Albani, Dame Emma (1847-1930)
Soprano canadiense, nacida en Chambly (Quebec) el 1 de noviembre de 1847 y muerta en Kensington (Londres) el 3 de abril de 1930. Procedía de una familia de músicos, y ya desde su infancia mostró interés en esta disciplina. En su juventud, tras emigrar su familia a los Estados Unidos, es contratada como organista y solista del coro en la iglesia de San José de Albany, de donde no tardará en ser directora. Sus cualidades llevan al obispo de dicha diócesis a recaudar fondos con la intención de enviarla a París en 1868 para continuar sus estudios; de allí salta a Italia al año siguiente para proseguir, bajo la tutela de Lamberti, los estudios iniciados el año anterior con Duprez.
En 1870, debuta, en la Ópera de Mesina con La Sonnambula de Bellini, bajo el seudónimo Albani, tomado de una antigua familia de dicha ciudad italiana y que, además, recuerda en buena medida al de la ciudad a la que la cantante debía su carrera. El mismo año la ve actuar por diversos escenarios de Italia, especialmente Florencia y Malta, en ópera tan diversas como Roberto el diablo de Auber, El Barbero de Sevilla de Rossini, Lucia de Lamermoor de Donizzeti o La Africana de Meyerbeer. Dentro de esta carrera estelar, al año siguiente, estudia la ópera Mignon con su propio autor (Ambroise Thomas) y logra con ella un resonante éxito en Florencia. !872 la lleva hasta el Covent Garden londinense, en el que repite el éxito de La Sonnambula. Su simpatía por este escenario y por el público londinense será tal que, hasta 1896 -fecha de su despedida de los escenarios operísticos-, viajará todos los años a dicha ciudad. Finalmente decidió establecerse allí, y la aceptación que gozó la cantante fue enorme, hasta el punto que la propia reina Victoria la honró con su amistad, e incluso le fue concedido el título de Dame del Imperio Británico.
El repertorio de Albani abarcó numerosas óperas, tanto de los repertorios italiano (La Traviata, Martha) y francés, como del alemán, idioma en el que llegó a cantar Lohengrin y El buque fantasma. Piénsese en la negativa de divas del momento como la australiana Nelly Melba a cantar en alemán so pretexto de que dañaba a su voz, lo que, sin duda, representa todo un avance por parte de la Albani. También abordó la dificilísima parte de Elisabeth en Tannhäuser, aunque no hay constancia de que lo cantara en su idioma original, toda vez que la representación tuvo lugar en Nueva York y era frecuente en la época (y aún, desdichadamente, en nuestros días) que las óperas fuesen traducidas, por lo que es más que probable que lo cantara en inglés. También dedicó Emma Albani tiempo al oratorio, género al que se dedicó especialmente desde su retirada de la ópera en 1896 hasta su despedida definitiva en 1911, con obras como La leyenda de Santa Isabel de Liszt, que en 1876 interpretó ante el propio autor, Redemption de Gounod o Mors et Vita, que el mismo autor compuso para ella.
En sus últimos años, se dedicó a la enseñanza. En 1911, el mismo año de su retirada definitiva, publicó sus memorias bajo el título de 40 Years of Song.