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ReligiónBiografía

Benedicto XVI. Papa (1927-VVVV)

Papa de origen alemán nacido en Marktyl am Inn, en la diócesis de Passau, Baviera, el 16 de abril de 1927 en el seno de una modesta familia. Fue bautizado con el nombre de Joseph Alois Ratzinger. Nombrado cardenal en 1977 por Pablo VI, ocupó importantes cargos en la jerarquía eclesiástica desde entonces. En 1981 fue nombrado por Juan Pablo II Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antiguo Santo Oficio; también ocupó los cargos de Presidente Emérito de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, así como Decano del Colegio Cardenalicio, desde el 30 de noviembre de 2002. El 19 de abril de 2005 fue elegido nuevo Papa en sustitución de Juan Pablo II. El 28 de febrero de 2013 renunció a su cargo después de casi 8 años de Pontificado y pasó a ser Papa Emérito.

Infancia y juventud

Fue hijo del policía rural Joseph Ratzinger y de la empleada de hotel María Peintner, ambos profundamente católicos. Por el trabajo de su padre, que conllevaba continuos traslados, la familia Ratzinger pasó años recorriendo Baviera, sin fijar residencia en ningún lugar concreto. En 1929 la familia se trasladó a Tittmoning, una pequeña localidad cercana a la frontera austríaca. En diciembre de 1932, debido a las críticas que su padre hizo sobre el nazismo, la familia fue obligada a trasladarse a Auschau am Inn, localidad situada a los pies de los Alpes. En 1937 su padre se jubiló y la familia volvió a trasladarse, estableciéndose en la localidad de Traunstein. Allí, el joven Ratzinger pasó la mayor parte de su adolescencia. En la escuela local de Traunstein inició sus estudios de lenguas clásicas, latín y griego. Desde joven sintió la llamada al sacerdocio, como un convencimiento de que Dios deseaba algo de él, algo que solamente podía cumplir haciéndose sacerdote.

En 1939, Ratzinger ingresó en el seminario menor de Traunstein, donde inició su carrera eclesiástica. En la Segunda Guerra Mundial, el joven Ratzinger, al igual que el resto de seminaristas de Traunstein, fue movilizado por el ejército nazi y fue alistado en el cuerpo antiaéreo. En esa época, continuó su formación en una escuela de Múnich. En septiembre de 1944 fue licenciado del ejército, solamente para ser alistado en la infame Legión Austríaca (en palabras del propio Ratzinger: fanáticos ideológicos que nos tiranizaron sin respiro). Ratzinger formó parte de las Juventudes Hitlerianas y, a pesar de que en repetidas ocasiones ha asegurado que fue obligado a afiliarse, este hecho de su pasado le ha perseguido a lo largo de toda su carrera eclesiástica. Según sus propias palabras, se inmunizó contra el nazismo gracias a su fe en el catolicismo, "verdadero baluarte de verdad y justicia contra el reino del ateísmo y del engaño". Dos meses más tarde, tras recibir la formación militar básica, Ratzinger enfermó, lo que le libró de la mayor parte de las obligaciones militares.

A principios de mayo de 1945, ante el avance del frente Aliado, Ratzinger desertó del ejército y regresó a Traunstein. Cuando las tropas norteamericanas llegaron a Traunstein, establecieron el cuartel general en la casa de los Ratzinger. Joseph fue identificado como soldado alemán y fue encarcelado en un campo americano de prisioneros de guerra. El 19 de junio de 1945, Joseph fue liberado y pudo regresar a su casa; apenas un mes más tarde, su hermano Georg también fue liberado. En noviembre, ambos hermanos regresaron al seminario.

Formación académica y carrera eclesiástica

Tras completar sus estudios en el seminario de Traunstein, en 1947 ingresó en el Herzogliches Georgianum, un instituto de Teología asociado a la Universidad de Múnich. El 29 de junio de 1951, los hermanos Ratzinger fueron ordenados sacerdotes por el cardenal Faulhaber en la catedral de Freising. En julio de 1953, Joseph Ratzinger se doctoró en Teología por la Universidad de Múnich, con una brillante tesis sobre la doctrina de San Agustín. El 15 de abril de 1959 se convirtió en profesor de Teología de la Universidad de Bonn. Ese mismo año falleció su padre, el 23 de agosto.

