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PolíticaHistoriaBiografía

López Ballesteros, Francisco (1770-1833).

General y político español nacido en Brea (Zaragoza) en 1770 y muerto en París en 1833.

Estudió en Zaragoza, siendo después cadete y oficial en el primer batallón de Voluntarios de Aragón, del que pasó a un regimiento de catalanes. A consecuencia de un desafío fue gravemente herido en el brazo derecho, lo que no le impidió ser capitán en el regimiento de Cazadores de Barbastro, haciendo en 1801 la campaña de Portugal. Fue a Madrid a curarse el brazo, y obtuvo el retiro y la comandancia del resguardo de Ávila.

La Guerra de la Independencia le va a proporcionar una inigualable oportunidad. Visitador de Rentas, él mismo se enorgullece de haber sido de los primeros en acudir al patriótico llamamiento, cosa indudable. Pasó a Oviedo, se halló en Madrid el 2 de mayo, volvió a Asturias, cuya Junta le ascendió de golpe al empleo de mariscal de campo. Hay en esto acaso un matiz social que conviene retener: el 25 de septiembre de 1808 había en Oviedo gran disgusto e inquietud popular contra las Autoridades, ya que había corrido la especie de que la Junta quería anular una provisión de 1785 que amparaba a los colonos en la posesión de los bienes arrendados; y aunque la especie fue desmentida ya el 26 se nombró el 29 un Tribunal ejecutivo represivo, al cual se dotó asimismo de una fuerza para el "castigo pronto, ejemplar y militar", a cuyo frente se puso a Ballesteros. Este luchó primero en Asturias, y después se internó en Castilla y Andalucía, combatiendo en Santander, la Albuera, Ayamonte, condado de Niebla y Bornos, siendo el liberador de Granada.
Una proclama suya, en el Cuartel general de la Higuera, el 10 de octubre de 1810, se publicó en el Diario Mercantil de Cádiz, del 31 de octubre de 1810. Un parte suyo dirigido a la Junta de Sevilla, en Sanlúcar de Guadiana el 25 de enero de 1811, apareció en la Gaceta extraordinaria de Cádiz, número 4, del 9 de febrero de 1811. Este mismo año, el 25 de enero, había ganado la batalla de Los Castillejos, que es exaltada por El Conciso, número 20, del 10 de febrero de 1811, en el que se reproduce un fragmento del parte de Ballesteros.

Ascendido a teniente general en 1811. Se dice de él que es "el general de la revolución", y al paso que se reconoce su dureza, se alaba su energía (Conciso, número 17, del 17 de abril de 1811). Su proclama "A los pueblos de la Sierra y Condado de Niebla", glorioso campo de la Albuera a 18 de mayo de 1811, apareció en El Conciso, número 3, del 3 de junio de 1811, y la dirigida "A los soldados de su mando", en Feria el 25 de mayo de 1811, también en El Conciso, número 5, del 5 de junio de 1811 ("mis satisfacciones y mis glorias son las vuestras"). Fragmentos de una carta, fechada en Feria el 23 de mayo de 1811, dirigida a Francisco Velarde, comunicándole la muerte de su hermano Emeterio, en El Conciso, número 31, del 31 de mayo de 1811. Su parte, fechado en Campos de Jimena, el 25 de septiembre de 1811, en el que comunica su victoria en San Roque, en El Conciso, del 1 de octubre de 1811. Se dirige "A los nobles habitantes de Andalucía" apelando a su patriotismo para que se realice la reunión de desertores y dispersos (Conciso, 12 de noviembre de 1811). Una proclama a sus soldados, en Bornos a 8 de noviembre de 1811 (Conciso, 17 de noviembre de 1811). En esta época recogen efectos para él, en Cádiz, Manuel de Torrontegui (varios) y Diego Méndez (morriones).

Estuvo a punto de ser hecho prisionero o muerto en la venta de Ojen (Málaga), de donde sólo escapó a uña de caballo. En una carta que dirige al gobernador de Gibraltar, fechada en Los Barrios el 18 de diciembre de 1811, transforma su peligro de muerte, que reconoce, en victoria. El Conciso del 29 de diciembre de 1811 publica un fragmento de la carta. Su proclama "Serranos y amados compatriotas", dada en el cuartel general de Casares a 22 de enero de 1812, se publica en el Diario Mercantil de Cádiz, número 30, del 30 de enero de 1812: exalta en ella la disciplina y la instrucción de los serranos en Ceuta, afirma que será inflexible en lo relativo a la deserción, y pide ciega obediencia a sus órdenes, por parte de los soldados pero también de sus familiares.
El general francés barón Maransin denuncia en Málaga el 6 de marzo de 1812 sus métodos bárbaros para reclutar a los jóvenes, que en gran número han sido llevados a la insurrección, rompiendo así los pueblos lo que Maransin llama su pacto de paz y civilización con los franceses.

