamada en inglés Forget me not".

Bibliografía

  • AYMES, Jean-René. La deportation sous le Prémier Empire (París: 1983).

  • Catálogo A. Mateos (enero de 1993).

  • Catálogo Camagüey, nº 12 (1993).

  • Catálogo, nº 103, Els Gnoms. (prólogo a Fernán Caballero: Cuentos y poesías populares andaluces).

  • Catálogo, nº 45 Hesperia (1994)

  • GIL NOVALES, ALBERTO. Las Sociedades patrióticas (Madrid: Tecnos, 1975).

  • MONGUIÓ, Luis. Don José Joaquín de Mora y el Perú del Ochocientos (Madrid: 1967).

  • PALAU Y DULCET, Antonio. Manual del librero hispanoamericano [2ª ed.], (Barcelona: 1948-19779).

  • Universal, nº 62, (3 de marzo de 1821).

A. Gil Novales

Autor

  • Andrea Viera