Entre 1962 y 1965 participó en las sesiones del Concilio Vaticano II como especialista en teología y consejero del cardenal de Colonia Joseph Frings. Aunque no tan liberal como el cardenal Julius Döfner, Frings, animado por Ratzinger, se unió a un grupo de obispos franceses y alemanes para oponerse a los esfuerzos de la Curia Romana que quería bloquear la reforma en la Iglesia. Junto con el teólogo jesuita Karl Rahner, Ratzinger escribía borradores de documentos en oposición a los emanados por el Santo Oficio, institución precursora de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Él redactó también la intervención en la cual Döfner criticaba al Santo Oficio por sus "métodos y comportamientos que no están de acuerdo con la época presente y que son causa de escándalo ante el mundo de hoy". Ratzinger destacó como uno de los teólogos partidarios de las reformas conciliares y de un mayor acercamiento de la Iglesia católica a la sociedad. Durante el Concilio, en 1963, Ratzinger abandonó la cátedra de la Universidad de Bonn y se trasladó a la Universidad de Münster. El 16 de diciembre de ese mismo año falleció su madre. Unos años después, en 1966, logró la cátedra de teología de la Universidad de Tubinga, con el apoyo entusiasta del profesor Hans Küng. Ambos teólogos se habían conocido en 1957, en un congreso de teología que tuvo lugar en Innsbruck. A lo largo de estos años como profesor universitario publicó diversos libros sobre cristología, patrología, historia de la Iglesia, liturgia, homilética y sobre otros aspectos de la doctrina y praxis del cristianismo.

Las revueltas estudiantiles que en 1968 (véase Mayo francés) se reprodujeron por toda Europa y la creciente influencia del marxismo entre la intelectualidad de Tubinga, provocaron en Ratzinger una profunda trasformación. Si hasta entonces había mantenido una postura reformista y se había mostrado favorable a realizar ciertas reformas en el seno de la Iglesia católica, desde ese momento su ideario se transformó y se convirtió en defensor acérrimo de la ortodoxia eclesiástica frente al auge del marxismo y el ateísmo entre los jóvenes. Al año siguiente, escandalizado por la ideología imperante en Tubinga, se trasladó a Baviera, donde empezó a trabajar en la Universidad de Ratisbona, institución de la que llegó a ser vicepresidente (1969-1977). Las décadas que siguieron al Concilio Vaticano II fueron calificadas por Ratzinger como un período de decadencia eclesiástica que, una vez comenzado, no se pudo parar. Entre 1969 y 1977 fue miembro de la Comisión Teológica Internacional.

En 1972, junto con Hans Urs von Balthasar y Henry De Lubac entre otros, lanzó la publicación trimestral Communio, una revista de teología católica y cultura.

El 24 de marzo de 1977, Joseph Ratzinger fue nombrado arzobispo de Múnich por Pablo VI y, unos meses más tarde, el 27 de junio, se convirtió en cardenal de Múnich. En la IV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos de ese mismo año, Ratzinger conoció al cardenal Karol Wojtyla, con el que congenió desde el primer momento. Ambos pensaban que el marxismo se había introducido en ciertos ambientes eclesiales, como por ejemplo, a través de la Teología de la Liberación, cuyo mejor representante era el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, quien en 1973 había publicado el libro Teología de la Liberación.

En el cónclave que siguió a la muerte de Juan Pablo I en 1978, el cardenal Ratzinger fue uno de los mayores defensores de la candidatura de Karol Wojtyla. Quizá por ello, una vez que éste fue elegido Papa, Joseph Ratzinger se convirtió en uno de sus asiduos acompañantes y por tanto en una de las personas más influyentes de la nueva Curia. Dentro de la Curia, fue miembro de la Secretaría de Estado, de las Sagradas Congregaciones de las Iglesias Orientales, del Culto Divino y Sacramentos, de los Obispos, de la Evangelización de los pueblos, de la Educación católica; del Pontifico Consejo para la Unidad de los cristianos; del Consejo de Cultura; de la Comisión para América Latina y de la Comisión Ecclesia Dei.

