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HistoriaPolíticaBiografía

Flores Pérez, Francisco Guillermo (1959-VVVV).

Político y estadista salvadoreño nacido en Santa Ana el 17 de octubre de 1959. En las elecciones de marzo de 1999 resultó elegido presidente de El Salvador como candidato del partido ARENA. Su correligionario Tony Saca González le sustituyó tras los comicios de 2004.

Licenciado en Ciencias Políticas por el Amherts College, completó su formación con estudios en Filosofía y cursos de posgrado en la Universidad de Harvard. Durante catorce años ejerció como catedrático universitario en las universidades Centroamericana y José Matías Delgado de El Salvador.

Antes de acceder a la presidencia del país, Flores desarrolló durante una década una prometedora carrera política. Miembro del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), durante el gobierno del presidente Alfredo Cristiani, ocupó los cargos de viceministro de Planificación, representante oficial del Gabinete Social, viceministro de la presidencia y asesor del presidente. Tras la firma de los acuerdos de paz con la guerrilla en 1992 que acabaron con el conflicto armado en El Salvador, Cristiani encomendó a Flores la reorganización del Plan de Gobierno. En 1994, ARENA volvió a repetir victoria electoral y el nuevo presidente Armando Calderón Solnombró a Flores Secretario de Información de la Presidencia.

En junio de 1997 se convirtió en uno de los más jóvenes presidentes de la Asamblea Legislativa del país y comenzó a ganar adeptos por su reconocida habilidad para el consenso. Miembro de una nueva generación política decidida a renovar el escenario institucional de El Salvador tras el final de la guerra, el 29 de marzo de 1998 abandonó su cargo en la Cámara de Diputados para convertirse en el candidato electo de ARENA a la presidencia del país para los comicios que debían celebrarse el 7 de marzo de 1999.

Francisco Flores se proclamó vencedor de las elecciones con un 53% de los votos y el 1 de junio de 1999 tomó posesión oficial del cargo con un discurso en el que presentó su programa de gobierno como el reto de La Nueva Alianza, un compromiso de responsabilidad compartida para el que pidió la implicación de todos los salvadoreños en el nuevo desafío de impulsar el desarrollo del país.

A pesar de los buenos deseos iniciales, al cumplirse poco más de un año de su mandato el nuevo presidente tuvo que enfrentar algunos de los problemas endémicos del país, como la epidemia de dengue que causó estragos entre la población en septiembre de 2000 y los terremotos que en los primeros meses del año 2001 devastaron amplias zonas de El Salvador y causaron la muerte a centenares de personas.

Su debut en política exterior tampoco estuvo exento de dificultades. Durante la celebración de la X Cumbre Iberoamericana, celebrada en Panamá a finales del año 2000, Flores y el presidente cubano Fidel Castro protagonizaron una agria discusión que a punto estuvo de frustrar el encuentro al más alto nivel de los mandatarios del continente. Castro señaló a Flores como uno de los colaboradores de Luis Posadas Carriles, el cabecilla de un supuesto complot orquestado para asesinar al líder cubano. Flores respondió a Castro acusándole públicamente de estar involucrado en la muerte de miles de salvadoreños, en clara referencia al apoyo que Cuba dio a la guerrilla del FMLN durante el conflicto armado que, entre 1980 y 1992, dejó en el país más de 75.000 muertos. Una afortunada intervención del presidente venezolano Hugo Chávez zanjó la polémica.

En los primeros días de 2001, el Gobierno decidió asumir la adopción del dólar como moneda propia y la retirada progresiva del colón. Con esta medida, que seguía la estela que iniciaron países como Panamá (1904), Argentina (con paridad fija entre el dólar y el peso desde 1991) y Ecuador (1999), Flores pretendía salvar la devaluada economía salvadoreña. No obstante, los resultados obtenidos en los dos años siguientes arrojaron serias dudas sobre la capacidad real de la dolarización para reactivar la política económica. Las cifras crecientes de población desempleada y los escasos aciertos en la lucha contra el crimen organizado, pese al "Plan Mano Dura" puesto en marcha por el Ejecutivo en julio de 2003, también concentraron buena parte de las críticas opositoras durante su mandato.

La línea política en el exterior mantuvo un marcado cariz proestadounidense, como demostró con el apoyo sin reservas a la intervención estadounidense en Irak y el envío de efectivos militares salvaldoreños al frente. Lo prolongado del conflicto y el fracaso para lograr una situación de paz real en la zona, elevó el tono de las protestas de buena parte de la sociedad que, en línea con las propuestas del FMLN, exigía la retirada de las tropas nacionales. Pese a todo, cumplida su gestión en 2004, Flores cedió el bastón de mando a su compañero de partido, Tony Saca, con un altísimo índice de popularidad entres sus conciudadanos.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo