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HistoriaBiografía

Eads, James Buchanan (1820-1887).

Ingeniero civil americano, nacido el 23 de mayo de 1829 en Lawrenceburg, (Indiana) y muerto el 8 de marzo de 1887 en Nassau (Bahamas). Diseñó y construyó el puente de acero de triple arco sobre el río Mississippi en San Luis en 1874, y otro de sus proyectos fue proporcionar en 1879 a la ciudad de Nueva Orleáns de un canal de navegación para todo el año a través de un sistema de embarcaderos. A lo largo de toda su vida, destacó como inventor y acreditó más de cincuenta patentes.

Eads fue bautizado como James Buchanan en honor a un primo de su madre, miembro del Congreso y que fue más adelante presidente de los Estados Unidos (véase: James Buchanan). Nació en el seno de una familia media, que se trasladó de Cincinnati, en Ohio a Louisville, Kentucky, en busca de una mejor fortuna económica. Su juventud trascurrió de forma inestable y a la edad de once años, había recibido una educación mínima. Pero destacaba por su agudeza y su inteligencia, avivada por los continuos traslados en barcos de vapor que efectuaba su familia. A esa edad, había diseñado un motor de vapor pequeño, coches de bomberos, barcos de vapor y máquinas de electrotipia.

En Louisville, el padre de Eads sufrió una serie de reveses económicos en su negocio, así que cuando Eads contaba 13 años viajó a Sant Louis en un barco de vapor en el que trabajó para poder pagarse el pasaje. Al llegar a la ciudad, empezó a trabajar en un establecimiento mercantil y dada la curiosidad demostrada por Eads, el patrón le dejó educarse de forma autónoma leyendo los volúmenes de su biblioteca, en la cual aprendió ingeniería civil, mecánica y procesos de maquinaria.

Cuando tenía 19 años, su familia se trasladó a Dubuque. Iowa y Eads entró a trabajar como empleado en el barco de vapor Knickerbocker, el cual navegaba entre Dubuque y Cincinnati. En los siguientes años, Eads trabajó en diversos vapores del Mississipi, con lo cual empezó a conocer muy de cerca la vida del río.

En 1842, ya convertido en un hombre trabajador, discreto e ingenioso, invirtió sus ahorros en una sociedad creada con Case and Nelson, una empresa de Sant Louis constructora de barcos, para ayudar a la compañía en el desarrollo de un sistema de salvamento de los barcos que se hundían en el río.

Cientos de barcos se perdían anualmente a mediados del siglo XIX en el río Mississippi, por explosiones de las calderas, embarrancamientos, asaltos de piratas, y los accidentes ocurridos por la propia navegación del río. Por consiguiente, Eads y sus socios extendieron sus operaciones de salvamento por todo lo largo del Mississippi e incluso a los países de América Central, consiguiendo grandes beneficios por ello. Sin embargo , Eads vendió su parte en la sociedad y se estableció por su cuenta.

Dejó el río para casarse y creó una prometedora empresa de fabricación de cristal, ya que era la primera fábrica de este tipo que se creaba en el oeste, pero ésta no llegó a dar sus frutos a causa de la guerra mejicana. En 1847,y tras el fracaso de la empresa de cristal, Eads volvió a ejercer el negocio de salvamento fundando su propia compañía. La clave del éxito en esa ocasión la tuvo el diseño y la construcción de un barco que el denominaba “submarino”, el cual por medio de campanas de buzo con aire comprimido y grúas que levantaban a flote los barcos, revolucionaron el mundo del salvamento, ya que no sólo se podía recuperar la carga de los barcos hundidos, sino que también se podían reparar esos barcos y ponerlos de nuevo en funcionamiento.

El gobierno americano adquirió uno de los barcos de salvamento más grandes que había construido Eads. Esto le llevo a que en 1857, le propusiera al gobierno la firma de un contrato federal con el cual se comprometía a mantener libre la navegación por el río Mississippi, pero su oferta fue rechazada por la oposición que mantuvieron los senadores Judad P. Benjamín, de Luisiana, y de Jefferson Davis, de Mississippi. Después de haber fracasado en este intento, pero bastante rico gracias a sus negocios de salvamento, Eads se retiró con su segunda mujer a vivir a las afueras de Sant Louis, para recuperarse de la tuberculosis que padecía.