Debido a su reconocido prestigio como teólogo, en 1980 fue llamado por Juan Pablo II para participar en la V Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos (septiembre-octubre de 1980) y poco después, le ofreció presidir la Congregación para la Educación católica que Ratzinger declinó. Sin embargo, el 25 de noviembre de 1981 aceptó el cargo de Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, órgano que antes se había llamado Congregación de la Inquisición Romana y Universal y, más recientemente, Santo Oficio, nombre con el que fue conocida hasta 1965. El objetivo de Ratzinger al frente de la Congregación fue el de proteger y promover la pureza doctrinal de la Iglesia católica. Al mismo tiempo fue nombrado Presidente de la Comisión Teológica Internacional y de la Comisión Bíblica Pontificia. En el otoño de 1983 asistió a la VI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Dos años más tarde, asistió a la II Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos. Como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger presidió, desde 1986, también la comisión para la elaboración del Nuevo Catecismo de la Iglesia católica, que fue promulgado por el papa Juan Pablo II el 11 de octubre de 1992.

Fue miembro de la Secretaría General de las VII y VIII Asambleas Ordinarias del Sínodo de los Obispos (1987 y 1990). En la década de 1990 asistió en las distintas Asambleas Especiales del Sínodo de los Obispos para Europa (1991 y 1999), África (1994), América (1997), Asia (1998) y Oceanía (1998; así como a la IX Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos (1994).

Desde su puesto al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger protagonizó una serie de disputas teológicas con otros miembros de la Iglesia que le granjearon fama de conservador. Una de las disputas más importantes fue la que sostuvo con los seguidores de la Teología de la Liberación, que estuvo cerca de provocar un cisma en la iglesia americana. Ratzinger redactó en 1984 la Instrucción sobre la Teología de la Liberación, en la que la Congregación para la Doctrina de la Fe prevenía contra este movimiento teológico y pastoral de América Latina. Pocos días después, la misma Congregación imponía al teólogo de la liberación, el brasileño Leonardo Boff, un año de silencio. La homosexualidad, el aborto y las medidas contraceptivas fueron otros de los grandes temas de debate en los que el cardenal Ratzinger mostró una ortodoxia inflexible y a los que se opuso con fuerza. Así, en Estados Unidos, durante la campaña electoral de 2004, las duras declaraciones de Ratzinger abogando por no conceder la comunión a los políticos que apoyaran las leyes referentes al aborto, causaron un intenso debate y fueron vistas por algunos como una injerencia vaticana en los asuntos políticos estadounidenses.

La salud del cardenal Ratzinger sufrió un grave deterioro en septiembre de 1991, cuando sufrió una hemorragia cerebral que le mantuvo varios días hospitalizado. Por estas fechas, empezó a tener problemas de visión y los rumores sobre un delicado estado de salud se propagaron por Roma. No obstante, no sólo permaneció al frente de todos sus puestos en el Vaticano sino que el grave estado de salud de Juan Pablo II provocó que tanto Ratzinger como el resto de la Curia continuaran con su trabajo pese a superar la edad establecida para la jubilación.

Joseph Ratzinger es autor de numerosas obras teologales, entre las que se pueden destacar: El Dios de la fe y el Dios de los filósofos (1962), Ser cristiano (1967), Transubstanciación y Eucaristía (1969), Introducción al Cristianismo (1970), Dios como problema (1973), El Nuevo pueblo de Dios (1972), Palabra en la Iglesia (1976), El Dios de Jesucristo (1980), El rostro de Dios (1983), Teoría de los principios teológicos (1986), Iglesia, ecumenismo y política (1987), La hija de Sión (1993), La Iglesia (1994), Evangelio: catequesis y catecismo (1996), Imágenes de la esperanza (1998). En 1984 apareció el libro Rapporto sulla fede, ('Informe sobre la fe') resultado de una larga entrevista del periodista Vittorio Messori al cardenal Ratzinger; en el libro se exponía el pensamiento del prelado respecto a los más importantes y actuales temas de la religión católica.

