A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaFilosofíaHistoriaBiografía

Li Ssu (ca. 280-208 a.C.)

Estadista e intelectual chino, nacido hacia el año 280 a.C. y fallecido en Xienyang en 208 a.C., que ocupó el cargo de canciller de la primera dinastía imperial china, la dinastía Qin (221-208), puesto desde el que contribuyó en gran medida a la fundación del primer Imperio chino. Fue el principal representante de la escuela legista, doctrina que justificó ideológicamente el establecimiento de un estado autocrático y centralizado.

Li Ssu nació y pasó su juventud en uno de los varios estados feudales existentes en China a principios del siglo III a.C., el Reino de Chu. Su formación fue elitista, recibiendo las enseñanzas de uno de los principales pensadores confucianos de la época, Xun Zi (298-230 a.C.). En el año 247 se trasladó al Estado de Qin, donde al poco tiempo fue nombrado ministro; por entonces, este Estado se encontraba en pleno proceso de expansión política y militar, pujando con fuerza por la hegemonía con el resto de reinos vecinos -Chu, Wei, Yan, Qi y Zhao-. En Qin, Li pudo poner en práctica la teoría política de la que era ferviente defensor: el legismo, es decir, la supremacía de la ley, y por tanto de la autoridad del soberano en cuanto es el único con potestad para emitir textos legales, lo que le situaba por encima de cualquier otra institución política o jerarquía social. El resultado fue un extraordinario afianzamiento del poder real en perjuicio de la nobleza feudal, la centralización administrativa, y el control de las instituciones, especialmente el ejército, convertido en el instrumento básico para conseguir los fines marcados por el soberano; en definitiva, el pensamiento de Li Ssu consagró el concepto de “razón de Estado” sobre la tradición o la moral.

Cuando el soberano Shihuangdi (259-210) fundó el Imperio Qin, en el año 221, Li ya tenía en su haber una experiencia de gobierno de casi treinta años, y puede decirse que fue el auténtico artífice de la construcción del primer Imperio chino unificado. A semejanza de lo realizado en el Estado Qin, Li aplicó medidas como la división en prefecturas del territorio, cada una administrada por un funcionario nombrado directamente por la autoridad central; la creación de sistemas unificados de escritura, monedas o pesos y medidas, con el fin de agilizar las tareas burocráticas; o la construcción de la Gran Muralla para proteger la frontera Norte de las incursiones de los bárbaros. No obstante, la pretensión de anular cualquier resquicio de crítica también le llevó a dictar medidas represivas: así, es célebre la orden del año 213 por la cual ordenaba la confiscación y quema de los textos clásicos susceptibles de fomentar la oposición al poder imperial o contrarios a la doctrina legista, prohibía su enseñanza y establecía además penas muy severas para quien lo incumpliese. Este hecho hizo que su figura fuese atacada con saña por los intelectuales confucianos posteriores, que por ello tendieron a ignorar sus contribuciones al Imperio.

Tras la muerte de Shihuangdi, Li Ssu apoyó la sucesión en la persona del legítimo heredero, pero una intriga palaciega que alzó al trono a Er shi le hizo caer en desgracia y ser ejecutado.

Autor

  • MAH