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HistoriaPolíticaBiografía

Palafox Portocarrero, Eugenio Eulalio (1773-1834).

Político y militar español, nacido en Madrid el 12 de febrero de 1773 y muerto el 16 julio 1834, que fue Grande de España y llevó los títulos de conde de Teba, duque de Peñaranda de Duero y conde de Montijo y de Baños.

Vida

Hijo de Felipe Palafox y Croy de Habré, capitán de Guardias Valonas, y de María de Sales Portocarrero y Zúñiga, condesa de Montijo, en vida de su madre usó el título de conde de Teba. Su madre le casó en 1792 con María Ignacia Idiáquez, hija del duque de Granada de Ega.

En 1794, cuando contaba con veintiún años, fue nombrado académico honorario de la de Historia; se disponía a leer ante ella un discurso sobre la autoridad que en otro tiempo tuvieron los ricos hombres sobre el rey, discurso contra el absolutismo monárquico en sentido feudal, ante el que Godoy reaccionó inmediatamente y, de acuerdo con la condesa, desterró a Ávila al conde de Teba. El nacimiento de su hijo en 1795 le permitió volver a Madrid, pero el niño murió y los esposos tuvieron que retirarse a Cuenca, ciudad en la que Eugenio cayó bajo el influjo de Pedro José Maté, a quien se califica de nefasto personaje.

En 1800 Eugenio se separó de su mujer, la cual fue encerrada por Carlos IV en un convento de Málaga, aunque al parecer no tenía culpa alguna. Un año después. María Ignacia rompió la clausura y se fugó con su marido, siendo autorizados el 25 de octubre de 1802 a residir en Madrid.

En 1805 tradujo Bruto de Voltaire.

El destierro de su madre por Godoy en 1805 produjo en Eugenio el deseo de vengarse, así que parece ser que, desde 1805 a 1808, dedicó su tiempo a conspirar contra Godoy con diversos planes -en los que el historiador Morange ha visto el nacimiento del partido fernandino- uno de los cuales tuvo lugar en el Motín de Aranjuez de 1808, en que él fue el Tío Pedro, mientras que su confidente y amigo, el granadino Maté, era Zamarrilla el Manchego.

En el mes de abril de ese mismo año, acudió a Logroño ante la muerte de su madre, que le dejó heredero del condado de Montijo, cediendo el de Teba a su hermano Cipriano. Después permaneció en Madrid, desde donde se mantuvo en contacto con los insurrectos de Andalucía y Aragón, pero luego, ante las presiones para que fuese a Bayona se trasladó a Aragón, donde intervino en las operaciones militares y publicó los Consejos de un Patricio. (Cuenca, 4 de agosto de 1808), un apasionado llamamiento a la formación de un gobierno central.

En una carta que a Lorenzo Calvo de Rozasdirige su hermano Ramón, fechada en agosto de 1808, da el nombre de Montijo como uno de los militares que van a trasladarse a Zaragoza para contribuir a su defensa. Llegó cuando ya los franceses habían levantado el Sitio, a tiempo de asistir al Te Deum del día 14; luego siguió camino hacia Tudela, desde donde el 22 agosto escribe a José Palafox, para comunicarle la buena acogida que ha tenido y los preparativos militares que está haciendo.

Publica El Conde del Montijo a sus compatriotas (Cádiz, 1808), en donde revelaba haber venido a Madrid para intervenir en el debate político, es decir, para dar un giro aristocrático y antirrevolucionario a la crisis española y, de hecho, en adelante se dedicó a intrigar contra la Junta Central. Es más. Existe una carta del 21 de septiembre de 1808, dirigida al marqués de Ayerbe, en la que el de Lazán sugiere el nombre de Montijo como Regente, entre otras cosas porque es el "único grande de España que hasta ahora se ha declarado por el Rey".

Después de la ocupación de Madrid se dirigió a Andalucía; en Sevilla, ataca al conde de Tilly y se presenta él mismo como candidato a la Capitanía General de Andalucía. Tilly no tardó en contraatacar y demostrar claramente las intrigas de Montijo contra la Junta Central, pues había organizado una verdadera contrarrevolución junto con Francisco Palafox y el duque de Osuna. Fracasados dos motines que trataron de hacerle Capitán General en Granada, marchó a Sevilla, de donde la Junta Central le ordenó trasladarse a Sanlúcar mientras le formaba causa.

