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PolíticaHistoriaBiografía

Leguía y Salcedo, Augusto Bernardino (1863-1932).

Político y hombre de negocios peruano. Nació en Lambayeque, el 19 de febrero del año 1863, y murió en la prisión de Bellavista del Callao, el 6 de febrero del año 1932. Fue ministro de Hacienda y presidente de la República del Perú por dos veces (1908-1912; 1919-1930). Durante su primer mandato aseguró definitivamente la frontera de los territorios disputados desde antiguo con Bolivia y Brasil.

Leguía y Salcedo pertenecía a una de las familias más distinguidas de la oligarquía peruana. Formado en la escuela de Valparaíso (Chile), participó en la Guerra del Pacífico (1879-1883), convirtiéndose en un hábil hombre de negocios. Convertido en un ejecutivo de la New York Life Insurance Company in South América, Leguía y Salcedo tuvo acceso a los círculos bancarios más exclusivos del momento, circunstancia que le posibilitó, en el año 1896, la fundación de su propia compañía comercial y hacer prósperos negocios con la exportación de azúcar a Gran Bretaña. El salto definitivo a la política lo llevó a cabo en el año 1903, tras ser nombrado ministro de Hacienda, cargo en el que estuvo hasta el año 1908, en el que fue nombrado presidente de la República del Perú.

Desde el primer momento de su gobierno, Leguía y Salcedo implantó una política personalista y autoritaria en exceso. Su primera medida de importancia fue estimular el desarrollo económico del país. Desarrolló una reforma fiscal y administrativa profunda e introdujo la sanidad pública para todo el país, medida que completó con la construcción de varios hospitales generales. Finalmente, acometió la canalización de las ciudades más importantes del país. El mayor logro político en su primer mandato presidencial fue la firma de un tratado territorial estable con Bolivia y Brasil que puso punto final a una enconada y vieja disputa entre las tres naciones. A causa de su autoritarismo, opuesto a los demócratas liderados por Nicolás Piérola y a los civilistas de Pardo, de quienes acabó por separarse, Leguía y Salcedo constituyó un partido único hecho a su medida, el Partido Civil. El 19 de mayor del año 1909, estalló un movimiento revolucionario controlado por los seguidores de Piérola, los cuales se hicieron con el control del país y consiguieron secuestrar a Leguía. Pero éste fue liberado horas después gracias a la rápida intervención de las fuerzas gubernamentales.

Al término de su mandato presidencial, Leguía y Salcedo tuvo que exiliarse en Londres, ciudad en la que desempeñó el cargo de presidente de la Cámara Latinoamericana de Cambio y Comercio, entre los años 1912 y 1918, aparte de dedicarse a sus prósperos negocios azucareros personales. En el año 1919, sus seguidores oligarcas encabezaron una serie de revueltas que desembocaron en un auténtico golpe de estado que repuso a Leguía y Salcedo nuevamente en lo más alto del poder peruano, el 4 de julio del año 1919, tras lo cual disolvió el Congreso y fue elegido presidente por una Asamblea Nacional, nombrada por él mismo.

Durante su segundo mandato, Leguía y Salcedo rompió sus relaciones con la vieja oligarquía peruana que había dominado la política peruana las dos décadas anteriores. Leguía se embarcó de lleno en un ambicioso proyecto de construcción de obras públicas, financiadas por empréstitos con los Estados Unidos y varios países europeos, para conmemorar el centenario de la independencia peruana, entre las que destacaron la plaza de San Martín, la Avenida Leguía (hoy Arequipa), la Avenida Argentina, y una serie de barrios residenciales de la capital Lima (San Isidro y Santa Beatriz). Leguía estableció una auténtica dictadura a raíz del movimiento creado por él, denominado Patria Nueva, por el que reprimió cualquier tipo de oposición política o alternativa de poder, circunstancia que provocó la creación de un núcleo político de oposición en el exilio, fuerte y cohesionado, que acabaría derrocándole. Leguía y Salcedo introdujo importantes cambios en la Constitución por dos veces (1924 y 1929), para permitir su reelección como presidente. Asimismo, Leguía y Salcedo resolvió los problemas fronterizo de Perú con Colombia (Tratado Salomón-Lozano, 1922) y Chile (Tratado de Lima, 1929).

La crisis financiera del año 1930 y el malestar social consiguiente como consecuencia de su política represiva y dictatorial, hicieron tambalear a su gobierno, que acabó cayendo tras el estallido de una revolución militar iniciada en la localidad de Arequipa, liderada por Luis Sánchez Cerro, quien acabó destituyéndole. Leguía y Salcedo fue encarcelado en el penal de Bellavista del Callao, donde murió, dos años más tarde, sin haber sido liberado.

Bibliografía.

  • DEUSTUA, José. Intelectuales, indigenismo y descentralismo en el Perú: 1897-1931. (Cuzco: Ed. Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de las Casas. 1984).

  • HERBOLD, Carl. Guía bibliográfica para la historia social y política del Perú en el siglo XX. (Lima: Ed. Instituto de Estudios Peruanos. 1995).

  • NUGENT, David. Modernity at the Age of Empire: State individual and nation in the Northern Peruvian Andes, 1885-1935. (Stanford: Ed. Stanford University Press. 1997).

  • QUIJANO, Aníbal. Imperialismo, clases sociales y estado en el Perú, 1890-1930. El Perú en la crisis de los años 30. (Lima: Ed. Mosca Azul. 1978).

  • TÉLLEZ LUGARO, Eduardo. Historia general de la frontera de Chile con Perú y Bolivia, 1825-1929. (Santiago de Chile: Ed. Universidad de Santiago de Chile. 1989).

Autor

  • Carlos Herráiz García.