La elección pontificia

A la muerte de Juan Pablo II, el 2 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger se perfiló como el más firme candidato a convertirse en el nuevo pontífice de la Iglesia católica. En los días previos a la reunión del cónclave que debía elegir al 265º Pontífice, Joseph Ratzinger fue la figura que adquirió más peso entre el colegio cardenalicio. Él, como cardenal decano, fue el encargado de oficiar los funerales por el difunto Juan Pablo II y fue en esa última homilía donde sus posibilidades de convertirse en el nuevo Papa adquirieron más fuerza. Una homilía agresiva, en la que denunció los males de la Iglesia y de la sociedad y en la que defendió enérgicamente la ortodoxia teologal como único camino para llegar a una solución: “La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido agitada con frecuencia por esas ondas, llevada de un extremo a otro, del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etcétera. Cada día nacen nuevas sectas y se cumple lo que dice San Pablo sobre el engaño de los seres humanos”.

El cónclave que siguió a la muerte de Juan Pablo II, eligió el 19 de abril de 2005, tras sólo cuatro votaciones y apenas 24 horas después de la primera reunión, a Joseph Ratzinger como nuevo Pontífice. El encargado de transmitir la noticia al mundo fue el cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez, bajo la tradicional fórmula: Annuntio vobis gaudium magnum habemus Papam... Ratzinger eligió el nombre de Benedicto XVI.

El domingo 24 de abril de ese mismo año recibió los símbolos papales (el palio de lana y el anillo del pescador) con los que iniciaba su labor pontificia. A la ceremonia acudieron treinta y seis jefes de Estado y de Gobierno (entre ellos los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía), mientras que una multitud de fieles (más de trescientos mil) aguardó en la plaza de San Pedro a que el nuevo papa diese una vuelta a ésta en un coche descubierto.

El estilo con que el papa Benedicto comenzó a realizar su labor no podía ser más alejada del estilo de su antecesor. Sus pocas apariciones en público, la restricción en sus recepciones a personalidades, la limitación en sus viajes y la abstracta erudición en sus escritos han hecho que los fieles modificaran sus expectativas con respecto a él. Josef Ratzinger domina al menos seis idiomas (alemán, italiano, francés, latín, inglés y español), lee el griego antiguo y el hebreo, además del latín. Es miembro de varias academias científicas de Europa y ha recibido ocho doctorados honoris causa de diferentes universidades, (entre otras, de la Universidad de Navarra en 1986); también ha sido nombrado ciudadano honorífico de la comunidad de Pentling (1987), Marktl (1997) su ciudad natal, Traunstein (2006) y Ratisbona (2006).

En esta última universidad pronunció unas palabras atribuidas al emperador bizantino Manuel en relación al tema de la yihad en el islamismo, que posteriormente requirió una aclaración, por una agria polémica suscitada en medios de comunicación y comunidades islámicas en torno a lo dicho en septiembre de 2006. También fue interpelado en febrero de 2009 por la canciller de su país, Angela Merkel, a propósito del perdón que otorgó a un obispo norteamericano excomulgado, porque éste había declarado que no creía en el Holocausto judío.

En marzo de 2009, el papa pidió a la comunidad empresaria mundial que prioricen a los trabajadores y a sus familias en tiempos de crisis económicas.

El papa Benedicto viajó a Jordania el 8 de mayo de 2009 para ofrecer sus servicios de mediación en la resolución del conflicto entre israelíes y palestinos. El 12 de mayo, en su visita a Jerusalén pronunció un discurso que fue criticado por autoridades religiosas y gubernamentales judías. El Vaticano abre una página de una extendida red social en Internet, con el objetivo de difundir su mensaje, apuntando a captar la atención de los jóvenes en el mundo.

