Aznar López, José María (1953-VVVV)
Político español, nacido en Madrid el 25 de febrero de 1953, que fue presidente de Gobierno entre 1996 y 2004.
Procedente de una familia de origen navarro, el abuelo del que ha sido cuarto presidente del Gobierno de la España democrática, Manuel Aznar Zubigaray, fue embajador de España, entre otros destinos, ante la ONU, y fundó y dirigió varias cabeceras de prensa en el País Vasco, Madrid y Barcelona. Su padre, Manuel Aznar Acedo, bilbaíno de nacimiento, desarrolló la mayor parte de su trayectoria profesional en la radio y, finalizada la Guerra Civil, ocupó la subdirección general de Radiodifusión en el Ministerio de Información y Turismo.
El joven José María realizó el bachillerato en el Colegio Nuestra Señora del Pilar en Madrid, a la vez que militaba en el Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES), organización de impronta católica. Cursó Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y obtuvo la licenciatura en 1975. Posteriormente, opositó al cuerpo de inspectores de finanzas del Estado y en 1976 entró a formar parte del funcionariado del Ministerio de Hacienda. Un año más tarde, José María Aznar contrajo matrimonio con Ana Botella. De la pareja nacerían tres hijos; José María, Ana y Alonso.
Destinado en Logroño en 1978, fue en la capital riojana donde empezó a darse a conocer en los ambientes políticos con la publicación de una serie de artículos en la prensa local, en los que se mostraba crítico con la nueva organización territorial del Estado establecida en el título VIII de la Constitución Española.
El 17 de enero de 1979, Aznar se afilió a Alianza Popular (AP), partido de corte conservador constituido en 1977 y que, hasta principios de 1978, había funcionado como una federación de siete agrupaciones. Pero por aquel entonces AP era ya una fuerza unitaria, reunida bajo el liderazgo de Manuel Fraga Iribarne, ex ministro de Información y Turismo. Aquel mismo año, después de que AP sólo obtuviese el 6% de los sufragios y nueve escaños en las elecciones legislativas del 1 de marzo de 1979, Aznar fue designado secretario general del partido en La Rioja. Ocupó el cargo hasta 1980.
En febrero de 1981, con ocasión del IV Congreso Nacional de AP, fue nombrado vicesecretario nacional de Autonomías y Regiones, e ingresó en la Junta Directiva Nacional del partido. Un año más tarde, el V Congreso Nacional le nombró adjunto del secretario general Jorge Verstrynge.
Estrenó el acta de diputado, por la provincia de Ávila, en las elecciones generales de 1982, que convirtieron a AP en la segunda fuerza del Congreso de los Diputados con 106 escaños. Durante la II legislatura, Aznar fue secretario segundo de la Comisión Constitucional y vocal de las Comisiones de Presupuestos, Régimen de las Administraciones y Mixta para asuntos relacionados con el Tribunal de Cuentas. En las elecciones generales de 1986 renovó su escaño, y en la nueva legislatura intervino como vocal en las Comisiones de Presupuestos y de Control Parlamentario de RTVE.
Dentro del partido, en enero de 1984 asumió la coordinación general en el área de Política Autonómica y Local y el 22 de junio de 1985 alcanzó la presidencia de AP en Castilla y León. En el mes de enero de 1987, brindó su respaldo al grupo crítico liderado por Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, que proponía una doctrina de "liberalismo popular", en la liza por la sucesión de Manuel Fraga, quien había presentado su dimisión tras los resultados electorales del año anterior. En el VIII Congreso Nacional, celebrado con carácter extraordinario el día 7 de febrero, se impuso la candidatura de Antonio Hernández Mancha; circunstancia que desplazó a Aznar de la portavocía en la Comisión Parlamentaria de Asuntos Sociales y de la Secretaría General Adjunta del partido, aunque siguió en la Ejecutiva Nacional como secretario de Formación Política.
Abandonado su escaño en Madrid, el 10 de junio de 1987 fue elegido procurador de las Cortes de Castilla y León y, el 21 de julio, fue investido presidente de la Junta con el respaldo de su partido y del CDS. Seis días después tomó posesión de un cargo que representó un fuerte impulso en la carrera del futuro presidente de Gobierno, pues le situó en el punto de mira de la dirección del partido para una próxima renovación generacional.
Después del fracaso de la experiencia de Hernández Mancha, Manuel Fraga retornó a la presidencia nacional del partido en el IX Congreso, celebrado en enero de 1989. El regreso del veterano líder conservador posibilitó la promoción de Aznar, quien fue designado primer vicepresidente para Asuntos Económicos.