Pero los acontecimientos políticos que se desencadenaron después hicieron que el gobierno necesitara al final la ayuda de Eads. Edward Bates, un amigo de la familia Eads que había entrado en el gabinete de Abraham Lincoln como abogado general, le comunicó que el gobierno quizás necesitara sus servicios con motivo de las amenazas de secesión que llegaban desde los estados del Sur en 1860. La Administración americana estaba ansiosa por preservar y mantener libre la navegación por el Mississippi. Poco después que la guerra comenzara en 1861 (véase: Guerra de Secesión de Estados Unidos), Eads ganó los contratos federales para la construcción de siete vapores armados de seiscientas toneladas y que estuvieran listos para entrar en combate en 65 días. Eads tardó unos cien días en diseñar y construir una flota militar, utilizando a 4.000 hombres en turnos de día y noche, los siete días de la semana. Estas embarcaciones contribuyeron a las victorias de la Unión en los Fuertes Henry y Donelson, y en la Isla N° 10, abriendo de esa forma a la navegación la zona norte del Mississippi. De hecho, a la hora de estas victorias, Eads aún era propietario de la flota, porque Washington no le había pagado el coste de la misma. Antes de 1865, Eads construyó catorce buques acorazados y con cañones, cuatro barcos lanzabombas, y siete barcos de transporte acorazados, entregados todos a tiempo y con las especificaciones requeridas por el gobierno de la Unión.

Por todas estas construcciones, y sus otras invenciones, Eads fue elegido miembro de la Academia Americana para el Avance de la Ciencia. Sin haber tenido estudios oficiales de ingeniería, Eads demostró tener no sólo una maestría absoluta a la hora de la construcción naval, sino también un profundo conocimiento del potencial del hierro y el acero. Y se embarcó en su siguiente aventura: realizar un puente que cruzara el Mississippi en Sant Louis.

Tras la guerra, la comunicación con vapores por el río fue disminuyendo poco a poco, a favor de la extensión del ferrocarril. Desde 1865 hasta la muerte de Eads, ocurrida en 1887, los kilómetros construidos de línea ferroviaria se incrementaron de forma potencial. Por tanto, se hicieron necesarios los puentes de grandes extensiones con firmes vigas que los afianzaran. Las ofertas para construir un puente de esas características en Sant Louis fueron hechas inicialmente en 1867 por los ingenieros Charles Ellet, Jr. y John Augustus Roebling, pero el proyecto de Eads ganó la aprobación mayoritaria de la comunidad de Sant Louis.

Para su proyecto sin precedentes, Eads empleó medios sin precedentes. Consciente de sus debilidades, contrató a Charles Shaler Smith como ingeniero jefe y a otros dos ingenieros auxiliares. Eads seleccionó el acero de Bessemer como material de construcción básico, y lo hizo aún en contra de la opinión de la mayoría de los ingenieros, que entonces consideraban que el acero no era un material apropiado para construir puentes.

Los cimientos del puente eran uno de los mayores problemas. Eads conocía el río y sabía que el fondo era arenoso, lleno de légamo, y que no era un fondo firme sino que se desplazaba con las corrientes, con lo que había que conseguir profundizar bastantes metros en el fondo del río, hasta llegar a un lecho rocoso donde afianzar los pilares del puente. Pero además, había que mantener el tránsito del río abierto y cuando llegara el invierno, contar con los atascos que el hielo produciría en el mismo. Para ello, Eads utilizó unas compuertas flotantes neumáticas, que ya se habían utilizado para estos trabajos, aunque muy raramente.

El puente tenía dos vías, una para el tráfico normal y otra para los trenes, y poseía tres arcos únicos construidos con vigas voladizas. La longitud total del puente fue de 475 metros y fue finalizado en 1874, justo cuando comenzó en el país una larga depresión industrial. La construcción del puente había supuesto una gran deuda para la ciudad y para Eads, y en 1877 el financiero y especulador Jay Gould asumió el control del puente.

Eads se recuperó rápidamente de este desastre financiero y antes de 1875, propuso al gobierno un contrato por el cual haría desaparecer permanentemente las barreras que se formaban en la desembocadura del Mississippi y ampliar los embarcaderos de New Orléans.

Después de estudiar detenidamente los embarcaderos europeos, Eads diseñó una especie de colchoneta, donde se asentaban los embarcaderos, con un material muy barato, con lo cual recuperó su fortuna de nuevo debido al éxito que tuvo su invento.

En 1884 fue el primer americano en recibir la Albert Medal de la Real Sociedad Británica de Artes.

SCG.

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  • 0107 SCG.