Mompó, Manuel Hernández (1927-1992).
-
- Manuel Hernández Mompó.
Pintor español que nació en Valencia, 1927, y murió en Madrid el 25 de enero de 1992. Estudia en la Escuela de Bellas Artes de Valencia entre 1943 y 1949. En 1948 recibe una beca para instalarse en la Residencia de Pintores de Granada. Entre 1954 y 1957 reside sucesivamente en París, en la Academia Española de Bellas Artes de Roma y en Holanda.
Su obra, basada en la interpretación de paisajes y temas urbanos, va tomando una mayor libertad influida por las corrientes abstractas y el informalismo.
En 1958 obtiene una beca de la Fundación Juan March y se dedica al estudio de las técnicas del mosaico. De regreso a España, se instala en Madrid, donde vive desde entonces alternando estancias en Ibiza y Mallorca.
En la década de los 50 se dedica fundamentalmente a realizar obra sobre papel en gouache y óleo con una temática popular de escenas de calles, fiestas populares, etc. que, paulatinamente, va sufriendo un proceso de disolución de la forma que le lleva hacia una pintura abstracta con sugerencias figurativas. Desde sus años de formación acusa la influencia de los pintores levantinos de la luz. Esta luz mediterránea queda plasmada en sus telas a través del predominio del blanco y tonos muy luminosos, que se alternan con obras en la gama de los grises.
En 1968 es seleccionado para la Bienal de Venecia donde obtiene el premio de la Unesco. En los años setenta presenta y desarrolla una serie nueva de pinturas sobre metacrilato, y a partir de 1981 se adentra en el campo de la escultura, realizando unas planchas metálicas dobladas que pinta en blanco y con toque de colores grises. En 1984 obtiene el premio Nacional de Artes Plásticas.
La trayectoria pictórica de Hernández Mompó supone toda una fenomenología de las sensaciones cotidianas traducida a clave semiótica. Es el suyo un original acercamiento a la realidad circundante, efectuado sin prejuicios, directa y espontáneamente. Es la poética de lo concreto que detecta, asume, refleja e interpreta plásticamente el ámbito del libre juego de las sensaciones.
El resultado de sus construcciones es el "ambiente", elevado a la categoría de argumento, donde el espacio, la luz y el color delimitan el repertorio de sus formas, insinúan el movimiento y ofrecen a la mirada un adecuado marco de inusitada y fresca ingenuidad.
Mompó desarrolla su actividad creadora entre la "libertad" que contagian sus inconfundibles composiciones y la "disciplina" que delatan sus personales códigos. Es decir, genera códigos propios, como en un idiolecto -un lenguaje privado- continuamente enriquecido: signos de sombreros, de caras, de manos, de brazos, de huellas, pero también signos de movimiento, de profundidad, de espacio, de aproximación, de sonidos, de sombra, de silencio.
En él la realidad se hace signo, y el signo -plástico- se constituye en el eje de la realidad -otra- que define y a la vez consume, en cada caso, los códigos perceptivos, retadores, siempre de nuestra mirada frente a la imaginación, abierta a lo irreal, como remota y lejana analogía de la experiencia cotidiana circundante. La imagen del recuerdo convertida en signo.
Su obra más representativa se halla en: Fogg Art Museum, Harvard University, Cambridge, Mass; Fundación Juan March, Madrid; Musée de la Ville de Paris, París; Museo de Arte Contemporáneo, Sevilla; Museo de Arte Moderno, Gotemburgo; Museo de Bellas Artes, Valencia; Museo de Villafamés, Castellón; The British Museum, Londres; Museo de Arte Moderno, Vitoria; Museo Colección Arte Siglo XX, Alicante; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; y Chase Manhattan Bank, Nueva York.
