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DeportesBiografía

Räikkönen, Kimi (1979-VVVV)

Piloto de Fórmula 1 finlandés nacido en Espoo el 17 de octubre de 1979. Ganador del Mundial de Fórmula 1 en octubre de 2007, conocido como "Iceman", el "Hombre de hielo", con un estilo de conducción siempre al límite que el llama "Total attack", y con una imagen pública exenta de cualquier manifestación de emoción pero, en su vida privada, famoso por su afición a las fiestas en las que se puede mostrar mucho más desinhibido.

Vivió su infancia en una casa construida por su bisabuelo en Espoo, suburbio de Helsinki, en un entorno familiar feliz en el que sus padres, Matti y Paula, apoyaron desde el primer momento la participación de sus hijos Rami (el mayor) y Kimi en todo tipo de competiciones a motor. Con sólo tres años condujo por primera vez una moto adaptada y ya competía en carreras de karts con sólo diez años. Su hermano Rami llegó a tener cierto éxito como corredor de rallys.

Kimi no fue nunca un estudiante aplicado. Sus mochilas escolares las utilizaba, más que para llevar libros, para deslizarse por la nieve transformándolas en trineos improvisados. Aficionado a todos los deportes de hielo, los practicó con intensidad, especialmente el hockey (que abandonó porque los entrenamientos eran a una hora muy temprana).

Abandonó el colegio a los 16 años para inscribirse en un curso de mecánica, con ideas muy claras respecto a su vocación por los deportes del motor. En un corto plazo, sin embargo, resultaron innecesarios tanto sus habilidades como mecánico como el soporte de la familia, pues su talento natural para la velocidad le consiguió apoyos económicos desde el principio de su carrera.

Tras crecientes éxitos en carreras de karts en Finlandia, países nórdicos, dio el salto a los monoplazas complejos corriendo y ganando dos campeonatos sucesivos de la Fórmula Renault británica (1999 y 2000) con alguna participación en la Formula Ford. Después de sólo 23 carreras en monoplazas de circuito (la mitad de ellas ganadas) fue invitado a unas pruebas con el Sauber Formula One Team, equipo hasta entonces en la órbita de Mercedes y radicado en Suiza. Impresionado por su velocidad y facilidad de adaptación al coche, Peter Sauber le ofreció un contrato para correr en su escudería en el año 2001.

Fue un contrato muy criticado en su momento, pues en el paddock de la Fórmula 1 se temía que un novato de sólo 21 años y con tan escasa experiencia previa fuera un peligro en la pista, pero ya en su primera carrera, el Gran Premio de Australia en Melburne (en donde también corría su primera carrera Fernando Alonso, con dos años menos de edad) Kimi acabó 6º, impresionó a todo el paddock y empezó a llamar la atención de los responsables del equipo McLaren, recientemente asociado con Mercedes y que buscaba sustituto para el puesto que dejaba otro finlandés, Mika Hakkinen, que se retiraba tras ganar dos veces el Campeonato del Mundo.

El campeonato de 2001 supuso para Kimi un resultado brillante, y más teniendo en cuenta que no disponía de una mecánica de primer nivel, en el que sumó nueve puntos, quedó en décimo lugar del campeonato y ayudó a Sauber a alcanzar el mejor resultado de su historia como constructor.

Desde el primer momento en McLaren quedó claro que el estilo de Kimi, siempre al límite personal y de la mecánica, prácticamente sin errores, dejaba atrás a casi todos sus rivales. En sus palabras, “Realmente yo nunca pienso acerca de lo que hago… simplemente lo hago”.

Sus cinco temporadas en McLaren coincidieron con un periodo de la escudería marcado por coches de prestaciones irregulares y, a menudo, frágiles. Se ha discutido si eso fue la causa del irregular rendimiento de Kimi o, al contrario, las prestaciones de la escudería se vieron lastradas por el estilo del finlandés, que se adapta a la máquina que le ponen entre manos y la lleva a sus últimos límites, pero sin vocación de mejorarla o de plantear alternativas.

En la temporada 2002 Kimi quedó en 6ª posición en la clasificación, justo detrás de su compañero David Coulthard, firmando tres terceras plazas y una segunda en su primer año en una escudería de primera línea.

Su primera victoria llegó con la temporada 2003 (al igual que para Fernando Alonso) con el primer Gran Premio, en Malasia. A lo largo de todo el campeonato fue uno de los favoritos al título, encabezando la clasificación junto al finalmente ganador, Michael Schumacher, del que quedó a sólo dos puntos.

La temporada 2004 fue de dominio absoluto de Ferrari y de Michael Schumacher, a la vez que un periodo de bajo rendimiento para la escudería McLaren, que tuvo incluso que retirar de la pista el coche diseñado para ese campeonato y correr con el coche del año anterior ante la imposibilidad de mejorar su rendimiento. Aun así, Kimi dejó clara su velocidad con una pole (en el rápido circuito de Silverstone) y una soberbia victoria en el extremadamente exigente circuito belga de Spa Francorchamps.

El campeonato de 2005 significó la vuelta al máximo nivel de rendimiento de la escudería McLaren, a la vez que una época de pobre rendimiento (relativo) para Ferrari, que no llegó a sacar provecho del reglamento de ruedas de aquel año (un solo juego de ruedas para todo el Gran Premio). Y Kimi ganó ese año siete carreras y cinco otros podios, más cinco poles, con un brillante punto álgido en el Gran Premio de Japón, en el exigente circuito de Suzuka, en el que ganó saliendo decimoséptimo en la parrilla y adelantando a Fisichella en la última curva. Pero en ese campeonato sólo pudo quedar 2º, pues fue el año en el que Fernando Alonso aprovechó al máximo la fiabilidad de su Renault (y las frecuentes averías de los McLaren) para alzarse con su primer Campeonato del Mundo.

Como si la escudería McLaren siguiese las leyes de los péndulos, tras un año en el que lucho por el campeonato, el 2006 fue el primer año en décadas en que la escudería (y, por consiguiente Kimi) no alcanzó ninguna victoria, y acabó 7º moviéndose en ocasiones en la mediocridad del pelotón y no siendo, en ningún momento, oposición válida a los contendientes (Renault y Ferrari) que ese año se repartieron casi todas las victorias. La última carrera del campeonato, de su etapa en McLaren y del siete veces campeón Schumacher, fue la víctima del último adelantamiento del alemán, al que sustituía en Ferrari al año siguiente.

La temporada 2007 empezó con polémica en su escudería, pues fue pillado "in fraganti" corriendo peligrosas carreras sobre hielo (lo tenía prohibido por contrato) en Finlandia en las que participaba disfrazado y bajo el pseudónimo "James Hunt" (el nombre del campeón británico, tanto de la Fórmula 1 como de las juergas, que es su modelo). Pero él, al igual que cuando se le ha filmado gravemente perjudicado por la bebida tras alguna fiesta (en Mónaco se le registró en un yate cayendo de cabeza de una cubierta a otra), defiende que lo que hace fuera de la pista no le hace correr más despacio y, por los resultados, parece que así es, pues empezó el campeonato ganando de una forma incontestable la primera carrera, en Australia, secundado en el podio por Fernando Alonso y Lewis Hamilton, que mantuvo el segundo puesto hasta el último repostaje. El segundo Ferrari se vio mediatizado por una salida desde la parte de atrás de la parrilla.

En la segunda carrera, en Malasia, después de unos rumores y puntualizaciones sobre la posible utilización por Ferrari de un fondo plano ilegal, el dominio basculó hacia el lado de McLaren, que coparon las dos primeras posiciones del podio escoltados por Räikkönen. Este iba a ser el tono general de la temporada, con los Ferrari y McLaren copando todas las victorias y la inmensa mayoría de las posiciones de podio, pero alternándose en el dominio unos y otros.

En Bahrein, una inexplicable bajada de rendimiento del coche de Fernando Alonso (se habló de una lámpara que se cayó por la noche sobre el motor) propició que acabase lejos de la victoria, con Massa, Hamilton y Räikkönen en las primeras posiciones.

De Bahrein se salía con un intenso empate de tres pilotos en la primera posición del campeonato que, en las tres primeras pruebas, había tenido ya tres distintos vencedores.

De vuelta en Europa, la salida del Gran Premio de España escenificó un momento de alta tensión con Fernando Alonso tratando de sobrepasar a Felipe Massa, pero acabando fuera de la pista. Räikkönen se retiró por avería y la carrera la terminó ganando Massa, con Hamilton y Alonso a continuación.

En Mónaco, uno de los grandes premios con tradición y en donde se enfocan todas las miradas, fue el lugar en el que Kimi cometía uno de sus escasos errores de conducción, golpeando el guardarrail en la primera manga de la sesión cronometrada y quedando lejos de las posiciones de parrilla con opción a podio.

La fase norteamericana del campeonato empezó con una carrera muy atípica, en Canadá, durante la cual se estrenó la nueva reglamentación del coche de seguridad, lo cual perjudicó gravemente a Alonso y benefició a Hamilton que había parado una vuelta antes del incidente, y gano la carrera con Kimi acabando en 5ª posición.

Hamilton volvió a triunfar en Indianápolis, escoltado por Alonso y con Kimi quedándose 4º a la puerta del podio.

El inglés encabezaba con autoridad el campeonato en su primera participación y parecía una tendencia clara que el Ferrari era imbatible en circuitos medios, pero que su distancia entre ejes, muy larga, le perjudicaba en los circuitos revisados, pues le daba un momento polar de inercia muy alto, y en los muy rápidos, en los que el excesivo rendimiento de su difusor trasero le perjudicaba en velocidad punta.

En el Gran Premio de Francia, en otra carrera dominada por los Ferrari, Räikkönen acabó por delante de Massa sin grandes esfuerzos aparentes.

En el circuito de Silverstone, con Hamilton corriendo "en casa", en la estrategia del inglés primó el conseguir la pole, pero no pudo evitar que Räikkönen le sobrepasase en carrera, al igual que Alonso, relanzando sus posibilidades de optar al campeonato ante el principiante que lideraba la clasificación general.

Y en el Gran Premio de Alemania, en Nürburgring, Räikkönen abandonó por avería en una caótica carrera en la que la lluvia hizo el papel estelar, Alonso ganó en las últimas vueltas, adelantando a Felipe Massa (de nuevo tocándose con sus monoplazas) bajo la lluvia que apareció al final, cuando ya parecía que nadie podría hacer nada ante el abrumador dominio de los Ferrari en este tipo de circuitos. Esto unido a que Hamilton acabó fuera de los puntos (se salió patinando en la lluvia que cayó en las primeras vueltas y fue espectacularmente puesto de nuevo en la pista con una grúa con la que estuvo a punto de colisionar Vitantonio Liuzzi) volvió a dejar el campeonato al alcance de Fernando Alonso a la vez que parecía que quedaba completamente fuera de las posibilidades de Räikkönen.

En el Gran Premio de Hungría, en un circuito plagado de curvas lentas muy poco favorable al Ferrari 2007, Hamilton ganó la carrera, seguido de Räikkönen y con Alonso cuarto.

Tras este gran premio se levantaron las polémicas acerca del equipo McLaren y de sus rivalidades internas, lo cual desembocó en unas pruebas definitivas respecto a la acusación de espionaje de McLaren sobre Ferrari, y una condena a McLaren que, entre otras cosas, les dejaba fuera del campeonato de Constructores que, indiscutiblemente, quedaba en poder de Ferrari; el de Conductores, en cambio, parecía claramente destinado a alguno de los pilotos de McLaren, con clara ventaja en ese momento para Hamilton que le sacaba veinte puntos a Räikkönen.

El Gran Premio de Turquía escenificó un dominio absoluto de los Ferrari (Massa por delante de Räikkönen) y Hamilton podría haber completado el podio, pero un excesivo desgaste de sus ruedas, ocasionado por su estilo agresivo, le hizo volver a boxes con una cubierta destrozada y perder la tercera posición en beneficio de Alonso.

En Italia, en el ultra rápido y mítico circuito de Monza, el papel dominante lo desempeñaron los McLaren, con Alonso claramente por delante de Hamilton y Räikkönen que, lastrado por una estrategia arriesgada a una sola parada, fue adelantado en una valiente maniobra del inglés tras el segundo reportaje de éste. Räikkönen estaba entonces tercero en el campeonato a 18 puntos de Hamilton.

En Bélgica, las tornas volvieron al campo de Ferrari, que dominó el Gran Premio de principio a fin, quedando para el recuerdo una salida disputadísima entre los pilotos de McLaren, con salida de pista de Hamilton y posición (tercera hasta el final de la carrera) ganada por Alonso. Räikkönen lideró la carrera de principio a fin y limó unos puntos de la ventaja que le separaba del líder, Hamilton.

A falta de tres carreras, Hamilton encabezaba la clasificación con dos puntos de ventaja sobre Alonso y trece sobre Räikkönen, por lo que parecía muy claro que el título iba a quedar del lado de uno de los pilotos de McLaren y la polémica encendida sobre si la experiencia de Alonso sería suficiente ventaja para enjugar los dos puntos que le separaban de su tercer título mundial.

Pero en Japón, en el recuperado circuito del Monte Fuji, la lluvia, torrencial, resultó por una vez enemiga de Alonso, que se salió violentamente de la pista. La carrera la ganó Hamilton, con Räikkönen tercero, y la diferencia de doce puntos sobre el asturiano, y de 17 sobre el finlandés, parecía ser suficiente para que el inglés se proclamase cómodamente campeón del mundo en su primera temporada en la Fórmula 1.

En China, sin embargo, en una carrera de nuevo mediatizada por una intermitente lluvia, el equipo McLaren cometió un carísimo error, al mantener a Hamilton corriendo con ruedas de lluvia demasiado tiempo tras secarse la pista: en su entrada a boxes, el inglés derrapó con unas cubiertas en las que a simple vista se veían zonas de lona blanca sin rastro de caucho, y se quedó embarrancado en la gravilla. Fernando quedó segundo, tras el intratable Ferrari de Räikkönen y seguido de Massa.

De cara a la última carrera, Hamilton sólo tenía dos puntos de ventaja respecto a Alonso y, éste, sólo tres de ventaja respecto a Räikkönen. Todo podía suceder, pero quien lo tenía más sencillo era Hamilton, al cual bastaba con no quedar muy detrás de su compañero de equipo y con quedar 5º en el caso de que ganase Kimi.

En Brasil, sin lluvia pero en medio de una tormenta de declaraciones, presiones y tensiones de ruptura de la escudería McLaren, con los Ferrari dominando con el brasileño Massa en cabeza, arrancó el Gran Premio con una complicadísima salida en la que se escaparon los Ferrari. Alonso llegó a la primera curva en quinta posición y adelantó hasta el tercer puesto en la siguiente, justo por delante de Hamilton. Unos metros más adelante, el asturiano debió ver con asombro por sus retrovisores cómo, al llegar a la cuarta curva el inglés, en una muestra de agresividad innecesaria (a Hamilton le bastaba con acabar detrás de Alonso para proclamarse el campeón más joven de la historia), intentaba adelantarle por el exterior (pero con el coche mal posicionado por los zigzag que hizo a la entrada de la curva para pasar a Alonso que hizo un solo cambio de trayectoria) y acabó fuera de la pista.

Hamilton, en medio del pelotón, hizo intentos desesperados de adelantar a todos los que le separaban de Alonso pero, en el ardor de la pelea (se salió de nuevo de la pista) parece que pulsó descontroladamente algún botón de su volante o algo funcionó mal en su electrónica, se quedó su coche largos segundos sin potencia y quedó relegado a las últimas posiciones.

El resto de la carrera fue un inútil intento de Hamilton por recuperar puestos (acabó doblado y 7º, a dos puestos de lo que necesitaba para ser campeón), Alonso, con un motor con bastantes menos caballos que sus rivales (según reconoció la propia McLaren) tratando de no perder la estela de los Ferrari y, éstos, orquestando un impecable adelantamiento de Räikkönen a Massa en el segundo reportaje para proclamarse campeón del mundo con 110 puntos, un solo punto de ventaja sobre los frustrados pilotos de McLaren, Hamilton y Alonso, que acabaron empatados a 109 puntos.

