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HistoriaPolíticaBiografía

Francisco II, Emperador del Sacro Imperio y de Austria (1765-1835).

Último emperador del Sacro Imperio Germánico (1792-1806) y primero de Austria (1805-1835), con el nombre de Francisco I, rey de Bohemia y Hungría (1792-1835), nacido en Florencia el 2 de febrero de 1768 y muerto en Viena el 2 de marzo de 1835. Un convencido absolutista, combatió a Francia durante las guerras napoleónicas y tras 1815 dejó el gobierno del Imperio que él mismo había creado en manos de su ministro Metternich.

Primogénito del gran duque de Toscana y más tarde emperador Leopoldo II y de María Luisa, hija del rey Carlos III de España, su nombre completo fue Francisco José Carlos Federico de Lorena. Recibió sus primeras enseñanzas en Florencia y en 1784 fue trasladado a Viena para ser educado como heredero del trono, por su tío, el emperador José II, que no tenía hijos. Cumplió servicio militar en las campañas contra los turcos y a la muerte de su tío José (20 de febrero de 1790) asumió la regencia, guiado por el príncipe de Kaunitz, hasta que su padre regresó de Italia para hacerse cargo del Imperio. Francisco fue asociado al trono y participó con Leopoldo en la célebre entrevista de Pilnitz (27 de agosto de 1791).

En 1788 Francisco había casado con Isabel de Württemberg, recién nacida, que murió un año después. El 19 de septiembre de 1790 casó en segundas nupcias con su prima María Teresa, hija del rey Fernando de Nápoles y de la reina Carolina, hermana de Leopoldo II. El matrimonio requirió de una dispensa pontificia y de él nacieron doce hijos, de los cuales siete alcanzaron la edad adulta

Leopoldo II murió el 1 de marzo de 1792, dejando la herencia de los Habsburgo en manos de Francisco II. Éste fue elegido en la asamblea del 7 de junio y coronado el 14 de julio. Inmaduro para el gobierno, Francisco accedió al trono coincidiendo con los acontecimientos de la Revolución Francesa, cuando la situación en el Imperio era de un gran desgaste por las guerras contra el Imperio Otomano. En 1792 Francia, revocando los acuerdos de Pilnitz, declaró la guerra a Austria; el 20 de septiembre los prusianos, aliados de Austria desde febrero de 1792, fueron derrotados en Valmy, lo que llevó a la pérdida de la Holanda austríaca. Sólo después de la ejecución en Francia de Luis XVI y María Antonieta, tía del emperador (1793), tomó parte Austria en la primera coalición contra Francia, junto con Inglaterra y Holanda (véase Guerras de la Coalición). El estallido de la revolución en Polonia en 1794 llevó a Austria a intervenir en ese país, que por el tercer reparto, quedó desmembrado entre Austria, Rusia y Prusia. La intervención de Francisco II en Polonia respondió al deseo de resarcirse por la pérdida de Bélgica. En abril de 1795 Federico Guillermo II de Prusia firmó la paz con Francia en Basilea, pero Francisco II continuó la guerra en el Rin, siendo derrotados los imperiales por los generales franceses Jourdan y Moreau; las victorias de Napoleón Bonaparte en Italia y su presencia victoriosa frente a las puertas de Viena forzaron la firma de la paz de Campo Formio (17 de octubre de 1797), por la que el emperador debió renunciar a los Países Bajos y al Milanesado, aunque recibió a cambio Venecia, Istria y Dalmacia.

A pesar de que la paz era honrosa para Francisco II, en 1798 éste se unió a Inglaterra y Rusia en la segunda coalición contra Francia. Las primeras campañas fueron victoriosas para Austria, pero las definitivas derrota de Marengo (14 de junio de 1800) y Hohenlinden (3 de diciembre de 1800) llevaron a la firma de la paz de Luneville (2 de febrero de 1801), por la que se ratificó la pérdida para Austria de sus posesiones italianas.

