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MúsicaBiografía

Hahn Etxenagusia, Reynaldo (1875-1947).

Director de orquesta, escritor, crítico musical, barítono, pianista y compositor francés, nacido en Caracas (Venezuela) el 9 de agosto de 1875, y muerto en 1947. En 1910 adoptó la nacionalidad francesa. Hijo de un judío alemán instalado en Venezuela, heredó de su padre una gran pasión por la cultura; de su madre, descendiente de españoles, una gran sensibilidad artística y una esmerada educación. Miembro de una amplia familia de artistas y diplomáticos, Reynaldo marchó a Europa cuando éstos últimos se instalaron en Alemania y Francia.

En París, estudió solfeo con Grandjany, armonía con Dubois, piano con Decombes y composición con Massenet. Completó esta vasta formación cultural merced a las lecciones que recibió de grandes maestros como Charles Gounod, Albert Lavignac y Francis Thomé. Sus composiciones empezaron a gozar del favor de los melómanos que poblaban los animados salones parisinos, lo que le granjeó notables amistades en los círculos intelectuales galos, como las de los escritores Alphonse Daudet y Marcel Proust.

Sus primeras composiciones notables son las Canciones grises, basadas en los textos líricos de Verlaine, y los Retratos de pintores, compuestos a partir de unos escritos de Proust. De un cancionero de Stanford extrajo el material en que se inspiraron sus Preludios sobre aires irlandeses, y de la música de Bach tomó alientos para componer su exquisita Pieza en forma de aria.

La versatilidad de Hahn constituye un caso poco común en la historia de la música europea: compuso música orquestal (sus conciertos para violín y para piano y orquesta tuvieron una espléndida acogida), música de cámara, operetas, canciones, comedias musicales, cuentos y escenas líricas y piezas de tan difícil catalogación -por su bella originalidad- como Las musas llorando la muerte de Ruskin (1902), compuesta para voces femeninas y acompañamiento de arpa. Entre sus canciones, destaca su colección de Canciones españolas; entre sus óperas y operetas, La isla del sueño, Ciboulette (1923), Mozart (1925) y Brummel (1931). Fiel a su pasión por los textos literarios, dejó inconclusa, a su muerte, una ópera sobre El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín.

Volcado por completo en la música, en colaboración con Diaghilev escribió un ballet para la Compañía de Ballets Rusos (El dios azul, de 1912), basado en un asunto de Cocco de Madrazo y Jean Cocteau. Y fue también director de óperas como Don Giovanni, de Mozart, y Joseph, de Mehul.

La música de Hahn, anclada en no pocas ocasiones en un romanticismo elegante y refinado, fue tachada de convencional por algunos de sus detractores. Pero el valor constante de la poesía que anima toda sus composiciones conserva y acrecienta su importancia con el paso de los años.

JRF.

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