Mingolla, Juan José "Pasos Largos" (1874-1934).
Bandolero español, conocido como "Pasos Largos", nacido en El Burgo, cerca de Ronda (Málaga), en 1874 y fallecido en su pueblo natal el 18 de marzo de 1934. Pertenecía a una familia humilde dedicada a la agricultura y que también explotaba un ventorrillo frecuentado por los arrieros que circulaban por la zona. Desde niño ayudó al negocio familiar sin poder acudir nunca a la escuela, muy lejana de su hogar.
Cuando cumplió catorce años la familia se trasladó a Romerosa, donde, siempre ocupado en los cuidados del campo, aprendió a leer y escribir utilizando, al igual que otros compañeros, los servicios de los maestros ambulantes.
Al llegar a la edad militar murió su padre. Mingolla fue destinado en 1895 a Cuba para servir como soldado. Regresó en 1898, al terminar la última campaña contra Estados Unidos. Ya en su hogar, y sin familia, se dedicó a las labores del campo y a la caza furtiva en sus horas libres, motivo por el que en numerosas ocasiones fue perseguido por los civiles.
Todo en su vida transcurría con normalidad, hasta que un fatal incidente trastocó su placentera existencia. Un padre y un hijo, que le habían denunciado a las autoridades, murieron por tiros de una escopeta, un doble asesinato del que fue culpado Mingolla. Obligado a huir, vagó por la Serranía durante casi cuatro meses, sin que lograra prenderle la Guardia Civil.
En 1916 fue detenido en Ronda, cuando cumplía cuarenta años. Un año después, el Consejo de Guerra le condenó a cadena perpetua por el secuestro de Diego Villarejo Moreno, en su cortijo Zahonilla, y a seis años de prisión por insultos a las Fuerzas Armadas.
Cumplió condena en el Penal de Figueras, donde realizó un violento intento de fuga en 1925 junto a otros presidiarios. Enfermo de tuberculosis pulmonar, fue trasladado en 1932 a la Penitenciaria del Puerto de Santa María (Cádiz) a donde se solía enviar a los enfermos de tuberculosis y a los ancianos.
Nadie creía que "Pasos Largos" saliera vivo de aquel penal. Sin embargo, ese mismo año de 1932, se vio favorecido por varios indultos de la República, y ya en libertad decidió regresar a El Burgo, donde retomó su pasión: la caza furtiva. Murió en un tiroteo con la Guardia Civil el 18 de marzo de 1934.
