Carande y Thovar, Ramón (1887-1986).
Economista e historiador español nacido en Palencia el 4 de mayo de 1887 y fallecido en 1986 en El Almendral (Extremadura). Figura singular en el ámbito académico, es reconocido como uno de los más importantes y renovadores historiadores del siglo XX español.
En su primera adolescencia, Ramón Carande se trasladó de Palencia a Santander, donde terminó el bachillerato. De la ciudad cántabra pasó a Madrid, en donde había obtenido plaza para estudiar derecho en la Universidad Central. En esta institución logró la licenciatura y en 1911 el doctorado.
Poco después fue pensionado por la la Junta para Ampliación de Estudios, gracias a lo cual pasó varios años en Alemania, Austria y Gran Bretaña, especializándose en Economía. De vuelta a España, en 1916 ocupó el puesto de catedrático en la Universidad de Murcia, de la que también fue decano. En 1918 se estableció en Sevilla, donde ganó la cátedra de Economía y Hacienda por concurso-oposición.
Pensador de carácter liberal, fue diputado en las Cortes de la Segunda República Española y designado Consejero de Estado. Mantuvo amistad con los círculos del progresismo moderado vinculado, en general, a la Institución Libre de Enseñanza. Por su afinidad con el régimen republicano, al final de la Guerra Civil la dictadura del general Franco le apartó de su cátedra sevillana, por lo que Carande se dedicó a la investigación. Su obra más célebre y valorada fue Carlos V y sus banqueros, cuya primera edición completa, en tres volúmenes, apareció en 1967 bajo los títulos La vida económica de España en una fase de su hegemonía (1516-1556), La Hacienda Real de Castilla y Los caminos del oro y de la plata.
Esta tiene un significado realmente singular en el panorama historiográfico español por la enorme aportación que supuso al conocimiento de un ámbito, el de la historia económica castellana, hasta entonces poco explorado. Carande, sobre todo, enseñó a interpretar el extraordinario fondo de la Sección de Hacienda del Archivo General de Simancas. Sin embargo, se produjo la paradoja de que no creó escuela. Esto último tuvo que ver con el modelo científico seguido por Carande, que no fue otro que el de la Historia Económica alemana que él había conocido tan de cerca.
En efecto, la historiografía germana había adoptado con gran éxito el positivismo cuantitativo como principal sistema de explicación, lo que le valió ponerse a la cabeza de Europa entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Además, entre los temas preferidos por esta escuela se hallaba el de la decadencia económica española de los siglos XVI y XVII. Sin embargo, después de la Primera Guerra Mundial este modelo dio señales de estancamiento, lo que propició su sustitución por la renovadora escuela francesa de los Annales a partir de la década de 1930. Pese a ello, Carande ya nunca abandonó el método alemán. Su investigación, por tanto, transcurrió por una senda respetada, pero ya distante del nuevo modelo que Ferdinand Braudel impuso en buena parte de Europa y particularmente en España. Así, los historiadores españoles siguieron interesándose por el ascenso y caída de la economía imperial española, pero no desde la óptica alemana de Carande. Su impresionante Carlos V resultó un magnífico y tardío epígono de una escuela en vías de desaparición, no el inicio de un nuevo camino. En consecuencia, su logro fue reconocido, pero no secundado.
Carande fue nombrado académico de número de la Real Academia de la Historia en 1949, Consejero Nacional del Movimiento, miembro del Instituto de Estudios Políticos y doctor Honoris Causa por diferentes universidades de España, Francia y Alemania. En 1985 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades.
Fruto de su labor, además del citado Carlos V y sus banqueros, fueron los volúmenes siguientes: Las tierras, las fuentes y la Administración de la ciudad en el siglo XIV; Sevilla, fortaleza y mercado; Personas, libros y lugares; Las llevaderas alcabalas; La lúcida obstinación de Cajal; Un banquero de Felipe II en Medina del Campo; Siete estudios de Historia de España; Galería de raros; Galería de amigos y El atlante patético.
