Civil, Pablo (1899-1987).
Tenor español nacido en Teyá (Barcelona) el 20 de noviembre de 1899 y fallecido en Barcelona el 28 de diciembre de 1987. Tenor de amplio repertorio, llegó a interpretar unas ciento veinte óperas. En escena destacó por su expresividad y desenvolvimiento.
De vocación tardía, hasta los veinte años su vida giró en torno a los estudios de profesor mercantil. Al acabar el servicio militar ingresó en el Conservatorio del Liceo, y en 1925 tuvo oportunidad de estrenarse en un festival de verano en el que cantó Rigoletto. Con los pocos ingresos que obtuvo en funciones locales, decidió trasladarse a Milán, donde pudo aprender de los más competentes maestros. Gracias a una beca, ganada como premio en un concurso de canto, pudo prolongar su estancia italiana. Durante algunos años compaginó las apariciones en modestos teatros -Catanzaro, Asti- con la grabación de discos. En 1935 consiguió una actuación en el Regio de Parma que le abrió las puertas de los grandes teatros: Verona, Bolonia, Florencia. Pero cuando adquirió fama entre el público italiano fue a raíz de sus actuaciones radiofónicas; cantó, entre otras, Resurrección y La Gioconda.
En 1937 le llegó el momento de presentarse en la Scala con La morte de Friné, ya era un cantante experto y conocido; en tan célebre escenario cantó junto a estrellas en ciernes, como María Caniglia y Giulietta Simionato. Sus mayores éxitos los consiguió con obras del verismo italiano: La Bohème y Tosca, de Puccini, o Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni, con la que obtuvo un clamoroso triunfo en las Termas de Caracalla y un año después -1940- en transmisión por radio con ocasión del cincuenta aniversario. La despedida de Milán tuvo lugar en 1949 en el papel de Golitsyn de Khovantchina. También fueron destacables las numerosas actuaciones en Carmen representadas en el Metropolitan de Nueva York.
A causa de la Guerra Mundial regresó a España y se convirtió en un habitual del Liceo barcelonés. En la década de los cuarenta siguió actuando por los principales escenarios españoles; el reconocimiento del público y la afición al canto hicieron que su carrera de tenor se prolongase hasta bien entrados los cincuenta. Su despedida oficial tuvo lugar en Barcelona en 1955, aunque volvió fugazmente dos años después para sustituir al tenor en las funciones de Carmen y Lucia de Lamemoor. Permaneció ligado a la música dirigiendo una orquesta de vez en cuando y ejerciendo de profesor de canto en el Conservatorio, donde había sido alumno. Se jubiló de este cargo con más de ochenta años.