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BiografíaFotografía

Talbot, William Henry Fox (1800-1877).

William Henry Fox Talbot.

Fotógrafo británico, nacido el 11 de febrero de 1800 en Melbury (Dorsetshire) y muerto el 17 de septiembre de 1877 en Lacock Abbey.

Hijo de la nobleza acomodada británica, pronto puso de manifiesto su valía investigadora y su capacidad analítica. Fue elegido miembro de la Royal Astronomical Society a la edad de veintidós años. Con varias publicaciones científicas a sus espaldas -“Notas sobre diferencias químicas de los colores”, “Notas sobre un fenómeno óptico observado en Suiza”, “Métodos para obtener una luz homogénea de gran intensidad”- publicadas en The Philosophical Magazine, consiguió en 1837 el Bakerian Prize por sus escritos sobre fenómenos ópticos, y un año después la medalla de oro por sus investigaciones sobre cálculo integral.

A estas inquietudes de carácter científico Talbot añadía una más, su pasión por el arte, sobre todo la pintura. Pero la cualidad de dibujante no acompañaba a su genio científico, razón por la que se dedicó al estudio de la cámara oscura a la que incorporó un espejo de 45º que desviaba los rayos de luz, no hacia la pared opuesta del orificio sino hacia un cristal esmerilado colocado en la parte superior del aparato donde las imágenes aparecían enfocadas.

Talbot quería fijar esas imágenes. Para ello repasaba con lápiz los trazos que la cámara oscura había escrito con luz. Pero sus pretensiones iban más allá y no tardó en plantearse la posibilidad de fijarlas de forma duradera a través de otros métodos más científicos, esto es, sin ayuda del lapicero. De este modo, al tiempo que Niépce y Daguerreinvestigaban en Francia la posibilidad de “registrar de forma permanente las reflexiones de la luz en la cámara oscura” Talbot, en Inglaterra, estaba investigando algo parecido.

Cuando tuvo noticias de la invención del procedimiento francés del daguerrotipo, el inglés vio amenazadas sus investigaciones pero, pese a la pretensión de un objetivo común, el camino tomado al otro lado del canal de la Mancha había sido distinto ya que, mientras el daguerrotipo resultaba un positivo si se observaba de modo inclinado en determinadas condiciones de luz, el invento de Talbot era un negativo y para restituirlo como positivo se hacía necesario volver a realizar una copia a partir del negativo. La ventaja de este procedimiento era la posibilidad de realizar cuantas copias se quisieran del negativo; la desventaja, la pérdida de calidad de la imagen, por dos razones, en primer lugar, porque se introducía un segundo paso en el proceso y, en segundo lugar, porque el material empleado era papel, no placa de cobre que hacía brillar como un espejo los daguerrotipos franceses. Por ambas razones, las imágenes creadas por Talbot no tenían la riqueza de detalles ni la nitidez y limpieza del procedimiento francés, sino la impureza que le proporcionaba la fibra del papel que empleaba como soporte.
Pese a estas diferencias, en lo que al procedimiento se refiere, el objetivo era el mismo. Es por ello que Talbot se apresuró a presentar los resultados de sus investigaciones a la Royal Society bajo el nombre de “dibujos fotogénicos”, definiéndolos como “un procedimiento para dibujar los objetos con su forma real sin ayuda del lápiz”.

Ciertamente se apresuró, pues no había superado dos importantes obstáculos para una buena comercialización del invento: el primero era el referido al excesivo tiempo de exposición (entre 1 y 4 horas a plena luz del sol), el segundo hacía referencia a la fijación de la imagen, que se deterioraba cuando no estaba en condiciones de oscuridad o semioscuridad.

Talbot continuó con sus investigaciones y, hacia 1840, consiguió reducir notablemente el tiempo de exposición -entre 30 segundos y varios minutos en función de las condiciones de luz-, al tiempo que, el uso del tiosulfito sódico, como sustancia fijadora, le permitió conservar las imágenes en condiciones de luz diurna. A este procedimiento más avanzado para conseguir imágenes denominó calotipia (del griego kalos, 'bello'). El calotipo (negativo) y la imagen calotípica (positivo) pronto encontraron gran aceptación entre el público: los aficionados a este procedimiento mandaban sus trabajos al inventor con el ánimo de ser juzgados para mejorarlos. En 1849 vendió los derechos del calotipo para la práctica de éste en Estados Unidos (concretamente en Philadelphia).

A la invención del dibujo fotogénico y del calotipo, siguió una larga serie de experiencias sobre la reproducción de imágenes por copiado. Hacia 1858, sus investigaciones le condujeron a confeccionar un sistema de reproducción de tonos, el “grabado fotoglíptico”, una contribución al desarrollo del fotograbado. Las primeras experiencias en este sentido son de 1852, cuando interpuso un leve tul entre el negativo y la plancha bicromatada: el ojo, según la intensidad de puntos más o menos apretados, percibe un gris más o menos intenso. Se trata de aportaciones para la mejora del fotograbado, técnica en absoluto novedosa ya que en 1824 Niépce había preparado una plancha para la reproducción de grabados con una capa de betún de Judea como material sensible.

Talbot no fue sólo un gran investigador del proceso fotográfico, su sensibilidad artística le llevó a crear, cuando el procedimiento se lo permitió técnicamente, imágenes de gran belleza y exquisita composición donde las luces hacen emerger las texturas, donde los encuadres fragmentan no cualquier realidad, sino la más hermosa.

De este modo vino a demostrar, a aquellos que no creían en las posibilidades artísticas y creativas del “nuevo invento mecánico”, que la fotografía podía ser algo más que la reproducción mimética de la realidad, que tenía derecho a ser algo más que un accesorio para la ciencia; ahora no dependía de la destreza con el pincel como en las artes tradicionalmente “nobles” sino de la sensibilidad del artista-fotógrafo: aquel que tiene el valor de aproximar su ojo al visor de una cámara fotográfica.

Obra destacada

Dibujos fotogénicos de la naturaleza ( hacia 1839).
Talbot inicia sus investigaciones realizando reproducciones de objetos con el fin de mejorar el procedimiento. Muchos de los dibujos fotogénicos se obtuvieron incluso sin ayuda de la cámara: colocaba objetos planos como labores de encaje, hojas o flores encima del papel fotosensible consiguiendo reproducciones “por contacto” del mismo tamaño que el objeto. Para conseguir la reproducción del objeto en los mismos tonos en los cuales lo percibe el ojo, el negativo se colocaba en contacto con una hoja de papel sensibilizado y el conjunto se cubría con un cristal montado en un marco para luego exponerlo a la luz solar. El papel quedaba blanco en los puntos en los que la forma del objeto impedía el paso de la luz tornándose más oscuro a medida que lo permitiera la estructura del objeto y el grado de penetración de la luz. Posteriormente confeccionaba copias a partir de los negativos y de ese modo obtenía la inversión de tonos.

La puerta abierta (fecha desconocida).
Talbot empieza a poner de manifiesto su sensibilidad artística. La fotografía no sólo reproduce el entorno sino que lo selecciona y se adueña de él, creando uno más bello. En esta imagen se aprecia un absoluto dominio del procedimiento, la definición es admirable, el juego creado entre luces y sombras nos muestra un gran estudio de texturas de los objetos: una escoba, colocada delante de una puerta, traza una diagonal que rompe con la verticalidad de unas líneas rectas que definen una casa, o mejor, que hacen intuir una casa porque Talbot se ha permitido fragmentar lo fragmentado a través de un plano detalle que, lejos de hacer pasivo al espectador, le permite navegar hacia la profundidad de una imagen donde la puerta deja entrever ciertas formas de plata metálica.

Fruteros (Lacock Abbey, 1842).
Se dice de Talbot que sus retratos obtuvieron resultados inferiores a los alcanzados en cualquier otro género, que estaban faltos de expresión y parecían estereotipados. Ello no ocurre en sus composiciones donde los modelos parecen estar simulando acciones. En Fruteros encontramos no sólo un impecable dominio de la técnica calotípica -grandes contraste, definición de imagen, texturas de los objetos, etc.- sino, sobre todo, gran espontaneidad, en una composición basada en triángulos (uno para cada pareja de figuras), donde cada modelo posa de forma distinta confiriendo a la imagen una variedad de formas y un carácter peculiar.

Bibliografía

  • ARNOLD, H. J. William Henry Fox Talbot: Pioneer of Photography an Man of Science. Hutchinson Benham, 1977.

  • BOOTH, Arthur. William Henry Fox Talbot: Father of Photography. Londres, 1965

  • BUCKLAND, Gail. Fox Talbot and the invention of photography. Scolar Press. Londres, 1980

  • CLARK MAXWELL, W.G. The personality of Fox Talbot, The photographic Journal, enero de 1941

  • THOMAS, D.H. The first Negative. HMSO, Londres, 1964

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