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HistoriaPolíticaBiografía

Kruschov, Nikita Sergeievich (1894-1971).

Nikita Sergeievich Kruschov.

Político soviético, nacido en Kalinowka (Ucrania) el 17 de abril de 1894 y fallecido en Moscú el 11 de septiembre de 1971. Fue el sucesor de Stalin en la Secretaría General del Partido Comunista y Primer Ministro de la Unión Soviética entre 1958 y 1964.

Juventud y ascenso político

Hijo de Sergei Nicaronovich Kruschov, un campesino ruso, Nikita Kruschov recibió una educación elemental y desde muy joven trabajó como minero del carbón. Casó en 1915 y tuvo un hijo y una hija antes de 1922, año en el cual su esposa murió durante una gran hambruna. No participó en ninguno de los dos grandes eventos en que se vio envuelto su país durante su juventud: la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa de noviembre de 1917. Pero a principios de 1918 ingresó en el Partido Comunista y recibió el cargo de comisario político. Tomó parte en la Guerra Civil que dio el poder al gobierno bolchevique de Lenin. Durante los años 20, Kruschov completó su educación en las escuelas institucionales del Partido Comunista y después se integró en el sistema burocrático del Partido Comunista de Ucrania. En 1924 casó en segundas nupcias con Nina Petrovna, que le dio un hijo y dos hijas. Entre 1925 y 1953 su carrera estuvo unida a la de Josif Stalin.

En 1929 Kruschov abandonó su trabajo en el Partido Comunista de Ucrania y viajó a Moscú, alegando que deseaba completar su educación. Durante un corto periodo de tiempo asistió a la Academia Industrial, pero pronto la abandonó y comenzó a escalar puestos en la jerarquía política de la organización del Partido en Moscú, llegando a convertirse en 1934 en la persona del Partido más poderosa de Moscú. Aquel año Stalin lo promovió al Comité Central del Partido Comunista, órgano del cual formaban parte la centena de líderes políticos más importantes del país. Entre 1934 y 1938 Kruschov trabajó en Moscú, planificando las redes de ferrocarril suburbano y ayudando a llevar a cabo las purgas de Stalin. En 1938 asumió la máxima posición dentro del Partido Comunista de Ucrania, puesto muy importante por varias razones. Ucrania, que era la región de mayor importancia agrícola dentro de la Unión Soviética, había ofrecido cierta resistencia a los planes de colectivización de las tierras de Stalin y su lealtad era dudable. Pero su absoluto control por parte del poder central soviético era crucial, ya que era la región más susceptible de ser atacada por la Alemania nazi. Kruschov llevó a cabo en Ucrania un plan para asegurar el control de Moscú, consistente en la realización de arrestos masivos, y la puesta en práctica de una política cultural cuyo objetivo era degradar la lengua y la cultura ucraniana en favor de la rusa. Así, cuando en 1941 los alemanes atacaron la Unión Soviética, Nikita Kruschov permaneció en Ucrania como lugarteniente general del ejército soviético, aunque desarrolló más su labor política como ejecutor de las órdenes de Stalin y más tarde fue destinado al Estado Mayor del frente de Stalingrado. Después de la guerra, Kruschov fue presidente del Consejo de Ministros de Ucrania, ocupándose de la reconstrucción y consiguiendo mantener una amplia autonomía respecto a Stalin. Desde 1948 fue miembro de la Comisión Agraria del Comité Central y se convirtió en un popular político, gracias a su interés en los problemas de la agricultura y la población, puesto de manifiesto en sus fallidos intentos de concentración de los koljoses. En 1949 Kruschov volvió a la dirección del Partido Comunista de la región de Moscú, desde el que pugnó por conseguir la sucesión de Stalin, fallecido en 1953.

Kruschov sucesor de Stalin

Además de Nikita Kruschov hubo otros cuatro candidatos que se disputaron la sucesión de Stalin: Lavrenti Beria, responsable de los servicios de seguridad del Estado; Lazar Kaganovich, relacionado con la industria; Georgy Malenkov, presidente del Consejo de Ministros en el momento de la muerte de Stalin; y Viacheslav Molotov, responsable de la política exterior de la URSS durante los tres lustros anteriores. En esencia, Kruschov trabajó para granjearse el apoyo del Partido, aspecto al que sus oponentes prestaron poca atención. La sustitución de Malenkov por Bulganin a la cabeza del Consejo de Ministros en febrero de 1956 benefició enormemente a Kruschov, que, en el XIX Congreso del Partido fue nombrado miembro del Presidium y primer secretario del Comité Central del Partido, cargo desde el que se convirtió en el árbitro de la política soviética.

Entre 1953 y 1956 aún seguían vigentes las estructuras del estalinismo, pero la consolidación del poder de Kruschov pronto se asoció con una ruptura simbólica con respecto a Stalin y su tiempo. En febrero de 1956, durante la celebración del XX Congreso del Partido, Kruschov condenó el culto al desaparecido primer ministro y, por primera vez, puso de manifiesto algunos detalles de las purgas de los años treinta. En el proceso que dio por llamarse desestalinización, subyacía además la lucha por el poder, que todavía no había concluido, ya que el denominado "grupo antipartido", compuesto por Malenkov, Bulganin, Kaganovich y Chepilov, había estado mucho más unido a la figura de Stalin que el propio Kruschov. En este contexto de lucha de poder, el Presidium destituyó a Kruschov, aunque éste logró recuperar su puesto tras convocar una reunión del Comité Central del PCUS y recibir el respaldo de las fuerzas armadas, lo que supuso la pérdida de los puestos de privilegio de los componentes del "grupo antipartido". Tras derrotar a esta facción, Kruschov autorizó la liberación de entre seis y siete millones de presos políticos de la época del stalinismo, mientras se procedía a la rehabilitación póstuma de cinco o seis millones de ciudadanos víctimas de la anterior represión. El 27 de marzo de 1958 sustituyó a Bulganin como primer ministro, reuniendo en sus manos la doble condición de secretario general del PCUS y primer ministro, es decir, concentrando en sí los mismos resortes de poder que había manejado Stalin.

En el plano interior desarrolló una política que en la época se denominó de retorno a las normas leninistas, que trató de crear una fusión entre el Partido y el pueblo, mediante una mayor participación ciudadana en la dirección de los asuntos de Estado. Kruschov trató de renovar los equipos dirigentes e incorporó en ellos un buen número de técnicos especializados, cambios que a la postre trajeron una gran inestabilidad en todos los órdenes. En un intento de dar mayor protección legal a los ciudadanos, se puso fin a un gran número de arbitrariedades que se habían incorporado al sistema soviético desde prácticamente 1917. Además el primer ministro consintió una relativa liberalización cultural, permitiendo la publicación de obras anteriormente prohibidas. Gracias a esta tolerancia cobró cuerpo un grupo de artistas y escritores que se dio en llamar Generación de 1960. Una de las principales novedades de la política interior de Kruschov fue el reconocimiento y fomento de las culturas de los pueblos no rusos que integraban la URSS; pero a finales de los años 50 esta política dio un giro hacia una nueva fusión de los diferentes pueblos en el Estado, acompañada de represión religiosa.

El objetivo central de la política económica de Kruschov era frenar los efectos más perjudiciales de la economía stalinista, que se manifestaban en una preocupante debilidad de los avances tecnológicos, precios artificiales, agricultura en crisis permanente o paralización de proyectos. El primer ministro volcó sus esfuerzos en la mejora de la agricultura, pero las reformas, más bien inconexas, se centraron más en el despliegue de espectaculares campañas que en un esfuerzo coordinado y bien tramado, y dieron escasos resultados. A través de la roturación de tierras vírgenes se crearon trece millones de hectáreas de cultivo de cereal. Entre 1954 y 1956 se produjo un notable aumento de producción de cereal, pero a partir de este año, las tierras roturadas descendieron su productividad por causa de las sequías y la creciente erosión. Sin embargo continuó Kruschov con la directriz stalinista de desarrollar principalmente la industria pesada, en detrimento de la industria ligera, en crisis permanente junto con la agricultura. Esto permitió grandes triunfos tecnológicos como el lanzamiento del Sputnik (octubre de 1957), el primer satélite espacial, que llevó a muchos observadores internacionales a considerar la Unión Soviética de Kruschov como la primera potencia tecnológica mundial. También se preocupó Kruschov por la mejora de las condiciones de vida del campesinado y realizó un enorme esfuerzo presupuestario que dio como resultado el crecimiento de los precios agrícolas y una cierta descentralización de las granjas estatales. Todos estos intentos chocaron con la rigidez de las estructuras asentadas durante el stalinismo, lo que se tradujo en la acentuación de la crisis agraria y en la adquisición de cereal norteamericano por parte de la URSS.

Los proyectos económicos, al margen de la agricultura, se centraron en dos vías principales: la descentralización, que sustrajo a Moscú entre 1954 y 1956 el control de más de diez mil empresas, que fueron colocadas bajo la jurisdicción de las Repúblicas; y la repartidización, que consistía en aumentar el poder del Partido, asumiendo tareas que hasta entonces habían permanecido en manos del Estado.

Y aunque el culto a la personalidad había sido uno de los aspectos condenados tras la muerte de Stalin, a finales de los años cincuenta no había nada ni nadie que ejerciese de contrapeso a las decisiones del primer ministro, cuyo Koljoz natal pasó a llamase Patria de Kruschov.

Política exterior

Nikita Kruschov defendió en todo momento la fórmula denominada de coexistencia pacífica, encaminada a buscar un entorno externo menos agresivo que posibilitara la reconstrucción económica interna. La primera medida fue el respaldo en 1953 a la consecución de un armisticio para poner fin a la guerra de Corea. Aquel mismo año se trató de normalizar las relaciones entre la URSS y Yugoslavia mediante el intercambio de embajadores y una año después la URSS reconoció la existencia en Yugoslavia de un sistema socialista diferente al suyo. Se intensificaron asimismo las relaciones con Turquía, Grecia y la República Federal de Alemania y comenzó la presencia diplomática en Oriente Medio. No obstante no fueron tan plácidas las relaciones de la URSS con el bloque de países que a partir de 1955 pasaron a formar parte del Pacto de Varsovia, sobre los que la URSS trató de ejercer una indiscutible supremacía y cuyas economías trató de poner a su disposición.

Pero Kruschov, a pesar defender la fórmula de coexistencia pacífica, participó de la creciente escalada militar que comenzó con el final de la Segunda Guerra Mundial, y así, en respuesta a un gran número de medidas norteamericanas, la URSS se dotó en 1953 con su primera bomba de Hidrógeno, dando un enorme paso en la carrera armamentística. Los últimos años de gobierno Kruschoviano se caracterizaron por un continuo enfrentamiento entre la URSS y los Estados Unidos, siendo los escenarios fundamentales Cuba y la ciudad de Berlín (véase: Guerra Fría).

Entre 1958 y 1959 Kruschov creó una sensación de peligro a escala mundial al dar un ultimátum sobre la posesión de la ciudad de Berlín, mostrando su repulsa a cualquier intento de conciliación en la ONU, mediante el significativo acto de quitarse un zapato y ponerlo sobre la mesa (1960). La situación desembocó en la creación de un muro en la ciudad que impidiese la emigración de ciudadanos de la República Democrática Alemana hacia Occidente (1961). El Muro de Berlín se convirtió en adelante en el símbolo más característico de la guerra fría y del enfrentamiento entre bloques.

A finales de 1959 el primer ministro soviético hizo un espectacular tour por Estados Unidos, visitando diferentes lugares como Hollywood o una granja del Medio Oeste. En la primavera del año siguiente se entrevistó en Camp David con el presidente norteamericano Eisenhower y entre septiembre y octubre asistió a la XV Asamblea General de la ONU, en la que propuso un nuevo proyecto de desarme total y la sustitución del secretario general Hammarskjöld por un triunvirato que representase los bloques occidental, soviético y neutral. En junio de 1961 se entrevistó en Viena con Kennedy, sucesor de Eisenhower, para tratar las grandes cuestiones internacionales.