Así las cosas, dirigió a la Junta una Representación, fechada el 13 de mayo 1809, en la que protestaba de su inocencia. Fue detenido en el castillo de Santa Catalina y de allí se le trasladó a Badajoz, desde donde volvió a presentar un recurso. El juez Antonio Alcalá Galiano (tío) le requisó parte de sus bienes, mientras hacía las indagaciones pertinentes. Granada y Badajoz por cierto pasquín relativo al conde, y por su conducta en el condado de Niebla. A todo esto, y a pesar de su condición de detenido, la Junta de Badajoz le manda en comisión al Cuartel general inglés.

Entonces, la Junta Central ordenó su inmediato arresto, pero parece que Montijo se escondía en el Palacio episcopal, y sólo fue preso el 6 de noviembre, y encerrado en la Casa de la Inquisición, hasta que la fuga de la Junta Central el 23 enero 1810 provocó el motín del 24, en el que se liberó a Montijo y Palafox, quienes exigieron inmediatamente la formación de una Regencia, mientras repartían dinero para conseguir apoyos populares.

Montijo se dirigió a Ronda y luego a Cádiz, y en marzo 1810 la Regencia le mandó a Extremadura, combatió en el ejército de Ballesteros, y regresó a Cádiz, en donde se dice que en agosto y septiembre intriga contra la reunión de Cortes.

Publica un famoso Manifiesto de lo que no ha hecho el conde del Montijo (Cádiz, 1810); no se sabe a ciencia cierta si se le formó causa o no, pero se dice que fue apresado y liberado en 1812 (dato incierto). Publica Parte del conde del Montijo, comandante general de la primera sección de infantería, al Excmo. Sr. general en jefe, sobre la acción de Castalla el día 21 de julio de 1812 (Cádiz, 1812) [Castalla está en Alicante; el general en jefe era José O'Donnell].

En 1814, debido a su carácter decididamente absolutista, es uno de los encargados de presentar informes sobre los diputados más peligrosos de las Cortes gaditanas, y es nombrado Capitán general de Granada. Parece que en 1817 fue acusado de masón -puede que realmente hubiera ingresado en la masonería- y desterrado a Galicia (curiosamente, figura, sin embargo, como director de la Sociedad Económica de Granada durante el período 1817-1818). Se dice que su nombre masónico era "Muley Abhim", tenía el grado 29, era primer vigilante y el segundo entre los grandes dignatarios.

Con la revolución de 1820, en la que supo hacer valer como liberales sus padecimientos pasados, fue nombrado Capitán general de Valladolid, pero una orden de destitución de Amarillas, le mandó de cuartel a Murcia. No está muy claro aquel suceso, contra el cual representó Montijo a las Cortes pidiendo justicia. En esta Representación fechada en Valencia a 3 de noviembre de 1820 se define como "ni realista jamás, ni demócrata" e insiste en su condición de rico-hombre de Castilla. De junio a octubre de 1820 sostuvo un fuego graneado de oficios con el Ministerio, en los que pedía la separación del servicio, pero en términos tan ambiguos que Juan Jabat le pidió que se definiese: cosa que no logró. El 13 de noviembre de 1820 se le ordenó abandonar Valencia inmediatamente y regresar a Murcia. Reúne en un volumen sus Representaciones ... al Congreso Nacional y al Rey (Badajoz, 1822).

Bibliografía

  • Archivo Histórico Nacional (Estado, leg. 5D, 37).

  • DEMERSON, Paula de. María Francisca de Sales Portocarrero, Marquesa del Montijo (Madrid: 1975).

  • GIL NOVALES, Alberto. Las Sociedades patrióticas (Madrid: Tecnos, 1948-1977).

  • MORANGE, Claude. "El conde del Montijo durante la Guerra de la Independencia. Apuntes para su biografía", en Trienio 2, noviembre de 1983 (pp. 3-40).

  • ------------------------- "El Conde del Montijo. Reflexiones en torno al partido aristocrático de 1794 a 1814", en Trienio 4, noviembre de 1984 (pp. 33-68).

  • RIAÑO, Camilo. El Teniente General Don Antonio Nariño (Bogotá: 1973).

A. Gil Novales.

Autor

  • Gil Novales.