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HistoriaPolíticaBiografía

Wu Zetian o Wu Zhao, Emperatriz de China (625-705).

Emperatriz china de la dinastía Tang, nacida en el año 625 con el nombre de Wu Zhao o Wu-hou y fallecida en 705, gobernó China en calidad de regente de su hijo, el emperador Ruizong (684-690), y como emperatriz, entre 690 y 705. Wu Zetian constituye un caso único entre los emperadores chinos al ser la única mujer que ocupó oficialmente el trono, destacando por sus extraordinarias cualidades de gobernante y una crueldad legendaria que le convirtieron en uno de los personajes más famosos de la historia de China. Su reinado se caracterizó por el régimen de terror impuesto en el interior contra todo posible oponente político y las luchas contra los enemigos exteriores del Imperio.

Hija de un rico comerciante de Taiyuan que apoyó la implantación de la dinastía Tang, Wu Zhou entró en palacio como concubina del emperador Taizong, y al morir éste, pasó a serlo de su hijo, el emperador Gaozong. Dotada de una astucia sólo a la altura de su crueldad, Wu urdió intrigas dirigidas contra la emperatriz Wang, consiguiendo que cayera en desgracia y convirtiéndose ella misma en la única consorte imperial (655). A continuación purgó a todos los altos cargos del Gobierno y la Administración, recurriendo al asesinato en muchos casos, al exilio o la tortura en otros, y estableció en su lugar a acólitos propios. Una vez puestos en sus manos todos los resortes del poder, la ambiciosa emperatriz trasladó la capital imperial a Luoyang (657), medida encaminada a disminuir la influencia en la Corte de la poderosa aristocracia del norte, y dirigió personalmente las tareas de Gobierno, apoyándose especialmente en la baja nobleza y los estratos inferiores de la clase funcionarial; todo ello se produjo con el beneplácito del emperador, sobre quien Wu logró una influencia tan grande que llegó a controlar por completo su voluntad, aunque inteligentemente simuló actuar siempre en su nombre.

Tras la muerte del emperador Gaozong y el ascenso al trono de Zhongzong, Wu Zetian dio otro paso para asegurar su privilegiada posición en la Corte: como quiera que el nuevo soberano mostró pronto una actitud independiente, instigó un golpe palaciego que le depuso, elevando en su ligar a otro de sus hijos, Li Dan (Ruizong), más propicio a dejarse manipular por su madre. Sin embargo, no conforme con ello, en 690 obligó a Ruizong a abdicar y se autoproclamó emperatriz de China, adoptando incluso un nombre dinástico distinto, Zhou (Chou). Para consolidar su régimen, Wu llevó a cabo una cuidadosa estrategia de legitimización que incluía la "fabricación" de una nueva genealogía familiar sacralizando sus orígenes, para lo que se sirvió especialmente del ritual budista (véase budismo), el levantamiento de templos a sus antepasados y de gigantescos monumentos religiosos -entre los que destaca la estatua del Buda Maitreya de Longmen-, o el dictado de medidas populistas (incremento de salarios, exenciones de impuestos, indultos, etc.) para atraerse las simpatías del pueblo; no obstante, la persecución política y los asesinatos prosiguieron aún con más saña si cabe, culminando en una enorme matanza de miembros de la familia Tang, de la aristocracia e intelectuales de la escuela confuciana (697).

La política exterior del Imperio chino estuvo determinada igualmente por la fuerte personalidad de Wu Zetian. Ésta, deseosa de expandir su poderío más allá de las fronteras, adoptó una actitud agresiva que sin embargo no produjo resultados satisfactorios. Así, las tropas imperiales tuvieron que recibir la ayuda de sus aliados turcos para repeler una invasión kitan en Hopeh (696), pero dos años más tarde fueron los propios turcos al mando del khan Mo-cho quienes se alzaron en armas, siendo necesario enviar un ejército al mando del príncipe Zhongzong para derrotarlos; además, el Reino del Tíbet había incrementado notablemente su poder militar, y comenzó a amenazar no sólo la supremacía china en Asia Central, sino las propias fronteras occidentales del Imperio.

Según avanzó en edad, la personalidad de la emperatriz derivó en las excentricidades y la depravación moral, convirtiendo la corte en escenario de frecuentes orgías y mostrando una indiferencia creciente hacia sus obligaciones de Gobierno, lo que aumentó el número de descontentos. Finalmente, un golpe de Estado dirigido por la facción de los burócratas acabó con la vida de sus dos favoritos -al mismo tiempo que amantes- y le obligó a abdicar en la figura de Zhongzong, quedando así restaurada así la línea masculina de la dinastía Tang. Wu Zetian falleció ese mismo año a la edad de ochenta años.

MAH

Autor

  • Carlos / 0202 MAH