Anda y Salazar, Simón de (1701-1776).
Oidor de la Real Audiencia de Manila, capitán general y gobernador general español de las Filipinas, nacido en Subijana (Álava) el 28 de octubre de 1701 y fallecido en Imus (Cavite) el 30 de octubre de 1776. Ejerció el mandato sobre las islas en dos períodos distintos: 1762-1764 y 1770-1776. Su gobierno, prolífico en reformas, inició una etapa de mejoría en la eficacia del dominio colonial español y la explotación de los recursos económicos de las islas.
Nombrado oficialmente capitán general de las Filipinas el 5 de octubre de 1762, Anda y Salazar tuvo que establecer la capital de forma provisional en Bacolor (provincia Pampanga) al haber sido ocupadas Manila y gran parte de la isla de Luzón por una fuerza inglesa en el contexto de la Guerra de los Siete Años (1756-1763). Su primera y más urgente tarea fue por tanto reconquistar el archipiélago a los británicos; para ello, adoptó la táctica de ganarse la lealtad de los príncipes nativos y bloquear por mar Luzón, al mismo tiempo que reunía tropas para atacar la capital. El final de las hostilidades entre España e Inglaterra (febrero de 1763) hizo sin embargo innecesario emprender la ofensiva. Pese a cesar en el cargo el 17 de marzo de 1763 -fue sustituido por Francisco de la Torre-, en recompensa a sus servicios le fue permitido entrar triunfal en Manila al frente de las tropas españolas, el día 31 de marzo. A su llegada a la península (1768) fue recompensado por Carlos III con la concesión de la Real Orden y el nombramiento como consejero de Castilla. Por su parte, Anda y Salazar dio cuenta al rey de los desórdenes internos cometidos en las islas contra los jesuitas por parte de otros regulares.
En recuerdo de su brillante actuación en las islas, un real decreto de abril de 1769 le nombró gobernador general en sustitución de José Raón, cuya gestión había dejado mucho que desear. Anda y Salazar asumió el cargo el día 19 de julio de 1770, y su primera medida fue la detención y procesamiento de Raón bajo la acusación de haber cometido irregularidades durante la ejecución de la orden de expulsión de los jesuitas. El nuevo gobernador intentó impulsar la secularización del clero filipino con medidas como la visita canónica a las órdenes o la sustitución de párrocos regulares por sacerdotes seculares, pero ante la férrea oposición encontrada se vio obligado a dar marcha atrás en dicha política. Otras de sus reformas fueron la prohibición del uso de las lenguas nativas; el fomento de la agricultura; medidas para impedir abusos en la recaudación de tributos; la reorganización de la armada; o la derogación de las leyes que prohibían hasta entonces a los españoles instalarse en cualquier parte del archipiélago o casarse con un nativo. También tuvo que hacer frente a las levantiscas tribus musulmanas del Sur.
Simón de Anda y Salazar falleció de disentería mientras pasaba unas semanas de descanso en su residencia veraniega de Cavite.