Previendo el desmembramiento del Sacro Imperio Germánico, preconizado en Luneville, Francisco II unificó todas las posesiones de los Habsburgo bajo la nueva denominación de Imperio Austríaco (14 de agosto de 1805). De esta forma, cuando la tercera coalición contra Napoleón, en la que tomaron parte Inglaterra, Rusia y Suecia, fue derrotada en Ulm (20 de octubre de 1805) y Austerlitz (2 de diciembre) y se forzó la paz de Presburgo (26 de diciembre), que costó a Austria la pérdida territorial de Venecia y el Tirol, Francisco II aún pudo contar con un territorio sobre el que denominarse emperador. El 6 de agosto de 1806 fue anunciada en la plaza Am Hof de Viena el final del Imperio milenario y su sustitución por la Confederación del Rin. Tres años después el emperador de Austria volvió a declarar la guerra a Francia. La victoria en Aspern-Essling (6 de mayo de 1809) del archiduque Carlos, hermano de Francisco I, fue seguida por una sonada derrota en Wagran (6 de julio). El nuevo ministro austríaco de Exteriores, Metternich pudo suavizar los términos de la paz de Schönbrunn (14 de octubre) al arreglar el matrimonio por poderes de María Luisa, una hija del emperador, con Napoleón. De esta unión (marzo de 1810) nació un heredero pero en 1814 la princesa abandonó al general corso. Después, por consejo de Metternich, Francisco se unió a Napoleón para la campaña contra Rusia de 1812, pero tras sus desastrosos resultados regresó a la neutralidad.

Entre 1813 y 1814 Austria se batió contra los franceses en una guerra de liberación, que fue victoriosa gracias a hábil diplomática de Metternich; también se debió al ministro la celebración del Congreso de Viena, que entre septiembre de 1814 y junio de 1815 fue el foro en el que Austria, Francia, Inglaterra, Rusia y Prusia diseñaron un nuevo mapa de Europa y dieron paso a la formación de la Santa Alianza, que exaltaba los valores del absolutismo. Para Austria, la victoria sobre Napoleón supuso la recuperación de los territorios de 1792, excepto los Países Bajos y algunas de sus posesiones en Alemania, y la anexión de algunos nuevos, como Lombardía. El Imperio Austríaco emergió como una sólida unidad que pudo mantener su influencia en los asuntos de Alemania y obtuvo un gran prestigio como Estado presidente de la nueva Confederación Germánica.

Durante las guerras napoleónicas, Austria había asistido a un incremento del movimiento nacionalista. Los desastres militares no disminuyeron la popularidad en Viena del emperador, lo que se reflejó en el himno compuesto por Joseph Haydn Dios salve al Kaiser Franz. Aunque con pocos talentos personales y pobreza de espíritu, Francisco gozó del amor del pueblo, gracias a su carácter llano y patriarcal. Políticamente no simpatizó con el liberalismo y la confusión resultante de las reformas de José II y las consecuencias de la Revolución Francesa le llevaron a adoptar una postura reaccionaria. Si durante la época del Congreso de Viena el emperador había pasado el tiempo en la vida galante de la corte, abandonando la política a su canciller, tras la guerra apoyó la dura política impuesta por Metternich, aislado en su corte vienesa, donde brillaban figuras como Strauss o Schubert. Comenzó una dura represión contra los liberales, ejercida por una policía secreta con amplios poderes, cuya base general era el castillo de Spielberg. El emperador sólo cedió ante el pueblo tras la revuelta vienesa de 1809, para detener el caos provocado por una masa armada. A pesar de todo ello, Francisco I mantuvo algunas de las reformas liberales de sus antecesores, como aquella que dictaba la sumisión de la Iglesia al Estado. Por lo demás, se acentuó la centralización administrativa y la situación se mantuvo sin grandes sobresaltos, salvo por los movimientos revolucionarios en tierras italianas de 1820 y 1821 y la resistencia nacionalista en Hungría. Sólo las repercusiones de la revolución de 1830 significaron alguna inquietud hasta la muerte del emperador.

Además de los dos matrimonios mencionados, Francisco I casó por tercera vez, después del fallecimiento de su segunda esposa (1807), con María Luisa de Austria-Este (6 de enero de 1808) y cuando ésta murió en 1816, el emperador volvió a casar con Carolina Carlota Augusta de Baviera (29 de octubre de 1816). Dos de sus hijos fueron Fernando I, que le sucedió, y Francisco Carlos José, que fue padre del emperador José I.

Bibliografía

  • INGRAO, C. The Habsburg Monarchy. Cambridge, 1995.

  • KOHN H. The Habsburg Empire, 1804-1918. Princeton, 1961.

  • MACARTNEY, C. The Habsburg Empire, 1790-1918. Londres, 1968.

  • WOOLF, S. La Europa napoleónica. Madrid, 1982.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero