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HistoriaBiografía

Portugal, Miguel de (1498-1500).

Príncipe hispano-portugués, hijo del rey Manuel el Afortunado y de la reina Isabel, hija de los Reyes Católicos. Nació en Zaragoza, el 23 de agosto de 1498, y falleció en Granada, el 3 de julio de 1500. En sus escasos dos años de vida, el príncipe fue heredero de los tres tronos peninsulares principales: Portugal, Castilla y Aragón. Este dominio, unido a las recién estrenadas posesiones americanas de Castilla y africanas de Portugal, le hubieran convertido sin duda en una figura de peso aun mayor en el siglo XVI del reservado al propio emperador Carlos V, príncipe que ocupó el lugar de Miguel en la sucesión de todos los estados, salvo Portugal.

Los avatares de su azarosa y breve biografía comenzaron precisamente con su nacimiento en la ciudad del Ebro, lugar al que se habían desplazado sus padres con el objeto de que, fallecido el príncipe don Juan, Manuel e Isabel fuesen jurados herederos de Castilla y Aragón por las cortes. Las aragonesas, reacias a aceptar la línea femenina representada por Isabel, no tuvieron mayor inconveniente en jurar a Miguel como heredero, teniendo en cuenta, además, que la reina Isabel falleció de sobreparto pocas horas después del nacimiento de su hijo. De esta forma, el príncipe infantil fue tutelado por sus abuelos, los Reyes Católicos, que en apenas unos meses habían visto desaparecer a sus dos herederos principales, sus hijos Juan e Isabel, y que eran totalmente reacios a que el archiduque de Austria, Felipe el Hermoso, se convirtiera en heredero de Castilla y Aragón merced a su matrimonio con Juana, otra de sus hijas. Por ello, la baza del príncipe Miguel se convirtió en su preferida.

Una vez jurado heredero de Aragón por las cortes, el 20 de septiembre de 1498, en el palacio de la Diputación de Zaragoza, el séquito del rey Manuel, tras las obligadas exequias por la muerte materna, regresó a Portugal para hacerse cargo de varios asuntos de importancia. Miguel, pues, quedó en manos de los Reyes Católicos, que comenzaron los preparativos para que fuese jurado heredero de Castilla, labor que también comenzó su padre en el país luso. Fueron las cortes castellanas de Ocaña (1499) las encargadas de jurarle como heredero, pero todo fue en vano al no poder sobreponerse la tierna edad del príncipe a unas fiebres que le afectaron en Granada, lugar donde, siguiendo la estela de la corte de Isabel, había sido llevado tras el parlamento de Ocaña. Después de esta nueva muerte, la línea sucesoria de los Trastámara peninsulares quedaba exclusivamente en manos del matrimonio de los archiduqueses de Austria, acabando con el viejo sueño de unión entre Castilla y Portugal (desde la época de Juan II, asunto prioritario en la política castellana), y oscureciendo aun más el sombrío panorama de la sucesión de los Reyes Católicos. Al príncipe Miguel le cupo el triste honor de ser el primer miembro de la monarquía castellana en ser enterrado en la Capilla Real de Granada, fundada y construida por sus abuelos a modo de panteón. Al igual que sucedió tras la muerte del primer marido de su madre, el príncipe Alfonso de Portugal, el fallecimiento de Miguel daba al traste con una posible unión entre los tres países ibéricos; el poeta luso García de Resende dedicó al infantil príncipe unos sentidos versos en su Miscelânea (ed. cit., p. 341), que sirven para ilustrar la frustración provocada por su muerte:

" Vimos Portugal, Castella
quatro vezes adjuntados
por casamentos liados;
Principe natural della,
que herdava todos reynados,
todos vimos fallescer,
en breve tiempo morrer,
e nenhum durou tres annos.
Portugueses, castellanos,
ja hos quer Deos juntos ver!
"

Bibliografía

  • RESENDE, G. DE Crónica de dom João II e Miscelânea. (Ed. J. Veríssimo Serrão, Lisboa, Imprensa Nacional-Casa da Moeda :1973).

Autor

  • Óscar Perea Rodríguez