Saca González, Elías Antonio (1965-VVVV).
Político salvadoreño nacido en Usulután el 9 de marzo de 1965, que fue elegido presidente del país tras las elecciones celebradas en la primavera de 2004. Tomó posesión del cargo el 1 de junio de ese mismo año, para sustituir en la jefatura del Estado a su compañero de partido, Francisco Flores.
Criado en una familia de comerciantes algodoneros, con raíces en las lejanas tierras palestinas, el menor de los siete hermanos Saca cursó estudios primarios en su ciudad natal e inició los secundarios en San Salvador. La familia había trasladado su domicilio a la capital cuando en 1978 quebró su negocio local y el joven Tony tuvo que compaginar sus clases con sencillos trabajos remunerados, para contribuir con algunos colones a salvar la economía doméstica. Escapando de las penurias, alguno de sus hermanos emigró en aquella época a los Estados Unidos.
Aún adolescente, Tony Saca descubrió la que habría de ser una de sus dos grandes pasiones profesionales y se convirtió en locutor radiofónico. Debutó en los micrófonos de Radio Vanguardia y después prestó su voz a otras emisoras, como Sonora o Radio 10. Regresó a Usulután para concluir el bachillerato y en 1982 puso en marcha un programa deportivo en la citada cadena Sonora. Antes de acabar el año, ingresó en la plantilla del televisivo Canal 4 y su meritoria labor en las retransmisiones del Mundial de fútbol conquistó de inmediato a la audiencia. En 1983 se matriculó en la Universidad de El Salvador para licenciarse como periodista pero abandonó los estudios en 1986 sin obtener el título. Su prometedora carrera profesional resultaba más provechosa fuera de las aulas y, un año después, buscó un socio para fundar la red de emisoras Radio América.
El tempranísimo éxito profesional de Tony Saca había concurrido en el tiempo con una de las etapas más convulsas de la historia de su país. Pese al derrocamiento en 1979 del régimen represor del general Romero, no desapareció el protagonismo de las bandas paramilitares de la extrema derecha y el conflicto civil se demostró inevitable con la irrupción de la guerrilla revolucionaria del FMLN en los primeros compases de la década. Tras el largo y controvertido mandato del democristiano José Napoleón Duarte, las proclamas derechistas y nacionalistas de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) lograron un triunfo incontestable en las urnas en 1989 y Alfredo Cristiani se convirtió en nuevo presidente del país. En 1992, el Gobierno y el FMLN suscribieron los acuerdos de paz para poner fin a la guerra que durante 12 años había dejado más de 75.000 muertos, y, dos años después, los areneros reeditaron la victoria en los comicios para colocar a su nuevo candidato, Armando Calderón Sol, en el sillón presidencial.
Simpatizante de ARENA y cercano a los postulados de los líderes más moderados de la formación, Tony Saca se mantenía, a mediados de la década de los noventa, alejado del ruedo político. Su labor profesional en el campo de la comunicación emprendía por entonces una nueva etapa, después de abandonar Canal 4 y Radio América. Junto a su esposa, la publicista Ana Ligia, fundó el grupo SAMIX, uno de los principales negocios radiofónicos del país, asumió cargos de responsabilidad en la patronal del sector y su popularidad creció al mismo ritmo que sus resultados empresariales. En 1999, Francisco Flores logró para ARENA el tercer triunfo consecutivo en las urnas. En calidad de presidente del Consejo Ejecutivo de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Tony Saca respaldó la política monetarista del nuevo Gobierno y apoyó la polémica dolarización. No obstante, fue crítico con el esfuerzo insuficiente del Ejecutivo para incrementar la capacidad laboral del país y para luchar contra el crimen organizado.
Los resultados de los comicios legislativos y municipales de 2003 activaron todas las alarmas entre las fuerzas conservadoras, después de que el FMLN lograra, por primera vez, superar en escaños y número de votos al oficialista ARENA. Con el aval de las generales, la antigua guerrilla confiaba en sus claras posibilidades de triunfo en las presidenciales de 2004, y obligaba a los areneros a buscar un candidato con extraordinario gancho electoral. Pese a su inexperiencia política, el nombre de Tony Saca sonó con fuerza y un amplio sector del partido llevó en volandas su precandidatura a las primarias de junio. Encontró algunas reservas entre los conservadores tradicionalistas pero arrasó en los comicios internos con el respaldo incontestable del 98% de los votos. Con el objetivo confeso de arrebatarle al FMLN el triunfo que auguraban los sondeos, el aparato de ARENA brindó todo su apoyo a su nuevo líder y en noviembre de 2003, el ex locutor de radio asumió la jefatura del partido.
Neoliberales y comunistas rescataron viejos discursos para lidiar fuerzas durante la campaña electoral y polarizaron en extremo los referentes ideológicos de la sociedad salvadoreña. La confrontación resultó favorable para los intereses de la formación conservadora que, de forma sorprendente, logró invertir las tendencias que meses atrás vaticinaban los sondeos. Celebrados los comicios el 21 de marzo de 2004, Tony Saca se proclamó vencedor con el 57,7% del sufragio, frente a Schafik Jorge Hándal, antiguo comandante guerrillero, líder histórico y candidato del FMLN, que conquistó al 35,6% del electorado. Con la victoria, Saca certificaba el acierto de su carrera meteórica hacia la primera magistratura del país, mientras ARENA se consolidaba, con su cuarto triunfo consecutivo en las presidenciales, como una de las formaciones más exitosas del panorama político centroamericano.
Dos años después de las presidenciales, la lucha política volvió a encenderse con idéntico fervor. El 12 de marzo de 2006, areneros y efemelenistas concurrieron a los comicios parlamentarios y municipales con las fuerzas muy igualadas, y el resultado corroboró los pronósticos con un empate técnico. Ambas formaciones se atribuyeron la victoria y hubo que esperar varios días el anuncio del Tribunal Supremo Electoral con el escrutinio completo del voto. La disputa por la alcaldía de la capital, San Salvador, fue especialmente intensa y apenas 44 votos concedieron el cargo municipal a la ex guerrillera Violeta Menjívar en detrimento del candidato gubernamental, Rodrigo Samayoa.
