Armona y Murga, José Antonio de (1726-1792).
Escritor e historiador español, nacido en Respaldiza (Álava) en 1726, y muerto en Madrid en 1792. Su pueblo natal pertenecía al valle de Ayala, en la que sus hidalgos ascendientes habían ejercido cargos públicos. Siendo niño aún, la familia se trasladó a Orduña donde su padre ocupó un puesto en la aduana local, que fiscalizaba el comercio con Castilla. Allí estudió en el colegio de los jesuitas, hasta que fue enviado a Sevilla con su hermano mayor, que trabajaba en la hacienda del Estado. No sabemos si en esta ciudad prosiguió sus estudios o su carrera de funcionario público, aunque cabe suponer que ambas cosas fueron realizadas con interés. Con la subida al poder de los Borbones se realizó una amplia reorganización burocrática, que llevó a Armona, con veinticuatro años, a ser contador de Almojarifazgos y Puertos secos de la Aduana de Huelva, que controlaba el tráfico comercial exterior desde la desembocadura del Guadalquivir hasta Ayamonte. Tras el famoso terremoto de 1755, hubo de realizar una detallada información sobre los daños producidos en la zona en la que él operaba. El relato se integró con el de otros informantes en un volumen que preparó la Academia de la Historia titulado Noticia individual del terremoto de 1º de noviembre de 1755.
Se le encargó más tarde la revisión y ordenamiento de la recaudación de rentas en Extremadura, por lo que en diciembre de 1763 se aposentó en Trujillo para realizar esta gestión, aunque pocos meses después fue llamado de nuevo a la Corte y se le encomendó una nueva misión: sanear la hacienda cubana, ya que los ataques ingleses habían supuesto un gasto económico excesivo, y organizar el correo marítimo regular con América y entre las colonias americanas, que realizó con éxito. Retornó a la península en 1776 al ser nombrado Intendente del reino de Galicia, y ese mismo año fue investido como caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, fundada cinco años antes.
En 1777, quizá como premio a sus bien realizados trabajos, fue nombrado Corregidor de Madrid, cargo que implicaba múltiples funciones y que tenía problemas añadidos por la proximidad al poder político del Estado que propiciaba todo tipo de injerencias. Armona realizó reformas sociales con el fin de dar a la capital un aire más moderno: puso en funcionamiento unas normas de beneficencia para solucionar el problema de la mendicidad, mejoró los hospitales, cárceles, centros educativos públicos. Solucionó los problemas de abastos que tenía la ciudad especialmente el del suministro del pan, para lo cual construyó un gran depósito para almacenar el trigo en las cercanías de la Puerta de Alcalá, pósitos en algunas villas productoras, y llevó a cabo una política proteccionista para evitar la excesiva subida de los precios. Embelleció y reorganizó la ciudad desde su perspectiva ilustrada (los primeros trabajos de infraestructura se habían realizado en los años anteriores), reconstruyó varias de las puertas de acceso a la ciudad, dándoles un sentido más ornamental que práctico, continuó la canalización del Manzanares, patrocinó la construcción de algunos edificios (Observatorio astronómico, Academia de la Historia..) y del Jardín Botánico.
Armona estaba interesado también en la promoción de las diversiones públicas porque sus ganancias servían para mantener las obras de beneficencia municipales. El cargo de Corregidor conllevaba el título de Juez Protector de los teatros de España, lo cual le daba autoridad para reglamentar el mundo dramático en general (coliseos, repertorios dramáticos, compañías...). Le preocupaba la organización de los teatros madrileños, que se realizaba en medio de polémicas entre los defensores de un teatro popular que buscaba la diversión del público, y los ilustrados que pedían una reforma total que purificase al teatro en todos los sentidos. En 1784, con motivo del nacimiento de los infantes gemelos, hijos de Carlos IV, se organizaron festejos y se reformaron los teatros madrileños. Las Memorias cronológicas sobre el teatro (1785) y otros textos autobiográficos de Armona han dejado constancia de las dificultades de esta misión, así como múltiples anécdotas relacionadas con los cómicos. En los últimos años tuvo que organizar los actos fúnebres con motivo del fallecimiento de Carlos III y los de la coronación de Carlos IV, y hacer frente al incendio de la Plaza Mayor de 1790. Siguió al frente del corregimiento hasta 1792, fecha en que murió.
Las preocupaciones de Armona no se agotaron en la gestión administrativa. Como hombre ilustrado mostraba una continua curiosidad por acercarse a cualquier fenómeno cultural que pudiera enriquecer su personalidad. Lector infatigable de todo tipo de literatura, tendía hacia el saber enciclopédico, aunque sus aficiones intelectuales se dirigieron hacia algunos campos que tenían para él particular atractivo: la literatura, la historia, la legislación administrativa. Desde su puesto municipal protegió las letras, atendió a la Academia Latina Matritense, cuya plantilla de maestros aumentó, cuidó de la educación, acrecentó y ordenó el archivo de la Villa.
Reunió una extensa biblioteca de su propiedad en la que se combinaban los libros y los manuscritos; de estos últimos conocemos con detalle su cantidad y naturaleza porque se ha conservado un Índice general de los manuscritos que él poseía. Muchos de estos documentos fueron recopilados para la confección de las obras históricas que Armona dejó inéditas. Dos de ellas, El Prohemio histórico de la M. N. Tierra de Ayala (1788) y las Apuntaciones históricas y geográficas de la ciudad de Orduña (1789) tratan de su tierra de origen. Preparó también unas Navegaciones antiguas y modernas a la Mar del Sur y otras partes del Globo, sobre viajes americanos que realizó en la época de estancia en Cuba (1772). Con informaciones de varia procedencia elaboró un manuscrito titulado Noticias de Madrid, mosaico variopinto con páginas copiadas por Armona y otras de diversas manos, sin intención de unidad. En la Academia de la Historia se conservan las Noticias privadas de casa útiles para mis hijos (1787), memorias en las que trata de dejar constancia de los sucesos que había vivido. Completan la producción de Armona una abundante colección de cartas, unas de asuntos oficiales y otras debidas a motivos familiares o literarios.
Bibliografía
-
MERIMÉE, P.: "Les Mémoires sur le théâtre espagnol d'Armona", Mélanges à la mémoire de J. Sarrailh, París, 1966, II, pp. 161-175.
PALACIOS FERNÁNDEZ, E., J. Álvarez Barrientos y M. C. Sánchez García: ed. y estudio de J. A. de Armona y Murga, Memorias cronológicas sobre el teatro en España (1785), Vitoria, Diputación Foral de Álava, 1988; Noticias privadas de casa útiles para mis hijos, Madrid, Ayuntamiento, 1989.
E. Palacios Fernández