El IX Congreso, posteriormente bautizado como "Congreso de la Refundación", sentó las bases de un nuevo proyecto político. AP pasó a denominarse Partido Popular (PP) y absorbió a elementos de la Democracia Cristiana, encabezada por Javier Rupérez, y del Partido Liberal, enriqueciéndose con matices ideológicos menos conservadores.
En esta nueva aventura política, la figura de Aznar se configuraba como la del candidato más adecuado a la Presidencia del Gobierno de cara a las elecciones del otoño de 1989. Contrastada su idoneidad por la directiva popular, el 4 de septiembre de 1989 el Comité Ejecutivo Nacional del PP, con 211 votos a favor y cinco en blanco, confirmó a Aznar como candidato a la Presidencia del Gobierno. Para afrontar sus nuevas responsabilidades, renunció al cargo de jefe del Ejecutivo de la Junta de Castilla y León en favor de Jesús Posada. Desde ese momento, y aunque Fraga era el presidente nominal de la formación, José María Aznar asumió el ejercicio de liderar al Partido Popular.
En las elecciones del 29 de octubre de 1989, el PP logró el 25,8% de los votos y 107 diputados; resultados que convirtieron a Aznar en nuevo jefe de la oposición al PSOE como primer diputado por Madrid y portavoz del grupo parlamentario popular.
El X Congreso Nacional del PP, celebrado en la primavera de 1990 bajo el lema "Centrados en la Libertad", consagró el liderazgo de Aznar quien, en este momento, tomó posesión de la presidencia nacional del partido. En su discurso de proclamación, Aznar ofreció un "proyecto de libertad" y reivindicó el centro del espectro político. Avanzar desde posiciones más conservadoras hacia un centro-derecha pragmático de corte europeo auguraba un notable crecimiento en las expectativas electorales de Aznar. Por otro lado, los escándalos que salpicaban al Gobierno de Felipe González, tales como la organización de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), el despilfarro del dinero público o los escándalos detectados en la cúpula del Banco de España y la Guardia Civil; unidos al aumento del paro, anunciaban la pérdida de confianza de buena parte del electorado socialista.
Las elecciones legislativas de 1993 volvieron a enfrentar a González y Aznar. El líder socialista repitió triunfo aunque el PP logró acaparar el 34,8% de los votos y obligó al PSOE a gobernar con mayoría simple. El partido también cosechó buenos resultados en los comicios europeos de 1994 y en las municipales y autonómicas de 1995, lo que desató la euforia entre los populares.
Precisamente el 19 de abril de 1995, un mes antes de los comicios autonómicos, Aznar fue objetivo de un atentado terrorista con coche bomba cuando viajaba con su vehículo en la confluencia de las madrileñas calles de Arturo Soria y José Silva. El blindaje del automóvil salvó la vida del jefe de la oposición y sus escoltas. El atentado se atribuyó al comando Madrid de ETA.
En enero de 1996 y con la vista puesta en las elecciones del 3 de marzo, el XII Congreso del PP proclamó de nuevo a Aznar candidato a la Presidencia del Gobierno. En los citados comicios generales los populares lograron la victoria y José María Aznar recibió el encargo de formar Gobierno. El PP recibió 9,4 millones de votos, (37,6%), que se tradujeron en una mayoría parlamentaria simple de 154 diputados, y que obligó a Aznar a pactar con los partidos nacionalistas de centro-derecha varios acuerdos para asegurar la gobernabilidad del Estado. El PP cerró acuerdos bilaterales con Convergencia y Unión (CiU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC).
José María Aznar, presidente del Gobierno español desde 1996
Conseguidos los apoyos necesarios, el 4 de mayo de 1996 y en la segunda sesión del debate de investidura, Aznar fue investido presidente en el Congreso de los Diputados con los 181 votos de populares, convergentes, peneuvistas y canarios. Al día siguiente, cumplimentó el juramento constitucional en presencia del rey Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela para convertirse en el presidente número 97 de la historia de España y cuarto desde la recuperación de la democracia. En la toma de posesión, el líder popular anunció un nuevo estilo de Gobierno basado en el "diálogo abierto" con todos los actores sociales y en un programa que definió como "centrado y centrista, reformista y reformador".