General en jefe del cuarto ejército, en un parte fechado en Prado del Rey a 26 de agosto de 1812, comunica la ocupación de Ronda y Villamartín (Diario Mercantil de Cádiz, del 31 de agosto de 1812). Por sus ideas de inflexibilidad es acusado de haber dado una proclama en Granada el 18 de septiembre de 1812, en la que dice que aplicará la pena de muerte a los desertores y dispersos, y si no fuesen habidos, se llevará a sus padres, y confiscará sus bienes.

El 24 de octubre de 1812, en Representación dirigida al Ministro de la Guerra, rechazaba el nombramiento de Wellington para general en jefe de los Ejércitos españoles, lo que le valió ser inmediatamente destituído y confinado en Ceuta; pero le valió también una gran discusión entre elementos intelectuales españoles, entre ellos la adhesión de Romero Alpuente, Muñoz Arroyo y otros, que veían en su conducta una defensa de la independencia nacional, por la cual estaba luchando todo el país.

Sus Representaciones conocieron varias ediciones, y se reflejaron también en los periódicos de la época. De la primera se dice que hubo millares de ejemplares, impresos en Granada y reimpresos en Cádiz (Palau no cita los de Granada). De cinco de ellas se da cuenta en El Redactor, número 629, del 5 de mayo de 1813, fechadas las dos primeras en Granada, el 30 de octubre, otra en Antequera, el 10 de noviembre, y la última en Ceuta, el 10 de diciembre.
Riaño cita también unos Respetuosos descargos de D. Francisco Ballesteros fechados en Algeciras en 1813 (el texto probablemente es el de la quinta representación). Tan sólo se sometió Ballesteros a partir de la cuarta representación.
Se dice que el 30 de octubre en Granada arengó a la multitud, diciendo: "Vmds. saben ya que mi delito es oponerme a que mi nación sea sometida a la Inglaterra, como sucede al Portugal". Los vivas se repitieron el día 31, entre ellos el de Viva el General Ballesteros, la Virgen santísima le saque con bien, lo que le hizo emocionarse. El Patriota, que da estas noticias, le define así: "Su sobriedad, su desinterés, su vigilancia, su llaneza universal y característica, su denuedo impetuoso en los trances más arriesgados, y su esmero infatigable en cuidar del calzado, vestuario y alimento le hacían idolatrar del soldado. Su sistema de guerra, que es el del movimiento perpetuo, es el único verdadero, y más peleando contra franceses. Sus luces y su talento no salen de la esfera de una recomendable medianía. La prosperidad, o más bien la nombradía, le ha enloquecido, y su imprudencia le ha precipitado en términos de que no es fácil recobre su esclarecido predicamento". La Regencia publicó un Manifiesto sobre la cuestión, en el que argumentaba que no le había quedado más remedio, dadas las constantes desobediencias del interesado.
En su contra aparecieron las Reflexiones de un militar español sobre la conducta del general Ballesteros, de las que se da cuenta en el mismo número del Redactor, "Un patriota madrileño: Aviso al sencillo, pero honradísimo, pueblo español (espera de su patriotismo que repare el mal que ha hecho), Vallesteros y Wellington (un aragonés lamenta la conducta de su paisano), Conducta escandalosa del general Ballesteros" (Cádiz y Madrid, 1812) y La espada de la Justicia contra los sediciosos con motivo de la desobediencia del General Ballesteros, que recomienda la observancia de las leyes, anunciada en El Patriota, número 23, del 8 de septiembre de 1813. Apareció también Vallesteros (monólogo), composición poética sobre los afectos del general, que confiesa su delito, y espera ser perdonado. La toma de posición va a dar lugar a verdaderas familias de folletos, pro y contra : El patriota Andaluz, es decir, Molle: Vallesteros (en contra de que un extranjero sea generalísimo, alaba el talento militar de Ballesteros), "F.R.D.I": Artículo inserto en la Gazeta de Santiago, de noviembre de 1812, reproducción en Cádiz en 1813, (contra el nombramiento de Wellington), El verdadero español: "Respuesta al papel intitulado Vallesteros" (elogia a Ballesteros, pero Wellington es necesario. El patriotismo exige unión, subordinación y orden), El ciudadano cordobés R.G.: "Vallesteros: El impugnador impugnado", en Cádiz, 1812, (contra El patriota Andaluz), El patriota canario: "Vallesteros. Respuesta a las reflexiones del ciudadano cordobés contra el Patriota andaluz" (a favor de éste). El folleto de Romero Alpuente se titula Wellington en España y Ballesteros en Ceuta, 1813. Pedro Muñoz Arroyo: Vallesteros. Cartas de Anselmo Torrejón a su amigo Fabricio Núñez (Málaga, 1813). Un periódico bisemanal se tituló Los amigos de Vallesteros (Isla de León, 1813), en contra del interesado. Su retrato aparece en las sombras chinescas, fuegos píricos, del Teatro del Balón, de Cádiz, el 26 de diciembre de 1813, y su nombre fue exaltado en la famosa comedia El Terror de los Franceses y defensor de las Andalucías Don Francisco Vallesteros, (Sevilla, 1814), que El Constitucional, de Madrid del 6 de abril de 1820, creyendo que el autor es el propio general, califica de "necio, indecente y chabacano".