Una de las principales cuestiones era la ayuda ofrecida por la Unión Soviética al nuevo régimen impuesto en Cuba por Fidel Castro (1959), que trajo, por un lado, la radicalización del régimen cubano y el establecimiento de una sólida relación con la URSS, y por otro, la escalada de la tensión entre los bloques americano y soviético tras la instalación en Cuba de misiles para defender la isla de un posible ataque norteamericano (véase: Crisis de los Misiles de Cuba). En noviembre de 1962, consciente de la crisis mundial derivada de la instalación de misiles en Cuba, Kruschov adoptó la decisión de retirar las bases de misiles y bombarderos soviéticos establecidos en la isla. En adelante las dos potencias tomaron conciencia de los riesgos derivados del nuevo orden y, para mitigarlos llegaron rápidamente a algunos acuerdos: se trató de facilitar las comunicaciones en caso de crisis, y así nació el famoso teléfono rojo; además se suscribió un tratado de prohibición parcial de las pruebas nucleares y se procuró ampliar la información sobre las actividades respectivas. Esta etapa de distensión, en la que la URSS compró grandes cantidades de comida a los Estados Unidos, terminó con el asesinato de Kennedy y su sustitución por Johnson, con el que se recrudeció la tensión.

En cuanto a las relaciones entre la URSS y los demás países comunistas, Kruschov desarrolló una política posibilista que permitió a los albanos escindirse del Pacto de Varsovia (1961) y que provocó tensiones con la segunda gran potencia comunista: la República Popular China. El punto álgido de las relaciones entre China y la URSS tuvo lugar con la visita de Kruschov al país oriental en 1957, en la que se suscribieron acuerdos militares y comerciales. Sin embargo muchos de estos acuerdos no se cumplieron y las diferencias se pusieron de manifiesto cuando el primer ministro soviético negó a los dirigentes chinos la tecnología que había permitido poner en órbita el Sputnik o para la fabricación de armamento nuclear, que los chinos pretendían utilizar contra el nacionalismo de Taiwán.

Donde mejores resultados dio la política exterior kruschoviana fue en los países del Tercer Mundo. Kruschov desarrolló en el sur del planeta una política pragmática que permitía el apoyo a formaciones políticas no necesariamente afines y el desarrollo de vínculos con regímenes que de una u otra manera estaban realizando revoluciones socialistas o algo parecido. Los principales puntos en los que se desarrolló esta política fueron La India, Egipto e Indonesia. Se intensificaron las relaciones con Vietnam del Norte, Laos y Afganistán y se establecieron vínculos de distinto orden en Congo, Ghana y Guinea.

Sustitución de Kruschov

En octubre de 1964, mientras se encontraba de vacaciones en Crimea, Kruschov supo la noticia de que había sido relevado de todos sus cargos gracias a las decisiones tomadas por una reunión del Comité Central del PCUS. Las acusaciones que contra él se vertieron, recogidas y publicadas por el diario Pravda, eran: falta de voluntad en la construcción comunista, esquemas volubles, decisiones precipitadas, excesos verbales y dirigismo. El 16 de octubre se anunció de manera oficial que el primer ministro "había solicitado ser relevado de todos sus cargos". Durante un tiempo el poder fue asumido por un triunvirato formado por Brezhnev, Kosiguin y Podgorny.

Una vez destituido, a Kruschov se le permitió conservar dos de las viviendas de las que había disfrutado durante su secretariado general y la posibilidad de moverse sin restricciones en el territorio de la URSS. Se retiró a la vida privada y residió en Moscú hasta su muerte.

Además de su actividad política en favor de una coexistencia pacífica, Kruschov publicó algunas obras en el mismo sentido, entre las que cabe destacar: Por una paz duradera y la coexistencia pacífica (1958), La victoria en la competencia pacífica con el capitalismo (1959), Política exterior de la Unión Soviética (1961) y La construcción del socialismo en la URSS y el desarrollo de la agricultura (1962).

Bibliografía

  • BRESLAUER, G. Khrushchev and Brezhnev as leaders. Londres, 1982

  • KAROL, K. Kruschov y occidente. México, 1963.

  • KRUSCHOV, N. Kruschov recuerda. Madrid, 1970.

  • MCCAULEY, M. Nikita Khrushchev. Londres, 1991.

  • TAIBO, C. La era de Kruschov. Madrid, 1944.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero