Esquiaqui, Domingo (1740-1820).
Ingeniero italiano, nacido en Nápoles en 1740 y muerto en Bogotá en 1820. Realizó las obras públicas más importantes de Bogotá a fines del siglo XVIII.
Oriundo de Nápoles, ingresó en el Ejército español donde alcanzó el grado de teniente coronel de Artillería. Fue destinado al Nuevo Reino de Granada, a donde debió llegar durante el mandato del virrey Antonio Caballero y Góngora (1782-89), ya que el 26 de mayo de 1786 acudió con la tropa con el fin de evitar que el fuego del palacio virreinal se extendiera a otras edificaciones próximas. Para reedificarlo la Audiencia requirió los servicios del italiano, aprobados por el arzobispo-virrey. A partir de entonces se convirtió en el arquitecto oficial de las obras publicas de Bogotá que se hicieron durante los mandatos de los virreyes Gil y Lemos (1789), Ezpeleta (1789-1797), Mendinueta (1797-1803) y Amar y Borbón (1803-1810).
Esquiaqui realizo los trabajos de demolición de las torres de El Rosario, la Tercera, San Francisco y la catedral, que habían quedado en ruinas por el terremoto que sufrió Santa Fe el 12 de julio de 1785, teniendo que reforzar las dos últimas con llaves de madera. También reparó los edificios situados al occidente del palacio virreinal, muy afectados por el incendio antes mencionado, en el que se perdió una buena parte de los archivos. El virrey Ezpeleta le ordenó construir el nuevo cementerio en el sitio denominado La Pepita, con objeto de dar cumplimiento a la cédula real de 3 de abril de 1787, que prohibió los enterramientos en los templos. Llevó a cabo asimismo la decoración de la casa que arrendó la Audiencia para el recibimiento del virrey Gil y Lemos y en 1791. Por orden de Ezpeleta, Esquiaqui realizó el primer plano de la ciudad de Bogotá, del que conocemos sólo una copia, ya que el original se quemó en el incendio del palacio municipal el año 1900. Construyó también el teatro, que se inauguró el 7 de octubre de 1793 y dirigió la construcción de la fachada de la casa para oficinas de Hacienda y aduana situada entre la catedral y el sagrario. También intervino en la construcción de la sacristía nueva de la catedral, iniciada por el deán Francisco Martínez. En 1794 terminó la reconstrucción de la iglesia de San Francisco, que había destruido el terremoto de 1785.
Las dos obras más importantes de Esquiaqui fueron el puente de los Micos y el puente del Común. El primero se edificó sobre el río Serrezuela, en el viejo camino al occidente y el segundo fue levantado sobre el río Funza o Bogotá, cerca de Chiquinquirá, hasta donde habían llegado los comuneros (véase Insurrección de los Comuneros de Nueva Granada). El puente del Común fue construido por orden Ezpeleta y costó la exorbitante suma de cien mil pesos. Se inauguro el 31 de diciembre de 1792 y ha sido la salida usual hacia el norte hasta hace muy pocos años.
Ezpeleta encargó también a Esquiaqui una obra que no pudo realizar aunque si la diseñó: la vía del camino del Norte, que iba desde San Diego hasta el cerro Torquita y desde aquí hasta el nuevo puente del Común. El ingeniero hizo los planos y calculó su coste en 4.000 pesos, que fueron difíciles de recaudar. Se vino encima la revolución independentista y la obra quedó pendiente para la república (véase Independencia de la América Española).
Al surgir el movimiento de 1810 Esquiaqui abrazó la causa de los patriotas, lo que le valió luego ser perseguido por el general Morillo y por el virrey Juan Sámano. Pese a todo vivió la victoria de Bolívar en Boyacá, a quien vio entrar en la antigua capital virreinal. Murió ya octogenario a fines de 1820.
Bibliografía
-
BATEMAN, A. D. Páginas para la Historia de la Ingeniería Colombiana. Bogotá, Biblioteca de Historia Nacional, 1972.
-
ORTIZ, S. E. Nuevo Reino de Granada. El Virreinato. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, 1970.
MLS