En 1815 Fernando VII le nombró Ministro de la Guerra y le dio la gran cruz de San Fernando, pero a poco, desconfiando de él le destituyó y le envió desterrado a Valladolid. En 1820 fue llamado a la Corte. General en jefe del ejército del Centro, el 7 de marzo de 1820, y vicepresidente de la Junta provisional, el 9 de marzo de 1820, fue condecorado con la Gran cruz de Carlos III, el 9 de julio de 1820. Inspector general de Milicias hasta su nombramiento de Consejero de estado y ayudante de campo de S.M. (1821-1823).

En la nueva invasión francesa de 1823 el Gobierno le confió la defensa, pero prefirió capitular ante el general Molitor, desoyendo a Riego que le invitaba a cumplir con su deber. Incluido en las condenas a muerte que prodigaba el Rey, de nuevo absolutista, residió sin embargo en El Puerto de Santa María sin ser molestado; pero en 1824, tras el decreto de amnistía, llegó orden de detenerle, por lo que decidió acudir a las autoridades francesas. En junio 1824 se le dio pasaporte para Francia, saliendo de España en un buque inglés. Después fijó su residencia en París, donde recibió una pensión de 12.000 francos anuales.

Bibliografía

  • ÁLVAREZ VALDÉS, Ramón: Memorias del levantamiento de Asturias en 1808. Noticias biográficas del autor por Máximo Fuertes Acevedo. Oviedo, 1889.

  • "Los amigos de Vallesteros", en la Biblioteca Nacional.

  • Archivo Histórico Nacional. Estado, legajo 61 s, 378-381.

  • BALLESTEROS: Colección de todas las representaciones que dirigió al Gobierno... Córdoba, 1813. Cinco en total.

  • El Conciso, n. 20, 10 de febrero de 1811, n. 17, 17 de abril de 1811, n. 31, 31 de mayo de 1811, ns. 3 y 5 , 3 y 5 de junio de 1811, 1 de octubre de 1811, 12, 17 y 20 de noviembre de 1811, 29 de diciembre de 1811.

  • Diario Mercantil de Cádiz, 31 de octubre de 1810, n. 30, 30 de enero de 1812, 31 de agosto de 1812.

  • GIL NOVALES, Alberto: Las Sociedades patrióticas. Madrid: Tecnos, 1975.

  • GIL NOVALES, Alberto: Rafael del Riego, la revolución de 1820, día a día. Cartas, escritos y discursos. Madrid, 1976.

  • Lista de los hombres eminentes, heroicos, beneméritos, esclarecidos, ilustres y distinguidos que han contribuido a restablecer el sistema constitucional; o sea contestación al Catálogo de los héroes de nuestra gloriosa revolución. Madrid, 1822.

  • MOYA Y JIMÉNEZ, Francisco y REY JOLY, Celestino: El Ejército y la Marina en las Cortes de Cádiz. Cádiz, 1913. Manuscrito.

  • El Patriota, n. 23, 8 de septiembre de 1813, n. 10, 18 noviembre 1812.

  • PALAU Y DULCET, Antonio: Manual del librero hispanoamericano. 2ª ed. Barcelona, 1948-1977.

  • Redactor, n. 629, 5 de mayo de 1813, n. 495, 498, supl. al 853 y 925, 21 y 28 octubre 1812 y 15 octubre, n. 532, 27 de noviembre de 1812, y 26 diciembre 1813.

  • "Relato del general González de Mechana sobre el ejército de Ballesteros en 1823", en Archivo Blake.

  • RIAÑO, Camilo: El Teniente General Don Antonio Nariño. Bogotá, 1973.

  • ROMERO ALPUENTE, Juan: Discurso sobre la Suprema Junta Central de Conspiradores contra el sistema constitucional y acerca de la responsabilidad legal y moral de los ministros. Madrid, 1821, reimp. Barcelona, 1821.

A. GIL NOVALES.

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