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FilosofíaLiteraturaBiografía

Montesquieu, Barón de (1689-1755).

Escritor y filósofo francés, conocido por su título nobiliario de barón de Montesquieu, nacido en La Brède (en la provincia francesa de Burdeos) el 18 de enero de 1689 y fallecido en París el 10 de febrero de 1755. Fue una de las figuras más sobresalientes de la Ilustración.

Sobre las ideas de Montesquieu se apoyan todos los estados democráticos actuales. Gracias a su pensamiento, hoy se admite sin discusión que, para que haya libertad, los jueces tienen que poder dictar sentencias sin que intervengan en sus decisiones los parlamentarios y el Gobierno.

Su estilo es claro y directo en los ensayos y tratados. En sus obras más literarias, sabe manejar con acierto la ironía y el humor.

Montesquieu.

Vida

Pertenecía a una familia noble en la que era tradicional que los varones ocuparan altos cargos relacionados con la Justicia. Por eso desde niño se le orientó hacia los estudios jurídicos (relacionados con el Derecho y las leyes).

A los siete años se quedó huérfano de madre, por lo que su educación estuvo a cargo de su padre, que era magistrado (juez). En 1700 fue enviado a estudiar a una famosa escuela situada en los alrededores de París; cinco años después, regresó a Burdeos y empezó a estudiar Leyes.

Se licenció en Derecho en 1708, y al año siguiente viajó de nuevo a París, con el deseo de ascender en su carrera política y judicial. Tras la muerte de su padre, ocurrida en 1713, volvió a Burdeos y fue nombrado consejero en el parlamento de esa región (1714).

Se casó en 1715 y, al año siguiente, heredó de un tío suyo el título de barón de Montesquieu, nombre con el que habría de pasar a la historia (aunque también poseía el título de barón de La Brède).

Pronto fue conocido por su amplia cultura, que le permitió su ingreso en la Academia de Ciencias de Burdeos (1717). Por aquel tiempo, se dio a conocer como escritor e intelectual por medio de algunos libros de carácter científico.

Pero la obra que le hizo famoso fue Lettres persanes (Cartas persas, 1721), publicada de forma anónima en Amsterdam. Montesquieu se había retirado a esa ciudad holandesa para dedicarse a escribir y a realizar estudios humanísticos, pues había descubierto que estas materias le interesaban más que las Ciencias.

Cartas persas era una obra muy valiente y arriesgada para su época, ya que en ella Montesquieu criticaba a las autoridades políticas y religiosas. Pero fue un libro muy bien recibido, que le permitió introducirse en los principales círculos intelectuales de París.

Se decidió, entonces, a vivir sólo de sus obras literarias y filosóficas. En 1726 dejó su cargo político en Burdeos y, ya convertido en uno de los grandes escritores de su tiempo, fue elegido miembro de Academia Francesa (1728).

A partir de 1728 viajó por numerosos países de Europa, estudiando sus leyes y sus costumbres políticas. Visitó Austria, Italia, Alemania y Holanda, y se estableció durante dos años en Inglaterra (1729-1731).

A su vuelta a Francia, siguió escribiendo diferentes obras, muchas de ellas basadas en los conocimientos que había adquirido a raíz de sus viajes. En 1748 publicó L'esprit des lois (El espíritu de las leyes), obra que habría de darle fama universal. Luego colaboró en la Enciclopedia con otro trabajo de gran calidad: Essai sur le goût (Ensayo sobre el gusto).

Su obra

La obra literaria y filosófica del barón de Montesquieu es un auténtico monumento a la Razón. Está basada en el pensamiento racional: el autor investiga y saca sus conclusiones teniendo en cuenta sólo su capacidad de razonar. Esto supuso en su tiempo una auténtica revolución, pues hasta entonces nadie se había atrevido a razonar prescindiendo de las creencias religiosas.

Su interés por todo tipo de conocimientos y saberes le convierte en uno de los mejores ejemplos del espíritu ilustrado y enciclopédico. Colaboró, en efecto, con ese proyecto monumental desarrollado por los intelectuales franceses del siglo XVIII: la Enciclopedia. En esta obra pretendían incluir todos los conocimientos del ser humano, enfocados desde la luz que arroja la Razón (es decir, sin tener en cuenta las creencias religiosas).

Montesquieu viajó mucho y se interesó, principalmente, por la política y las leyes. En la actualidad, todos los países que se gobiernan por un sistema democrático siguen aceptando una de sus ideas fundamentales: la independencia de los tres grandes poderes: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.

Una de sus principales obras es Cartas persas (1721), una sátira de la vida en la corte y en París, donde Montesquieu afirma que las ideas políticas y religiosas que dominan esa vida pública están anticuadas, y propone numerosas reformas sociales y culturales. Utiliza un recurso muy ingenioso para presentar sus críticas: los distintos aspectos de la sociedad son contemplados por unos personajes extranjeros, procedentes de lugares en los que son muy distintas las costumbres y las formas de vida. Gracias a este procedimiento, Montesquieu pudo expresar sin miedo sus críticas: en las Cartas persas, son esos personajes extranjeros los que analizan la sociedad y la política que descubren con extrañeza en Francia.

Reflexiones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos (1734) es un estudio de la historia, las leyes y la política del Imperio Romano. Montesquieu, como buen ilustrado, elogia los gobiernos basados en la razón y la inteligencia, y critica a aquellos pueblos que se dejan gobernar por las ideas religiosas.

Pero su obra maestra es El espíritu de las leyes (1748), uno de los libros fundamentales del período conocido como Ilustración. El escritor francés estudia las leyes de los diversos pueblos del mundo, con la intención de descubrir las razones que han llevado a los hombres a fijar dichas leyes. Es un ejercicio puramente racional, bien representativo del espíritu ilustrado y enciclopédico. En esta obra aparece la aportación más importante de Montesquieu a la política contemporánea. Según él, es necesario que quienes juzgan (el poder judicial), quienes gobiernan (el poder ejecutivo) y quienes hacen las leyes (el poder legislativo) sean independientes, para que no haya presiones de unos sobre otros.

Otras obras de Montesquieu son: Observaciones sobre la historia natural (1721), Viajes (1731) y Reflexiones sobre la monarquía universal (1734).

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.