Su nombramiento apareció publicado el domingo 5 de mayo por Real Decreto, en un número extraordinario del Boletín Oficial del Estado y, esa misma tarde, el nuevo presidente hizo pública la composición de su primer gabinete, el decimoquinto desde la aprobación de la Constitución en 1978.
Para formar Gobierno, Aznar se rodeó de sus hombres de confianza. Para la Vicepresidencia Primera y el Ministerio de la Presidencia eligió a Francisco Álvarez-Cascos Fernández, y reservó la Vicepresidencia Segunda y el Ministerio de Economía y Hacienda para Rodrigo Rato Figaredo, hasta entonces portavoz del grupo parlamentario.
Redujo el número de ministros a catorce, al frente de los cuales colocó a diez hombres y cuatro mujeres. Asimismo, recuperó la antigua denominación de Fomento para referirse al departamento que en democracia adoptó el nombre de Obras Públicas y Transportes, y separó las carteras de Justicia e Interior, que el ex presidente González había fusionado en su último gabinete. Unificó en un solo departamento Educación y Cultura por un lado, y Trabajo y Asuntos Sociales por otro, y por primera vez creó un ministerio dedicado exclusivamente a Medio Ambiente.
Aznar se fijó como tareas básicas de su gestión el recorte del déficit de las cuentas del Estado, liquidar deudas, asfixiar la inflación y estimular la actividad generadora de empleo; entonces, la tasa de paro sobre población activa era del 22,9%. Las fórmulas aplicadas para lograr sus objetivos fueron, entre otras, la desregulación normativa, la reducción del peso del Estado en la economía, la eliminación de altos cargos de la administración, la privatización general de las empresas públicas y el hincapié en la liberalización monetaria empezando por una bajada de los tipos de interés.
El equipo económico de Aznar pronto logró resultados positivos en forma de crecimiento estable y saneamiento financiero, lo que permitió al país afrontar con confianza el cumplimiento los criterios de convergencia requeridos para participar en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria en enero de 1999: déficit de las administraciones públicas inferior o igual al 3% del PIB; deuda pública acumulada inferior o igual al 60% del PIB, inflación promedio no superior en 1,5 puntos a la media de los tres estados miembros con la tasa más baja; tipos de interés nominal a largo plazo no superiores en 2 puntos a la media de los tres estados con los precios más reducidos; y, mantenimiento de la peseta en la banda de fluctuación fijada por los mecanismos de cambio del Sistema Monetario Europeo (SME), al menos durante dos ejercicios anuales.
El 12 de marzo de 2000 José María Aznar se presentó a la reelección en la elecciones legislativas y logró la mayoría absoluta, con 183 diputados. Entre las novedades de la nueva legislatura destacó la aparición de un nuevo ministerio, el de Ciencia y Tecnología, al frente del cual situó a una ministra, Anna Birulés, una de las nuevas mujeres que entraron en el gabinete de Aznar junto a Celia Villalobos, ex alcaldesa de Málaga, que pasó a dirigir el Ministerio de Sanidad, y Pilar del Castillo, que hizo lo propio en Educación, Cultura y Deportes. El presidente del Gobierno confirmó en el cargo al ministro de Economía, Rodrigo Rato, a su vez Vicepresidente Segundo, y creó el Ministerio de Hacienda, donde situó a Cristóbal Montoro. Por su parte, Rajoy pasó a ocupa la Vicepresidencia Primera y el Ministerio de la Presidencia, convirtiéndose con ello en el número dos del gobierno.
Un año después de la constitución del Gobierno, Aznar tuvo que remodelar su Gabinete. Jaime Mayor Oreja abandonó la cartera de Interior para presentar su candidatura a lehendakari en las elecciones autonómicas vascas y Mariano Rajoy fue su sustituto en el Ministerio. Para asumir el nuevo cargo, el vicepresidente primero dejó a su vez el Ministerio de Presidencia que fue ocupado por Juan José Lucas, hasta entonces jefe del Ejecutivo en Castilla y León. El 9 de julio de 2002, cumplida la mitad de la legislatura, el presidente acometió la mayor crisis de Gobierno desde su desembarco en La Moncloa y la resolvió con una segunda remodelación de su Gabinete que incluyó seis destituciones, cinco nuevas incorporaciones y tres cambios de cartera. Sólo siete de los dieciséis ministros del Ejecutivo anterior mantuvieron idéntico cargo tras la remodelación presidencial. Juan José Lucas (Presidencia), Juan Carlos Aparicio (Trabajo), Jesús Posadas (Administraciones Públicas), Celia Villalobos (Sanidad), Anna Birulés (Ciencia y Tecnología) y Pío Cabanillas (Portavoz) abandonaron el equipo ministerial, mientras Ana Palacio (Exteriores), José María Michavila (Justicia), Eduardo Zaplana (Trabajo), Javier Arenas (Administraciones Públicas) y Ana Pastor (Sanidad) formalizaron los nuevos ingresos. La tercera remodelación del Gobierno constituido tras las elecciones de 2000 llegó el 9 de marzo de 2003 cuando Elvira Rodríguez fue elegida titular de Medio Ambiente en sustitución de Jaume Matas, que abandonó el Ministerio para presentar su candidatura a la jefatura del Gobierno balear en los inminentes comicios autonómicos.
Pocos meses antes del final de la legislatura, el presidente aún acometió un último ajuste ministerial para reorganizar el Ejecutivo tras la salida de Mariano Rajoy, nombrado sucesor de Aznar en la Secretaría General de los populares, y de Josep Piqué, elegido candidato a las elecciones catalanas. Rodrigo Rato se convirtió en vicepresidente primero, mientras Eduardo Zaplana asumió las labores de portavoz del Gobierno. Javier Arenas ocupó la vicepresidencia segunda y la cartera de Presidencia y cedió su cargo en Administraciones Públicas a Julia García Valdecasas, hasta entonces delegada del Gobierno en Cataluña. Finalmente, Juan Costa ocupó la vacante de Piqué en Ciencia y Tecnología.
Durante el XIV Congreso del PP celebrado en Madrid el último fin de semana de enero de 2002, Aznar confirmó su intención de no presentarse a la reelección, algo insólito en la política española moderna, y permitir la sucesión tras ocho años en el Gobierno. Fue designado presidente nacional del partido y Javier Arenas secretario general. Aclarado el futuro del presidente Aznar, comenzó la carrera por la sucesión dentro del partido. Por aquel entonces sonaban con fuerza los nombres de Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato.
La incógnita se desveló después del verano de 2003: Mariano Rajoy era el candidato del partido a las elecciones generales de marzo de 2004. El 3 de septiembre de 2003, el político gallego fue nombrado secretario general del Partido Popular y candidato a las elecciones generales de 2004 por el Comité Ejecutivo Nacional. Javier Arenas pasó a ser vicesecretario general.
La mayoría absoluta conseguida en las elecciones generales de 2000 propició una línea política desligada de pactos con otras formaciones políticas, lo que desencadenó algunos momentos de crispación a partir de 2002. Los logros del Gobierno durante la VII Legislatura fueron exhibir un presupuesto equilibrado, certificar un respetable crecimiento económico y situar la tasa de desempleo en un 11%. La lucha contra el terrorismo de ETA fue una de las prioridades del Gabinete durante toda la legislatura.
Las mayores dificultades del segundo mandato de José María Aznar estuvieron relacionadas con asuntos como la inmigración ilegal, que pretendió atajar y resolver con diversas reformas de la Ley de Extranjería; la huelga general de junio de 2002; la catástrofe ecológica del Prestige; la aplicación de la Ley de Calidad de la Enseñanza; el fuerte incremento del precio de la vivienda; y la agudización de las tensiones con los nacionalismos catalán y vasco.
Desmarcándose de la política exterior europeísta que España había priorizado hasta entonces, Aznar apostó por una línea de corte atlantista que representó un claro acercamiento al presidente estadounidense George W. Bush, especialmente a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. La decisión de Aznar de alinearse con la postura estadounidense en favor de una intervención armada en Irak, pese a tener al resto de las formaciones políticas españolas y a buena parte de la ciudadanía en contra, fue uno de los asuntos más controvertidos de los últimos meses de su gestión.
Aznar se despidió del Gobierno en un momento político profundamente marcado por el atentado terrorista que, el 11 de marzo de 2004, se cobró la vida de 191 personas en Madrid. En las elecciones generales, celebradas tres días después, el PP fue derrotado. Los populares obtuvieron 148 diputados, muy lejos de los 183 escaños logrados en los comicios anteriores. Alejado de las tareas de Gobierno, José María Aznar asumió la tarea de presidir la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). El 21 de abril de 2005 ingresó en el Consejo de Estado.
José María Aznar es autor de Libertad y solidaridad, (1991); y España: la segunda transición, (1994). En septiembre de 1990, Alfonso Osorio presentó en Madrid El vuelo del halcón, primer libro de investigación escrito por el periodista Graciano Palomo sobre la vida personal y política del líder popular. En mayo de 2004, el ex presidente presentó en Madrid Ocho años de Gobierno; una reflexión sobre el periodo que estuvo al frente del poder ejecutivo en España. Un año después, Aznar colocó en las librerías su segunda obra: Retratos y perfiles. De Fraga a Bush.
Gabinetes de Gobierno
VI Legislatura (1996-2000)
Vicepresidente Primero y Ministro de la Presidencia: Francisco Álvarez-Cascos Fernández.
Ministro de Asuntos Exteriores: Abel Matutes y Juan.
Ministra de Justicia: Margarita Mariscal de Gante y Mirón.
Ministro de Defensa: Eduardo Serra Rexach.
Vicepresidente Segundo y Ministro de Economía y Hacienda: Rodrigo Rato y Figaredo.
Ministro de Interior: Jaime Mayor Oreja.
Ministro de Fomento: Rafael Arias Salgado y Montalvo.
Ministra de Educación y Cultura: Esperanza Aguirre (hasta enero de 1999); Mariano Rajoy Brey.
Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales: Javier Arenas Bocanegra (hasta enero de 1999), Manuel Pimentel (hasta febrero de 2000), y Juan Carlos Aparicio.
Ministro de Industria y Energía: Josep Piqué i Camps.
Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación: Loyola de Palacio (hasta abril de 1999); Jesús María Posada Moreno.
Ministro de Administraciones Públicas: Mariano Rajoy Brey (hasta enero de 1999); Ángel Acebes Paniagua.
Ministra de Medio Ambiente: Isabel Tocino Biscarolasaga.
Ministro de Sanidad y Consumo: José Manuel Romay Beccaria.
VII Legislatura (2000-2004)
Vicepresidente Primero y Ministro de la Presidencia: Mariano Rajoy Brey. En febrero de 2001 asume el ministerio de Interior para sustituir a Jaime Mayor Oreja, conserva la vicepresidencia primera y cede el ministerio de la Presidencia a Juan José Lucas. En julio de 2002 deja Interior, mantiene vicepresidencia primera, recupera Presidencia y asume el cargo de ministro Portavoz. En septiembre de 2003 abandona el Gobierno: Rodrigo Rato ocupa la vicepresidencia primera, Javier Arenas el Ministerio de Presidencia y Eduardo Zaplana la labor de Portavoz.
Vicepresidente Segundo y Ministro de Economía: Rodrigo Rato y Figaredo. En septiembre de 2003 asume la vicepresidencia primera.
Ministro de Asuntos Exteriores: Josep Piqué i Camps. Trasladado en julio de 2002 a Ciencia y Tecnología, cede la cartera a Ana Palacio.
Ministro de Justicia: Ángel Acebes Paniagua. En julio de 2002 asume Interior y cede Justicia a José María Michavila.
Ministro de Defensa: Federico Trillo.
Ministro de Interior: Jaime Mayor Oreja. Designado candidato a lehendakari en febrero de 2001 y relevado en el ministerio por Mariano Rajoy Brey. Abandona Interior en julio de 2002 y es sustituido por Ángel Acebes.
Ministro de Hacienda: Cristóbal Montoro.
Ministro de Fomento: Francisco Álvarez-Cascos Fernández.
Ministra de Educación, Cultura y Deportes: Pilar del Castillo.
Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales: Juan Carlos Aparicio. En julio de 2002 es sustituido por Eduardo Zaplana, quien en septiembre de 2003 asume además el cargo de ministro Portavoz.
Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación: Miguel Arias Cañete.
Ministro de Administraciones Públicas: Jesús Posada Moreno. Sustituido en julio de 2002 por Javier Arenas. En septiembre de 2003 cede la cartera a Julia García Valdecasas y asume la vicepresidencia segunda y el ministerio de Presidencia.
Ministro de Medio Ambiente: Jaume Matas. Sustituido en marzo de 2003 por Elvira Rodríguez.
Ministra de Sanidad y Consumo: Celia Villalobos. Sustituida en julio de 2002 por Ana Pastor.
Ministra de Ciencia y Tecnología: Anna Birulés. Sustituida en julio de 2002 por Josep Piqué. En septiembre de 2003 asume el cargo Juan Costa.
Ministro Portavoz: Pío Cabanillas. Sustituido en julio de 2002 por Mariano Rajoy. Sustituido en septiembre de 2003 por Eduardo Zaplana.