Hölderlin, Friedrich (1770-1843).
Poeta alemán. Nació en Lauffen, Württemberg, y falleció en Tubinga. Quedó huérfano de padre; separado de la madre, ingresó en un seminario. Allí maduró un profundo resentimiento hacia la religión oficialista. En el colegio de Stift, en Tubinga, conoció a Schelling y Hegel. Estudió con Kant, Spinoza y Rousseau. No quiso ejercer de pastor, cargo para el que fue habilitado en 1793. Fue un fiel defensor de la ideología de la Revolución francesa. Viajó a Jena para seguir unos cursos que impartía Fichte y, de paso, frecuentó a Schiller. Se relacionó con Goethe y Herder en su estancia en Weimar. Trabajó como preceptor de los hijos del banquero Gontard, en Frankfurt, y se enamoró de Suzette, esposa del banquero, que sería para él fuente de inspiración de la muchacha griega que llamó Diotina. En 1800 se distanció de su amada y marchó a Homburg; más tarde viajó a Hauptwyl, en Suiza, llamado por un rico comerciante para ser preceptor de su casa. Volvió a trabajar como preceptor, esta vez en Burdeos, en casa del cónsul de Hamburgo. Dejó Burdeos y marchó a Alemania; durante el viaje conoció la noticia de la muerte de Suzette. En 1804, gracias a su amigo Sinclair, consiguió un puesto de bibliotecario. Comenzó a padecer los primeros síntomas de esquizofrenia. En 1806 estuvo ingresado en la clínica psiquiátrica de la universidad de Tubinga y fue puesto bajo la custodia de un leñador, quién le mantuvo al cuidado en una torre de su propiedad en el río Neckar. Treinta y siete años pasó sumido en la demencia; tocaba el piano y componía versos que firmaba bajo el nombre de Scardanelli.
Su obra
Además de sus poesías, escribió la tragedia La muerte de Empédocles y la novela Hyperión o El eremita en Grecia, cuya redacción definitiva data de 1797-99. La novela trata del joven Hyperión y de su lucha por la independencia, muerta Diotina, se refugia en Alemania. Es autor también de una tragedia en verso titulada La muerte de Empédocles, obra que no llegó a terminar. A parte de las obras mencionadas, Hölderlin debe la fama a su producción poética. En principio estuvo muy influido por su amigo Schiller, concretamente por los himnos que cantan grandes ideales, como: Himno a la humanidad, de 1791; Himno al amor. Más tarde se acercó a la poesía clásica, la naturaleza es igual a la liberación del hombre: Al dios del sol; Fantasía de tarde; Naturaleza y arte o Saturno y Júpiter; Ganimedes; A las Parcas; El archipiélago; Pan y vino, poemas dirigidos a la nación alemana. En las estrofas pindáricas de Como en un día de fiesta..., de 1800, el destino de Dionisos y el poeta se identifican. Entre 1801-1802 escribió sus mejores poemas: El único; El Rin; La migración; Patmos; y Recuerdo, 1803. Sus últimos versos son más inconexos, su mente ya estaba enferma.