Marsh, Ngaio (1899-1982).
Novelista, dramaturga, actriz y directora teatral neozelandesa, nacida en Christchurch (Isla del Sur) en 1899, y fallecida en 1982. Tras completar su formación académica en el St. Margaret College y en la Escuela de Arte de la Universidad de Christchurch, optó en primera instancia por cultivar su vocación de pintora, actividad que empezó a compaginar con su dedicación al mundo teatral. Contratada como actriz de una compañía de teatro itinerante, abandonó por completo sus pretensiones de ser pintora y comenzó a escribir piezas teatrales, algunas de las cuales merecieron la aprobación del director de su grupo dramático. Sin embargo, su condición de artista polifacética la impulsó a dejar estas actividades para trasladarse a Londres, en donde regentó una empresa de decoración. Fue por aquellos años cuando empezó a cultivar, casi por diversión, la prosa novelesca, género literario que acabaría por convertirse en su principal ocupación.
Escribió entonces, estando todavía en la capital inglesa, una primera novela que hubo de dejar en poder de un agente literario en 1932, puesto que se vio obligada a regresar precipitadamente a Nueva Zelanda. Dos años después, se encontró con la sorpresa de que dicho agente había logrado publicar su obra en el Reino Unido, donde apareció bajo el título de Un hombre muerto. A partir de entonces, se entregó de lleno a una vertiginosa carrera como novelista que, al cabo de los años, arrojó como balance final una treintena de narraciones, casi todas de género policíaco. Pronto fue reconocida como una de las más destacadas cultivadoras de este subgénero novelesco, al que la propia Ngaio Marsh contribuyó a revalorizar merced al personaje de Roderick Alleyn, protagonista de casi todas sus ficciones. Alleyn, paradigma del detective culto que aborda todos sus casos con frialdad e inteligencia, vino a poner un contrapunto de densidad intelectual en un género que, por aquellos años, no gozaba del favor de los lectores cultos.
Entre las principales novelas de Ngaio Marsh, es obligado destacar las tituladas Artistas del crimen (1938), Empacho de lampreas (1941), Muerte en la lana (1945), Telón final (1947), Falso olor (1959), El delfín asesino (1966), La última zanja (1978) y Photo Finish (1980). Todas estas obras contribuyeron a consagrar a su autora como la segunda escritora de novelas policíacas más importante de la literatura escrita en lengua inglesa, inmediatamente después de Agatha Christie.
Al margen de este reconocimiento debido a su faceta de novelista, Ngaio Marhs triunfó también como directora teatral: dio un impulso decisivo al desarrollo escénico de Nueva Zelanda, y dirigió el prestigioso British Theatre Guild, en el que representó numerosas obras de Shakespeare, lo que le valió ser distinguida con el título de Dama del Imperio Británico. Además, fue autora de seis piezas dramáticas.
El resto de la obra de Ngaio Marhs se completa con una autobiografía (Haya y néctar de plantas, 1965) y varios ensayos sobre diversos aspectos literarios.
