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LiteraturaCineBiografía

Handke, Peter (1942-VVVV)

Peter Handke

Director de cine y escritor austriaco, nacido en Griffen (Austria) el 6 de diciembre de 1942.

Conocido sobre todo por su magnífica labor literaria, Peter Handke ha "flirteado" durante décadas con el cine en calidad de guionista o director de un puñado de largometrajes. Si la influencia del cine puede detectarse notablemente en alguna de sus obras teatrales, caso de Carta breve para un largo adiós, su propia obra literaria le ha servido también de inspiración para buena parte de las películas que ha realizado.

Interno durante su infancia en un colegio de jesuitas, del que fue expulsado por leer a escondidas literatura prohibida, acabó estudiando Derecho en la Universidad de Graz.

Obra literaria

Se dio a conocer como dramaturgo en 1966, año en que también publicó su primera novela, Los avispones. En ésta, lo que Hanke describe no es tanto un recorrido como un descenso; no describe una realidad, sino "su" realidad, que le sirve de pretexto para encontrarse nuevamente con los traumas y terrores de su infancia. El recuerdo de algo que pasó -o que tal vez no pasó y tan sólo dejó posos en su memoria-, le lleva al mundo de lo oculto, y da pie a un relato evocador de unos hechos que se recomponen en la historia de una familia de aldea, con todos sus avatares cotidianos y rutinarios.

De entre su producción novelística destacan, entre otras, Carta breve para un largo adiós (1972), La mujer zurda (1976), La tarde de un escritor (1987) y El peso del mundo (1984), escrita de forma autobiográfica. Muchas de sus novelas fueron concebidas en un principio como guiones de cine.

Fuertemente influidos por el existencialismo de Sartre, Camus y Kafka, el estructuralismo y la "nouveau roman" francesa, los primeros escritos de Handke buscaban confrontar las esperanzas propias de la burguesía con el desarrollo de la nueva forma de percibir el entorno. Sus experimentos teatrales usaban aparatos ópticos y lingüísticos para probar la posibilidad de integrar la esencia de una cosa con su apariencia fenomenológica. Un ejemplo de esto sería la obra Kaspar (1968), que reflejaba el proceso de socialización de un hombre que parece un payaso, y que hace desesperados esfuerzos para apoyarse en la única frase que conoce ("yo quiero ser una persona como cualquier otra"), lo que no consigue por causa de los apuntadores.

En 1996 encendió el mundo cultural con un ensayo sobre un viaje a Grecia. Actualmente se dispone a estrenar en Viena una obra teatral sobre el poder y las leyes. Titulada Preparativos para la inmortalidad, la obra, cuyo estreno mundial tendrá lugar el 8 de febrero en el Burgtheater de Viena, bajo la dirección de Claus Peymann. Se trata de la última parte de una trilogía, integrada por El juego de las preguntas y La hora en la que no sabíamos nada el uno del otro. Algunos críticos señalan que Handke se ha inspirado para su nueva obra en la amputación de Yugoslavia tras la separación de Eslovenia, algo que el autor, que tiene raíces eslovenas, nunca ha llegado a digerir, como se demostró en la polémica subsiguiente a la publicación de su libro Justicia para Servia.

En 1999 publicó El año que pasé en la bahía de nadie, un extraño libro en el que indaga la posibilidad de la transformación vital desde el lenguaje. En 2005 publicó un polémico ensayo titulado "Las tablas de Daimiel", donde resume sus reflexiones sobre los Balcanes; tras largas conversaciones con Milosevic, a quien describe como "un personaje trágico", Handke declara en este ensayo la ilegitimidad del tribunal de La Haya e insiste en considerar a los serbios como las auténticas víctimas de la guerra. En esta misma línea, la concesión del Premio Heine en mayo de 2006 suscitó un encendido debate y abiertas críticas por parte de críticos y políticos; e incluso el Ayuntamiento de la ciudad en la que se otorga el premio, Düsseldorf, se planteó una votación para retirarle el galardón aprobado por el Jurado. En cualquier caso, fue el propio escritor quien poco después renunciara al galardón, pues no "estaba dispuesto" a ver su obra "sometida una y otra vez a los insultos plebeyos de semejantes políticos".

Obra cinematográfica

En 1969, cuando su vocación literaria parecía definitivamente encarrilada, conoció al cineasta Wim Wenders, con quien colaboró en el cortometraje 3 Long-Plays americanos. Interesado en la adaptación de la novela de Handke El miedo del portero ante el penalty, Wenders logró convencer al escritor para que volviera a ser coguionista y, gracias al aval de su prestigioso nombre, que la televisión alemana cofinanciara la película. Posteriormente, Handke trabajó con Wenders en Falso movimiento, que junto a El miedo del portero ante el penalty y Alicia en las ciudades constituyen una extraordinaria trilogía sobre el tema del viaje como forma de conocimiento de los seres humanos. Falso movimiento, incluso, les reportó el Gran Premio del Cine de Alemania en 1975.

En justa reciprocidad, fue Wenders quien produjo La mujer zurda, debut como director de Handke, que cosechó una extraordinaria resonancia internacional. Adaptación de su novela homónima, el filme es un amargo relato sobre la necesidad de estar solos como forma de liberación individual. Pocas películas hay a lo largo de la historia del cine que reflejen de manera tan contemplativa los sentimientos internos de una mujer en crisis existencial, cuyo mundo anterior se derrumba sin que ella pretenda detenerlo, por más que tampoco sepa a ciencia cierta hacia dónde desea encaminarse. Esta aguda reflexión sobre la vida y la posible inutilidad de la convivencia en pareja, donde los silencios acaban siendo más expresivos que las palabras, suscitó encendidas polémicas entre numerosos intelectuales europeos, varios de los cuales catalogaron el largometraje de colección de diapositivas antes que verdadero cine.

Como es habitual en Handke, su siguiente proyecto tardó ocho años en gestarse. Y es que precisamente esa lentitud, así como la complejidad conceptual de sus propuestas, son rasgos distintivos de sus incursiones en el cine. En Das mal des todes adaptó la novela de Marguerite Duras para contar la historia de una mujer contratada para pasar varios días con un millonario obsesionado por las formas femeninas. Mientras que La ausencia refleja el salto personal y creativo que ha dado Handke y que se refleja también en su literatura: de narraciones en cierto modo tradicionales evoluciona hacia una moderna mezcla de ensayo y novela. Jugando con la improvisación continua de los actores, varios de ellos completos aficionados como el traductor español Eustaquio Barjau, La ausencia sigue a unos personajes que viajan por el Pirineo en busca de su identidad. Película multicultural y hablada en idiomas tan dispares como el alemán, el griego, el francés o el español, es un extraño experimento que viene a demostrar, una vez más, que su autor nada a contracorriente de modas y pensamientos únicos.

Filmografía

Como guionista:

Cortometrajes.
1969: 3 Long-Plays americanos.

Largometrajes.
1971: El miedo del portero ante el penalty.
1975: Falso movimiento.
1987: El cielo sobre Berlín.

Como director:

Largometrajes.
1977: La mujer zurda.
1985: Das mal des todes.
1992: La ausencia.

Autor

  • Luis Fernández Colorado