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FilosofíaBiografía

Mill, John Stuart (1806-1873).

John Stuart Mill.

Filósofo y economista inglés, principal representante del positivismo utilitarista, nacido en Londres en 1806 y fallecido en Avignonel 8 de mayo de 1873. Hijo de James Mill, se interesó por las ciencias naturales, el derecho, la política, la economía y la filosofía. Su obra más importante es A System of Logic, Ratiocinative and Inductive (2 vols., 1843). Recibió la influencia de Hume y de otros empiristas ingleses (véase empirismo), pero también del positivismo francés.

Como empirista, su teoría del conocimiento se apoya en la psicología asociacionista. Dado que todo conocimiento nos llega por la experiencia, el rigor científico ha de tener como objetivo la constante observación del hecho empírico. El método será el inductivo: de la observación de los hechos naturales, a través de la conexión de los fenómenos, se llega al conocimiento de las leyes por las cuales ellos se rigen. De lo que se trata, en un principio, es de encontrar relaciones causales entre los fenómenos observados; es decir, que de la observación de un conjunto de datos se pueda concluir una generalización causal. Para ello, es necesario encontrar un sistema que permita diferenciar las generalizaciones accidentales (que expresan una mera casualidad) de las llamadas "nómicas" (del griego nomos, 'ley'); son estas últimas las que expresan relaciones entre sucesos que no son fruto de la casualidad y, por tanto, las que permiten formular por inducción las leyes de la naturaleza. Sin embargo, el principio de inducción permite generalizar cualquier información a partir de las observaciones, sin distinguir si la generalización es nómica o accidental. Por ello, tal y como anteriormente había hecho Francis Bacon al formular sus famosas "tablas", John Stuart Mill diseñó un procedimiento que permitía establecer sin lugar a dudas esa distinción entre lo "causal" y lo "casual". Se trata de cuatro reglas, o "cánones", pensadas para encontrar relaciones causales a partir de observaciones repetidas de fenómenos, y que son las siguientes:

1º Canon de concordancia: si a partir de la recopilación de datos observamos asociaciones reiteradas del fenómeno "A" y el fenómeno "a", es decir, si siempre que se presenta "A", también se presenta "a", podemos concluir que es probable que "A" sea la causa de "a". Este canon se basa en la induccción enumerativa, pero también hace uso de la eliminativa, ya que permite descartar posibles hipótesis: aquéllas en las que los casos no concuerdan. No obstante, el canon de concordancia por sí solo no es concluyente, ya que pueden darse múltiples causas para un mismo efecto; lo que este canon establece es que "A" es causa o parte de la causa de "a", es decir, que "A" es condición suficiente, pero no necesaria, de "a". Para establecer la necesidad de la ley se requiere la aplicación del siguiente canon.

2º Canon de diferencia: se trata de comprobar no sólo que siempre que sucede "A" sucede también "a", sino que la ausencia de "a" se corresponde sistemáticamente con la ausencia de "A". Esto permite probar no sólo que la causa es condición suficiente del efecto, sino también que el efecto es condición necesaria de la causa. La vertiente eliminatoria es mucho más patente en este segundo canon, que debe complementarse con el de concordancia para garantizar que la generalización resultante es nómica.

Los otros dos cánones pueden ser considerados auxiliares de estos dos principales.

3º Canon de las variaciones concomitantes: permite asegurar la relación causal al constatar que un aumento de grado en la causa "A" provoca un aumento de grado en el efecto "a". Se refiere por tanto este canon a la intensidad con que se dan causa y efecto.

4º Canon de residuos: permite establecer generalizaciones causales entre más de una causa y más de un efecto, pero es el más auxiliar de los cuatro cánones, puesto que presupone el conocimiento previo de la relación causal.

Mill se preocupó también de la ética. Bajo la influencia de J. Bentham, propugna el utilitarismo hedonista: es bueno lo que es útil. Puesto que todo hombre busca el placer y la felicidad, la ética debe tender a proporcionar la mayor felicidad al mayor número de personas posible. La ética de corte utilitarista no es, pues, una simple defensa del egoísmo. En política se declara abierto defensor del liberalismo, y apoya el voto de la mujer y la promoción social de la misma junto con la defensa de sus derechos.

Autor

  • CCG.