El 8 de julio publicó su tercera encíclica llamada Caridad en la verdad. Su ensayo se dirige contra los efectos del capitalismo, la avaricia financiera y el neocolonialismo, pidiendo un proceso de globalización en el sendero de la solidaridad. La primera encíclica Deus Caritas Est se publicó el 25 de enero de 2006 y trata sobre el amor cristiano y la segunda, Spe salvi, apareció el 30 de noviembre de 2007 y está dedicada a la esperanza. El segundo documento escrito como papa después de su primera encíclica fue la exhortación apostólica Sacramentum Caritatis (marzo de 2007), a la que siguieron Verbum Domini (noviembre de 2010), Africae munus (noviembre de 2011) y Ecclesia in Medio Oriente (septiembre de 2012).

Entre los años 2007 y 2012 publicó tres libros sobre la vida de Jesús: Jesús de Nazaret (2007), Jesús de Nazaret: Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección (2011) y La infancia de Jesús (2012), todos ellos a partir de los datos recogidos en los Evangelios y el Nuevo Testamento.

Benedicto XVI beatificó a su antecesor, Juan Pablo II, el 1 de mayo de 2011 en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Era la primera vez que un papa beatificaba a su antecesor desde la Edad Media.

Durante su Pontificaco, el Santo Padre viajó a numerosos lugares tanto dentro como fuera de Italia. Del 15 al 21 de abril de 2008 viajó a EE.UU., en este viaje celebró su 81 cumpleaños y el III aniversario de su elección en 2005. Su primera visita a Australia fue del 17 al 20 de julio de 2008 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Un evento religioso similar, la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, trajo por tercera vez a España a Benedicto XVI en agosto de 2011. Su primera visita a España fue con motivo de El Encuentro Mundial de las Familias celebrado los días 8 y 9 de julio de 2006 en la ciudad de Valencia. Los días 6 y 7 de noviembre de 2010 realizó su segundo viaje para visitar las ciudades de Santiago de Compostela y de Barcelona. Francia, África, Portugal, Malta, Chipre, Gran Bretaña, Croacia, Benin, México, Líbano y Cuba fueron otros destinos elegidos por el Santo Padre.

Renuncia

El 11 de febrero de 2013 Benedicto XVI anunció por sorpresa su renuncia al papado durante el consistorio de canonización de los mártires de Otranto, según sus palabras por falta de fuerzas: "He llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio del ministerio petrino. Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma y sucesor de Pedro".

La dimisión se hizo efectiva el 28 de febrero a las 20:00 horas, hora de Italia, desde ese momento la sede papal quedó vacante y se inició el proceso de celebración del cónclave para elegir al nuevo papa. Benedicto XVI, de casi 86 años, abandonó el Vaticano en helicóptero aproximadamente a las 17:00 horas para dirigirse a Castel Gandolfo, su nueva residencia en los dos meses siguientes, hasta su establecimiento definitivo en el Monasterio Mater Ecclesiae, en el Vaticano. Desde el balcón del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo dirigió sus últimas palabras como papa a la gente congregada en la plaza: "Gracias, gracias de corazón. Gracias por vuestra amistad y vuestro afecto (...). No soy más el Sumo Pontífice de la Iglesia. A partir de las 20.00 horas, seré simplemente un peregrino que continúa su peregrinaje sobre la Tierra y afronta la etapa final. (...) Gracias y buenas noches". A las 20:00 horas se cerraron las puertas de la residencia de Castel Gandolfo para simbolizar el fin del pontificado de Benedicto XVI, desde su renuncia, papa emérito y obispo emérito de Roma con el tratamiento de Su Santidad.

Casi dos semanas después de retirarse de la Ciudad del Vaticano, 115 cardenales eligieron en cónclave al nuevo papa, al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien asumió el cargo con el nombre de Francisco.

El 23 de marzo de 2013 se produjo un encuentro histórico entre el papa Francisco y Benedicto XVI en la residencia veraniega de Castel Gandonfo, donde Benedicto XVI ofreció su promesa de obediencia al nuevo papa y Francisco agradeció a su predecesor su ministerio.

Enlaces en Internet

http://www.vatican.va ; Página oficial del Vaticano (en español).
http://www.aciprensa.com ; Página católica con amplia información sobre la Iglesia (en español).
http://www.conferenciaepiscopal.es ; Página de la Conferencia Episcopal Española (en español).

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez