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CineBiografíaFotografía

Kubrick, Stanley (1928-1999)

Stanley Kubrick.

Director y guionista de cine estadounidense, nacido en Nueva York el 26 de julio de 1928 y muerto en Hertforshire (Inglaterra) el 7 de marzo de 1999.

Vida

Nacido en el seno de una familia de origen centroeuropeo (mitad rumano, mitad austro-húngaro), su padre, médico de profesión, habría de ejercer una gran influencia sobre su hijo. A los doce años su padre le aficiona a jugar al ajedrez, y Stanley se destaca como un consumado jugador (Muchos atribuyen a esta pasión por el ajedrez el carácter meticuloso y reflexivo con que ha ido evolucionando a lo largo de su vida); poco más tarde, recibe una cámara cinematográfica de pequeño formato con la que el futuro director descubrirá su pasión por el cine.

A pesar de su inteligencia fue un estudiante muy mediocre que sólo llegó a destacar en las asignaturas relacionas con la Física. Hacía fotos de sus profesores y uno de ellos, le consiguió trabajo como fotógrafo para la revista Life. Finalizados sus estudios en la Taft High School, a los diecisiete años, comienza a trabajar para la revista Look, y viaja por todo el país. Una de sus fotos de portada en la que mostraba a un viejo y triste vendedor de revistas le hizo unos de los fotógrafos más famosos del momento.

En 1951 rueda su primer cortometraje. Se trata de Days of the Fight, que narra la vida de un boxeador en un día. Logró que se exhibiera públicamente, lo que le llenó de satisfacción. En 1952 rueda Flying Padre, filme que trata sobre un sacerdote que vuela en avioneta de parroquia en parroquia, que no le reportó ganancia alguna, pero le terminó de definir su vocación por el cine. Con el dinero que tiene ahorrado, más un préstamo de diez mil dólares rueda un film independiente, Fear and Desire (1953), donde él lo hace todo: montar, dirigir, fotografiar, etc. Del mismo modo realiza El beso del asesino (1955), una película de tema policíaco.

Sus primeros reconocimientos le llegan con Atraco perfecto (1956), un film policiaco que muchos consideran excesivamente ambicioso y ampuloso, pero que para otros es el descubrimiento de alguien con una concepción muy especial del cine. Se vio forzado por la censura a cambiar el final que había pensado, pues de alguna manera había que evitar que los criminales se salieran con la suya y cumplieran plenamente sus propósitos.

Un año más tarde, rueda Senderos de gloria (1957), una película de gran belleza formal y un fuerte alegato antimilitarista, ambientado en la Primera Guerra Mundial, que puede rodarse gracias a la colaboración prestada por Kirk Douglas, protagonista de la cinta. En algunos sectores de la opinión pública Kubrick comienza a ser mirado con recelo por el tipo de cine que realiza, mientras que en otros se le empieza a considerar como alguien fuera de lo habitual.

En 1960 se rueda Espartaco, otra vez con Kirk Douglas como protagonista. Su peso específico hace que el director a quien se encomendó la película, Anthony Mann, sea retirado para que se haga cargo de ella Kubrick. Se trata de un film histórico, sobre la vida del famoso esclavo y gladiador. El guión es de Dalton Trumbo, un guionista y director, que fue perseguido por el Comité de Actividades Antinorteamericanas, creado tras la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos. Por ello durante años se vio obligado a firmar con pseudónimo. La película tiene un importante contenido marxista, que no fue captado en Occidente, pero sí en la Unión Soviética, donde la película fue prohibida porque la censura de aquel país consideró que no se podía permitir que una película muy marxista fuese hecha en Hollywood.

Fotograma de Espartaco.

Su siguiente trabajo fue Lolita (1962), adaptación literaria de la famosa novela de Vladimir Nabokov. La obra trata de la pasión que un profesor ya maduro siente por una jovencita en cuya casa vive y de como esta relación acaba en tragedia. La obra está dotada de todos los ingredientes literarios para ser lo que fue, una novela importante de uno de los autores más significativos del siglo XX. La personalidad atrevida de Kubrick era lógico que se sintiese atraído por ella, pero aunque el tema erótico la hacía atractiva, la versión cinematográfica no llegó a la altura del original literario. Si bien James Mason estaba correcto en su papel de profesor, Sue Lyon, por mucho que chupase sugerentes piruletas de caramelo, no se mostraba a la altura precisa. Por otro lado, aunque no se le podía discutir su belleza, era mayor de lo que su papel exigía.

El año siguiente lo pasó Kubrick dedicado a la puesta a punto de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1963). Rodada en plena guerra fría, era una farsa burlesca, pero también crítica del peligro atómico, de la política y de las personas que la hacen posible: políticos profesionales, militares y hasta gente normal y corriente. Aunque su contemplación incitaba a la sonrisa y algunas secuencias, como la del lanzamiento de la bomba, resultan memorables, encerraba un poso amargo que predominaba a lo largo de toda la proyección. La película sirvió para que Peter Sellers, el actor británico que habría de hacerse famoso como el inspector Clouseau de las películas sobre La pantera rosa, hiciese tres papeles distintos en la misma.

Coincidiendo con el años de la famosa revolución de los estudiantes de París, mayo de 1968, el mundo del cine asiste al estreno de una de las películas más importantes y a la par más enigmáticas de toda su historia. Se trata de 2001: una odisea en el espacio (1968). Kubrick se superó a sí mismo en esta obra. Es cine, en efecto, pero trata de ser también una reflexión filosófica sobre el ser humano sobre el mundo y sobre la decadencia de toda una serie de modelos agostados y que han servido al hombre de referente a lo largo de su existencia. Pero aunque la potencia de sus imágenes y la puesta en escena resultaban brillantes a más no poder, el resultado final era un tanto críptico, extraño para una mayoría espectadores. Se quedaban deslumbrados, pero sin penetrar el fondo de la historia. A lo largo de más de dos horas de proyección, apenas había veinte minutos de diálogos. La música de Strauss (“Así hablaba Zaratustra” o “El Danubio azul”) no indicaba el ambiente de decadencia que Kubrick pretendía reflejar. Por otra parte, toda la sensación de ingravidez, de flotar que se contempla a lo largo de las imágenes, eran el reflejo de una revolución que, con bastante torpeza, hacía de las drogas (en aquellos años el famoso LSD) una toma de postura. Basada en una novela del ingeniero Arthur G. Clarke, esta película es, con todo lo que se le pueda criticar, un auténtico hito en la forja de la personalidad de su director y del cine contemporáneo.

Durante los años setenta y ochenta Kubrick va rodar con menos intensidad de lo que lo ha venido haciendo, pero su cine seguirá siendo acogido siempre con grandes expectativas. En los setenta rueda dos películas: La naranja mecánica (1971) y Barry Lyndon (1975). La primera, inspirada en una novela de Anthony Burgess, es una historia brutal sobre una banda de gamberros londinense y los métodos de regeneración de la sociedad. Con una banda musical excepcional (con fragmentos de Purcell y Beethoven) y una puesta en escena que a ratos resulta deslumbrante tiene momentos de irregularidad, pero fue una película emblemática para toda una generación. En ella apareció un actor joven que luego no llegó a confirmar todas las esperanzas en él depositadas, pero que en manos de Kubrick resultó brillante: Malcolm McDowell.

Por su parte, Barry Lyndon fue un film de una estética fuera de lo normal, inspirada en la novela “La feria de las vanidades” y en la pintura inglesa del XVIII, la aportación del fotógrafo John Alcott resultó decisiva para obtener una imágenes que, en ocasiones, se obtuvieron utilizando tan sólo luz de velas. Protagonizada por Ryan O´Neal, contaba igualmente con una Marisa Berenson en el esplendor de su belleza.

Hubo que esperar algunos años para que Kubrick se situara de nuevo en el centro de atención de todo el mundo. En El resplandor (1980) se adentra de una historia de locura y terror, que fue acogida de formas contrapuestas y que sirvió para confirmar a Jack Nicholson como uno de los actores más histriónicos, pero también más importantes de cine que hay en la actualidad.

Después de varios años madurando su siguiente trabajo, Kubrick se adentra con Chaqueta metálica (1987) en la preparación de los marines de Estados Unidos y su intervención en la Guerra de Vietnam. Una cinta ácida y espectacular al mismo tiempo, que se va revalorizando con el paso del tiempo.

Con más de 60 años, Stanley Kubrick termina Eyes Wide Shut (1999), protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, película que se centra en la historia de dos psiquiatras y sus obsesiones sexuales. No obstante, el perfeccionismo de Kubrick -que nunca estuvo satisfecho con el primer montaje del film- alargó excesivamente su finalización. Su larga gestación la ha convertido en una película llena de incógnitas.

En el año 2007, la familia del artista donó a la Univeristy of the Arts en Londres un archivo con miles de documentos, guiones, archivos, dibujos y maquetas no empleadas en la elaboración de sus películas, entre las que se encuentran una vida sobre Napoleón y un proyecto de película sobre el Holocausto basada en un libro de Louis Begley, Mentiras en Tiempos de Guerra.

Kubrick estuvo casado tres veces: la primera con Tobe Metz a los dieciocho años; después, con la bailarina Ruth Sobotka y, por último, con Christiane Herlan, la muchacha que canta en una cantina al final de Senderos de gloria. El director poseía el título de piloto aficionado pero, paradójicamente, tenía un miedo patológico a volar y a la velocidad (de hecho, nunca dejó que su coche pasara de 60 kilómetros por hora). A pesar de su carácter huraño y su aspecto descuidado, se consideraba un gran gourmet. Es, sin duda, una de las figuras más relevantes de la historia del cine.

Filmografía

Cortometrajes:
1951: Day of the fight.
1952: Flying Padre.
1953: The seafarers.

Largometrajes:
1953: Fear and desire (y productor, argumento, fotografía y montaje).
1955: El beso del asesino (y productor, argumento, guión, fotografía y montaje).
1956: Atraco perfecto (y coproductor, argumento y coguión).
1957: Senderos de gloria.
1960: Espartaco.
1962: Lolita (y coguión).
1963: ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (y productor y coguión).
1968: 2001: una odisea del espacio (y productor y coguión).
1971: La naranja mecánica (y productor y guión).
1975: Barry Lyndon (y productor y guión).
1980: El resplandor (y productor y conguión).
1987: La chaqueta metálica (y productor y coguión).
1999: Eyes Wide Shut (y productor y guión).

Bibliografía

  • BERNARDI, Sandro. Kubrick e il cinema come arte del visible. (Parma: Pratiche Editrice, 1990).

  • BRUNETTA, Gian Piero (edit.). Stanley Kubrick. Tempo, spazio, storia e mondi possibili. (Parma: Pratiche Editrice, 1985).

  • CIMENT, Michel. Kubrick. (París: Calmann-Levy, 1988), (2ª edic.)

  • GHEZZI, E.. Stanley Kubrick. (Firenze: La Nuova Italia, 1977).

  • KAGAN, Norman. Stanley Kubrick. (Barcelona: Lumen, 1976).

  • POLO, J.C. Stanley Kubrick. (Madrid: Ediciones JC, 1986).

  • RIAMBAU, Esteve. Stanley Kubrick. (Madrid: Cátedra, 1990).

  • WALKER, Alexander. Stanley Kubrick dirige. (Madrid: Ediciones JC, 1975).

Autor

  • Emilio C. García Fernández; Santiago Sánchez González