Aupado a la gloria, ganando un campeonato que sólo había liderado en la primera y en la última carrera, Kimi hizo unas declaraciones especialmente extensas y, excepcionalmente, sonrió varias veces, él, que en todos esos años de frecuentes apariciones en la televisión comentando sus puestos de podio, hizo famosa su cara de niño inexpresivo que, con voz monocorde, comenta lo sucedido sin aportar la más mínima inflexión emotiva a su discurso.

Por otro lado, regularmente llegaron a las páginas de los periódicos noticias de escándalos derivados a su desmedida afición a fiestas en las que bebida y mujeres no estén limitadas para él, que siempre se mueve al límite de sus posibilidades.

Firmemente asentado en el equipo Ferrari, era al final de la temporada de su consagración uno de los favoritos para ganar los siguientes Campeonatos del Mundo de Fórmula 1.

En la temporada 2008, sin embargo, pese a lucir el nº 1 en el morro de su Ferrari, sus comienzos fueron con altibajos (abandono por avería en la primera carrera), y aunque hubo momentos de resplandor (1º en Malasia y en España, 2º en Bahrein, 3º en Turquía) también protagonizó dos abandonos, en Mónaco (embistió a Adrian Sutil en las últimas vueltas) y Canadá (fue embestido por Hamilton en la calle de salida de boxes).

Tras conseguir su segundo puesto en Francia, después de su compañero Massa, ya no volvió a mostrar la agresividad y velocidad que siempre tuvo, siendo repetidamente acusado de estar desmotivado o, incluso, de que su agitada vida nocturna le pasaba factura en forma de mala forma física y consecuente bajón de atención y rendimiento en las últimas fases de las carreras más exigentes. El encadenar cuatro abandonos consecutivos (Europa, en Valencia, Bélgica, Italia y Singapur) todos por errores suyos o justo a continuación de fallos clamorosos (Valencia, donde rompió el motor tras atropellar a un mecánico por salir de boxes antes de que le dieran la orden), terminó de arrinconarle tras los calificativos de "desmotivado", "inseguro" e, incluso "acabado".

En medio del aluvión de críticas, Kimi anunció, en Monza, que hacía uso de la cláusula de renovación automática que tenía su contrato con Ferrari para seguir en la Scudería hasta finales de 2010. Al final de la temporada, tras tres terceros puestos consecutivos (Japón, China y Brasil) y acabar 3º en la clasificación de Pilotos, Kimi era una figura discutida por la afición, incluso la italiana, que no veían en él al piloto super veloz de sus anteriores años.

El año 2009 fue en la carrera de Kimi una continuación natural del 2008. Ferrari, como la mayoría de escuderías, se vio sorprendida a principio de temporada con el rendimiento del equipo Brawn-GP, basado en una interpretación del reglamento muy al límite en cuanto a las dimensiones y forma de los bajos del coche (el difusor trasero tenía orificios que lo convertían, de hecho, en un doble difusor).

En una temporada en la que estaban prohibidos los entrenamientos fuera de los fines de semana de Gran Premio, a Ferrari le costó casi media temporada (como a la mayoría) adoptar los dobles difusores y sus pilotos se situaron alrededor de la mitad de la parrilla con el agravante, en el caso de Ferrari, de la cada vez menor motivación de Kimi cuando sabe que su coche no es puntero, rematado con el accidente de Massa en Hungría que le apartó para el resto del Campeonato.

De todas formas, todavía Kimi tuvo su momento de calidad y de gloria cuando ganó en el mítico circuito belga de Spa Francochamps, el preferido de muchos pilotos, convirtiéndose en el referente de este circuito en el que ha triunfado más que cualquier otro piloto en activo.

Aun encadenando algún otro podio, no pudo evitar que la Escudería Ferrari le sustituyese por contrato a final de año por el español Fernando Alonso, teniendo que buscar Kimi otra escudería (considerando para ello tanto la Fórmula 1 como en el mundo del rally), cosa complicada por su fama de piloto rápido pero mal probador, lo cual, con los entrenamientos prohibidos, es un pesado lastre para el futuro de Kimi Räikkönen.

Autor

  • FBR